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"Y en todos esos negros días he estado pensando y rezo y le pido al Señor que se me acerque y me hable con la verdad", dijo Arévalo-Kessler. "Y la única cosa que le quiero hacer saber, su señoría, es que tengo tiempo para pensar en lo que hice. Lo que hice estuvo mal".Arévalo-Kessler fue un piloto importante en las operaciones aéreas del cártel de Sinaloa, que por número de aviones puede competir con las aerolíneas principales de México. El tamaño de su flota es, por un amplio margen, mucho mayor que la de Aeroméxico, la principal aerolínea comercial del país.La flota del cártel es incluso comparable a la de muchas aerolíneas internacionales
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