Coachella y otras cosas que no te puedes costear

Soy una persona (razonablemente) joven y “creativa” en un entorno urbano. Como tal, casi todos mis conocidos dicen ser pobres. Muy pobres (el énfasis es suyo, no mío). No es por nada, pero creo fervientemente, que la pobreza particular de mis amigos es por elección. No son pobres porque tienen que trabajar dos turnos para pagar la quimioterapia de sus madres. No son pobres porque nacieron en la marginación. Son pobres porque gastan su dinero en mierdas estúpidas y superfluas que no mejoran en nada su calidad de vida, porque siguen quejándose sin cesar de que estan deprimidos.

A menos que estés invitado con todo pagado por el equipo promocional de Monster™, si estuviste o vas a estar en Coachella, es porque desembolsaste una buena pasta para conseguir esas entradas. ¿Sabes cuál habría sido una inversión mucho más productiva? Un seguro médico. Si estás tirando el poco dinero que tienes en alguna de las siguientes cosas, entonces necesitas ver a un experto antes de que todo termine hecho un desastre (me refiero, por supuesto, a tu crédito, que a final de cuentas te define como ser humano).

ENTRADAS PARA FESTIVALES
Mi bisabuela, en su época, pasó un par de fines de semana en el desierto escapando de los turcos, quienes asesinaron a toda su familia. El equivalente moderno de ese viaje implica una grupo de idiotas con cortes estúpidos haciendo la peregrinación hasta el desolado valle de Coachella y gastar 400$ para tener el privilegio de deshidratarse con cervezas a 12 $, ser víctima de un bombardeo de anuncios y escuchar a los Red Hot Chili Peppers. No me sorprende que los miembros de la generación actual no tengan personalidad.

BRUNCH
Según mi padre, la comida existe sólo para “hacer caca”. Ver la comida como combustible para hacer mierda implica que:

A) La palabra "brioche" no tiene que estar en tu vocabulario.

Y

B) No tienes que gastarte el sueldo todos los domingos para comer combustible de mierda sobrevaluado, acompañado de mujeres con vestidos primaverales y un grupo de amigos crudos y financieramente irresponsables.

CERVEZA MALA
¿Sabías que los destilados contienen más grados de alcohol que la cerveza? ¡Es verdad! Un litro de vodka cuesta menos que un vaso de orina fermentada. Claro que beber vodka no tiene ese toque “emblemático”, pero la borrachera te saldrá mucho más barata que a tus amigos cerveceros.

TATUAJES

En el mundo moderno, los tatuajes funcionan como trasplantes de personalidad. Le gritan al público: “¡Mira! ¡Mi cuerpo y yo tenemos algo que decir! ¡Algo profundo y lleno de significado! ¡Es sobre los colibrís y mi amor por ellos!” Sí, los tatuajes duran toda la vida. Esos mil euros que te gastaste en ese perro cagando parecerán una buena inversión, pero, ¿sabes qué es todavía más rentable? Tener una aspecto contratable.

CAMISETAS DE MODA
No tiene nada de malo vestirse como un miembro productivo de la sociedad. Deja que tu personalidad única e irreverente hable por sí sola. No necesitas que esa camiseta para niños de 20€ lo haga por ti. Confía en mí. Todos sabemos que tu personalidad se desborda hasta por tus oídos. No necesita filtrarse por tu ropa también.

PERTENENCIAS IRÓNICAS
¿Recuerdas cuando la gente tenía cosas porque realmente le gustaban? ¿No? Yo tampoco. Por cierto, ¿quieres venir a ver el póster de Alf de 30€ que acabo de mandar a enmarcar? Sí… Sólo 30€. ¡El idiota prácticamente me lo regaló!

VINILOS
No eres el protagonista libre y apasionado de una puta película de Godard. Por lo tanto, no tienes por qué guardar una copia en vinilo del álbum de Françoise Hardy. Eres joven. Eres libre. Dices pura memeces. Pero a pesar de todo, vas a follar. Confía en mí. Simplemente ábrete una cuenta en Spotify y deja de torrarla sobre lo “limpio” que se escucha la música en tu tocadiscos.