Cómo fracasar en una cita

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Cómo fracasar en una cita

Te contamos unas cuantas cosas que no tienes que hacer si no quieres cagarla mucho cuando quedes con alguien.

Foto de Germán de la Cruz Blanco

​Antes de ir a una cita hay que prepararse. Mentalizarse. Tienes un objetivo, hacer que tu rival caiga. Es una partida de ajedrez en la que todo tipo de estrategias son válidas. No puedes relajarte ni un momento. Siéntete Wellington, Napoleón o Rommel. Cualquier fallo puede ser fatal. Os lo dice uno que es experto en naufragios. Por cierto, no me he presentado. Álvaro Velasco. Soltero. A punto de cumplir 31 años. Comparto piso en un barrio en el madrileño barrio de Malasaña pese a ser un moderno de Móstoles. Periodista, guionista y cómico de stand up. Y con más fracasos sentimentales en mi carrera vital que Carlos Jean intentos de dieta.

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Desde que mi vuelta a la soltería hace unos meses he tenido varias citas. Muchas más de las que se merece un tipo como yo. Y he de decir que algunas salieron bien. Las menos. La gran mayoría terminaron en el más absoluto de los fracasos. Como de la experiencia se aprende, me he ido convirtiendo en un gurú del fracaso. Estas son cinco de las cosas que si quieres triunfar (seas chico o chica, es indiferente) nunca debes hacer. Yo he caído en esos fallos estos últimos meses.

Ser tú mismo

Hay frases que odio. Frases de galleta de la fortuna como "cuando una puerta se cierra, se abre otra". ¡Son falsas! Cuando se cierran puertas, se abren ventanas. Para que te tires y acabes con una vida aburrida y cutre. La peor de todas esas frases es "sé tú mismo". Responde una pregunta: siendo tú mismo, ¿te ha ido bien? No. Absolutamente no. Tienes que ser el tío que te gustaría ser y no el que realmente eres. En una cita es importante generar expectativas muy altas. Ya habrá tiempo de bajarlas. Pero cuando eso pase, ya habrás mojado.

Siendo Álvaro al 100% he fracasado estrepitosamente. Recuerdo una chica con la que me cité en un bar muy de moda de La Latina de Madrid. Paloma se llamaba, como la canción de mi Calamaro querido. Nos conocimos en un concierto de Muchachito Bombo Infierno. Todo iba muy bien y cuando pensaba que iba a golear empecé a ser yo mismo. Reconocí que me gusta OBK y defendí su "Antropop" por encima del disco blanco de Los Beatles, poniendo el "Quién le dio sentido a nuestro amor" a la altura de un himno urbano. También conté cómo llegué a comprar un par de temporadas originales de Los Serrano. En media hora estaba dándome dos besos con desidia y nunca más supe de ella.

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Hablar de tu ex

"Me encanta este sitio, siempre venía con mi ex".

"Mi ex es de Almería y pasábamos las vacaciones en Roquetas".

"Pues a mi ex lo del sexo anal nunca le convenció…".

Mal, mal y mal. Si hablas de tu ex estás mandando el mensaje de que hay alguien en algún lugar del mundo que te ha abandonado. Y si lo ha hecho es por algo y seguramente con motivo más que justificado. Piensa que toda cita es la potencial madre de tus hijos, o en el mejor de los casos, tu futura ex. O futuro, que esto vale igual para las chicas. Además, todos los datos que salgan de tu boca, en un futuro podrán ser usados en tu contra.

Un año después: "pues si a la pesada de tu ex no le gustaba el anal, conmigo vas listo…".

Soy un especialista en estos fallos. Con el añadido de que mis ex son típas sobresalientes. La última rozaba la perfección de una diosa griega, con un solo defecto: dejarme. Y nada de mirar el móvil cada dos por tres. Se pierden puntos. Hace no más de 10 días una potencial amiga con derecho a goce llegó a decirme que o dejaba de hablar bien de mi ex o que me olvidase de quedar con ella. No hemos vuelto a quedar. Ni lo haremos.

Hacer un Ted Mosby en la primera cita

Los fanáticos de HIMYM -("Cómo conocí a vuestra madre") y no HHMMYV que es el programa de los tipos con escote masculino y la presentadora con la boca como una estación de metro-, lo habrán pillado a la primera. Esa serie en la que todos queremos ser Barney, creemos que somos Ted pero realmente somos Marshall. El protagonista, que podría ser mi álter ego, le suelta en toda la cara un "te quiero" a Robin en su primera cita. Sí, hay personas a las que nada más conocer querrías tener para toda la vida. Pero como lo más probable es que no sea mutuo, no te ilusiones. Si vas muy rápido, se agobiará. Así que hazte el malote, aunque por dentro seas más blando que un single de Conchita.

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Mis cagadas han sido memorables. Como mandar por correo el enlace a la canción 'Ese rato tan divino' de El Puchero del Hortelano pocas horas después de salir de su casa. O la última, el mes pasado: pensar que por haber dormido juntos tres o cuatro veces en un par de semanas (haciendo de todo menos dormir), puedo contar con su atención diaria. ¡Maldito doble check azul de Whatsapp! Con la última mujer que he quedado estoy usando la condescendencia. Esperamos resultados.

El que no arriesga no gana

Anda, he usado una frase hecha de esas que odio… Hay veces que toda la cita va bien. Se ha reído con tus tonterías, le interesan tus anécdotas e incluso ha habido contacto visual y físico que indica que quiere pasar a una nueva fase. Hay conexión evidente y el tiempo vuela hablando con ella. Pero… Eres un cobarde y aunque sabes que lo tienes fácil y que estarías más cómodo que Woody Allen en el psicoanalista, no eres capaz de dar el paso. Tranquilo. Se irá a casa y en su próxima cita con un alcohólico mujeriego hará todas las cochinadas que contigo no hizo mientras le cuentas a tus colegas lo mucho que te gusta.

Es en una de las pocas cosas en las que he mejorado con los años. Soy capaz de lanzarme y no temo una buena cobra. Tengo el suficiente ego como para reponerme rápido. Incluso de una doble o triple cobra, que también las he vivido. Lánzate, no pierdes nada. La dignidad está muy sobrevalorada.

Mala elección de sitios

No seas cutre, amigo. Por ahorrarte unos cochinos euros, no la lleves a un cuchitril. Cúrratelo un mínimo. Si eres de Barcelona, Juanjo Villalba os cuenta en Vice sitios donde no ir nunca. Si eres de Madrid, pregúntame a mí. Si eres de otro sitio, se siente. Lo bueno de ser un rata es que el dinero que te ahorres en esa cita te lo podrás gastar el día que quedes con tu amiga 'especial' y te cuente lo mal que lo está pasando porque la chulea un macarra. ¿La Fanta la quieres de naranja o de limón?

Tienes que parecer ​Bruce Wayne. Ponte tu mejor ropa y échate un buen perfume. Y si no lo tienes, pasas por una perfumería, finges que vas a comprar el más caro y que te echen un poco. Cenad en un sitio cool e id de copas a uno de esos bares de los que la gente sube fotos a Instagram. Si el plan es cañas, nada de 'bares de viejos'. Aunque no conozcas el sitio, compórtate como si fueras un habitual. Si sigues estos consejos, ligarás más. Aunque más que cero es fácil.