Hablamos con Danny Ávila, la estrella española de la música electrónica

En España tenemos cierta tendencia a abrazar lo de fuera y escupir a lo de dentro. Nos pasa todos los días y con todo, y el tema musical no iba a ser menos. Danny Ávila lleva más de cinco años triunfando a lo bestia: el DJ y productor español se ha codeado con los grandes de la electrónica mundial. No solo eso, sino que no será hasta abril cuando cumpla 21 años. ¿Prodigio o producto?

Volvamos al principio. Lleva desde los 12 pinchando y desde los 13 produciendo, justo un año antes de irse a Madrid, donde empezaría todo. Artistas como Oliver Heldens o Martin Garrix comparten el mismo rango de edad que nuestra baza española en la escena del EDM. Y el bueno de Tiësto vaticinó su estrellato.

"Tengo claro que mi edad no se corresponde con lo que estoy haciendo", decía en 2012. Normal. En 2012 no podría haber entrado a ninguna de las salas en las que ponía música. Pero ahí estaba, subido al escenario. Después se recorrería Coachella, EDC, Electric Zoo o TomorrowWorld. En España, desde que la música electrónica protagoniza una nueva ola de festivales, también hemos empezado a verlo con mayor asiduidad.

El caso de Danny es uno de esos casos en la música en los que la comunidad de fans y la presencia del artista crecen más fuera que en su propio país. Ahora el tema empieza a estabilizarse, pero no hay que olvidar unos inicios marcados más por la crítica que por el aliento hacia un español adolescente que estaba triunfando fuera de nuestro país. Es difícil de entender, pero así somos en España.

Basta pegarle un tiento a su Instagram para darse cuenta de la vida que lleva el español: viajes constantes, multitudes dándolo todo en sus sesiones, jets privados, fotos en su estudio y de vez en cuando, un poco de tiempo para relajarse. Dista muy poco de la vida de ese otro DJ que sigues a todas horas, pendiente de qué temas saca o de dónde pincha cada día. Solo que este es español.

Al final, podrás estar más o menos metido en la música electrónica, te podrá gustar más o menos lo que hace Danny Ávila y, claro está, podrá importante bien poco todo lo relativo a él, al género y a que España se involucre más o menos en él. Pero al menos sabremos que hay alguien por ahí llevando la #MarcaEspaña (que no hace que nos sonrojemos ni sentir vergüenza) a festivales de música de todo el mundo. Y eso es bueno, ¿no?

Hablamos con Danny para que nos cuente un poco más sobre su historia.

VICE: Debutas en el escenario principal del Ultra de Miami, uno de los festivales más importantes de música electrónica de todo el mundo, con tan solo 17 años. Antes ya habías pasado por clubs de Ibiza e incluso te habías codeado con DJs de la talla de Tiësto, pero en ese preciso instante, ¿qué sientes?

Danny: La verdad que los últimos años de mi carrera han sido como una montaña rusa. Han pasado tantas cosas en tan poco tiempo que a veces cuesta asimilarlo. Pero no hay que olvidar que todo empezó mucho, mucho antes de que esto cogiera esta dimensión.

Yo siempre he sido una persona muy trabajadora y desde los trece, catorce años he pasado infinitas horas en mi estudio de música aprendiendo y mejorando cada día. Por eso cuando me paro a pensar y me doy cuenta de que todo el trabajo y esfuerzo desde tan pequeño ha tenido este resultado, a veces no me lo creo. Solo tengo ganas de seguir y aspirar a más.

¿Cómo es desenvolverte en la industria de la música electrónica siendo tan joven?

Es una muy buena pregunta. El hecho de estar en la industria de la música a mi edad tiene sus pros y sus contras. Por una parte es increíble el hecho de tener la oportunidad de viajar, conocer mundo, pinchar para miles de personas en los mejores festivales internacionales, vivir este tipo de experiencias… Pero también creo que se tiene una mayor expectación, es decir, hay que dar la talla o trabajar más fuerte que otros artistas ya que de alguna forma estás en el "punto de mira".

¿Alguna mala experiencia?

Desde muy pequeño he escuchado comentarios tipo… "Un chaval tan joven es imposible que pueda hacer una sesión en condiciones", o "cómo puede tener buen gusto musical siendo tan pequeño", etc. Para mí el secreto está en el talento.

No importa si eres hombre, mujer, tienes 15 o 60 años. Al final de todo el talento es lo que cuenta y es lo que marca la diferencia. Ahí tienes a Carl Cox con 52 años pinchando desde hace años y años.

Da la sensación de que en España no te valoramos lo suficiente, y que Danny Ávila forma más parte de la escena europea y norteamericana que de la nuestra. ¿Crees que en España aún no se toma en serio a los artistas de música electrónica? ¿Tuviste que moverte fuera para poder crecer?

Una de las decisiones más importantes que tomé hace unos años fue el intentar proyectar mi carrera a nivel internacional. Siempre me he considerado o he intentado ser un artista de aspirar a más y más. Básicamente, cuando quiero algo, trabajo sin parar hasta conseguirlo. Esto se sumó a que la escena musical en España en ese momento no era para nada lo que puede ser ahora, por lo que decidí irme fuera de España por un tiempo.

También es verdad que a pesar de que la gran mayoría de mis actuaciones son fuera de mi país siempre he tenido una gran comunidad de fans en España y que me siguen por todo el mundo. En todos los festivales veo muchísimas banderas españolas que vienen solo a verme, o en muchas actuaciones en clubs.

Pero el hecho de que haya crecido como artista internacional no quiere decir para nada que no me importe mi país o no crea que no hay potencial en España. De hecho, tengo una residencia semanal todos los lunes en Pacha Barcelona, hago actuaciones en Ibiza durante todo el verano, voy a los cinco festivales más grandes…

Trabajando en esto desde tan joven, ¿es duro compaginarlo con el hecho de pasar tiempo con familia, amigos o pareja?

Por supuesto que es duro. Mi vida es parecida a una carrera de fondo. Aunque también es muy importante encontrar tiempo para descansar y estar con amigos y familia. Pero ya os digo que no es mucho.

Y la vida de tour, viajando todo el día, ¿acaba compensando?

Hago alrededor de ciento cincuenta, doscientas actuaciones al año y unos trescientos vuelos, así que os podéis imaginar el ritmo de vida que llevo. Pero por otro lado es lo que llevaba buscando desde que soy muy pequeño. Siempre he soñado con esta vida y aunque haya momentos en los que sea muy duro y esté agotado, tengo que pensar que hay muchísimas personas que sueñan con mi posición. Por eso no me puedo relajar ni un momento y siempre dar la talla.

Si os comparamos a vosotros, las estrellas jóvenes de la música electrónica, con otros artistas jóvenes de otros géneros musicales que reciben menos simpatía por parte de cierto público, llama la atención cómo vosotros lográis congregar a personas de todas las edades y gustáis a todo el mundo, ¿a qué crees que se debe?

En mi opinión se debe básicamente a que la industria de la música electrónica ha cogido una dimensión enorme. Puedes escuchar nuestra música en la radio, en la televisión, en anuncios… Es sin duda de los géneros de música líder y eso hace más fácil acceder a todo tipo de personas y de diferentes edades. Aunque es verdad que la mayoría de seguidores de este estilo de música es generalmente gente muy joven, le gusta a todo el mundo.

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