El Capitolio de Oklahoma podría albergar una estatua del diablo

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En enero, el Templo Satánico anunció los planes de la creación de un monumento que busca glorificar al Diablo. Se lanzó una campaña de financiamiento en el sitio Indiegogo pero para cuando terminó el periodo de donaciones, la campaña había recaudado casi 30 mil dólares, superando el objetivo de 20 mil dólares. Por el momento, un escultor está trabajando en Nueva York en la creación de una estatua de Bafomet sentado en un trono con un pentagrama invertido y con dos niños a sus pies, contemplándolo con admiración. Una vez finalizada la obra, se fundirá en bronce y se ubicará en el Capitolio del Estado de Oklahoma, o eso espera el grupo satánico.

La estatua es una respuesta directa a la instalación, en 2012, de un monumento alusivo a los Diez Mandamientos. El diputado estatal Mike Ritze financió la controvertida estatua con su propio dinero y, por ende, al ser considerada una donación, podía instalarse en propiedad gubernamental. Siguiendo el mismo razonamiento, el Templo Satánico presentó una solicitud formal para su estatua.

El pasado diciembre, Trait Thompson, de la Comisión de Preservación del Capitolio, explicó a la CNN: “Cualquier persona o grupo es libre de presentar una solicitud para instalar un monumento, estatua o trabajo artístico”. Posteriormente, la Comisión se encarga de aprobar o denegarlas. Desafortunadamente, el estado ha puesto un alto en la expedición de permisos para cualquier otro monumento hasta que se resuelva una demanda presentada por la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) contra el monumento de los Diez Mandamientos de Ritze.

A pesar de ello, los satánicos siguen construyendo su escultura. El portavoz del templo, Lucien Greaves, me invitó a ver el trabajo en proceso de construcción. Greaves aseguró haber recibido numerosas amenazas de gente que quiere atacar la estatua, aunque él cree “que estos reaccionarios furiosos e insensibles no sabrían cómo destrozar un monumento de bronce sin dañarse gravemente a sí mismos en el intento”. Pero aún así, quiere evitar cualquier riesgo. El Templo está construyendo un molde de la escultura, de forma que puedan realizar una réplica de la estatua cuando sea necesario.

El Templo calculó que el monumento estará totalmente terminado en unos meses. Pretenden instalarlo frente al Capitolio del Estado de Oklahoma, ajenos a la disputa de la Comisión de Preservación del Capitolio contra ACLU. La organización satánica considera lícita la colocación del monumento porque entregaron su solicitud antes de que se armara el revuelo por el monumento de Ritze. “Después de todo”, me dijo Greaves, “el monumento de los Diez Mandamientos seguirá en el Capitolio del Estado. Tenemos muchas ganas de ver nuestro monumento en el Capitolio, aunque la demanda de ACLU siga, y a sabiendas de que la polémica contra la obra alegórica de los Diez Mandamientos también salpicará a nuestro monumento, y quizá todo termine con la retirada de ambas”.

El Bafomet mide más de dos metros y constituirá un testimonio de la gloria al Ángel del Abismo. La idea de un monumento satánico en un espacio gubernamental en Oklahoma —una región de Estados Unidos donde el cristianismo tiene un profundo arraigo social— parece algo atrevido, pero Greaves dice que “se ha suscitado un debate entre los académicos, que reconocen lo difícil que será para Oklahoma negar nuestro monumento… La ley constitucional es muy clara al respecto: el estado no puede discriminar nuestros puntos de vista. Si abrieron la puerta para una, tienen que abrirla para el resto”. Ryan Kiesel, de ACLU de Oklahoma, piensa lo mismo. En unas declaraciones al Libertarian Republic afirmó: “Si finalmente se permite que el monumento de los Diez Mandamientos siga en un espacio gubernamental, con su mensaje cristiano, entonces la propuesta del Templo Satánico no puede ser rechazada porque es otro punto de vista religioso”.

Un argumento popular contra el monumento del Templo es que la escultura, “no tiene ningún significado histórico para el Estado de Oklahoma”, dijo en enero el diputado estatal Paul Wesselhoft a una cadena de televisión local. “La única razón por la que se aprobó el monumento de los Diez Mandamientos”, dijo, “es porque en el Capitolio hacemos leyes. Somos legisladores. Además, una de las primeras leyes que existieron fueron los Diez Mandamientos”. Es importante remarcar que estas declaraciones las realizó un miembro electo al congreso. Greaves me dijo que “la idea de que los Diez Mandamientos son fundamentales para las leyes de Estados Unidos u Oklahoma es absurda y vulgar…” Yo diría que nuestro monumento ofrece un mensaje más directo sobre la creación de los valores constitucionales de EUA que el monumento de los Diez Mandamientos. Este mensaje se reafirmará cuando la estatua esté colocada junto a la de los Diez Mandamientos, ya que afirmará que ninguna religión tiene preferencia legal”. Al margen de lo que suceda en el Capitolio del Estado, el Templo sigue adelante con sus planes de creación del monumento. Y si Oklahoma decide no aprobar la estatua, el Templo buscará otra ciudad que quiera albergar a Bafomet. Texas, por ejemplo, ha tenido un monumento de los Diez Mandamientos en el Capitolio durante más de 40 años. Pero como Greaves dice: “Hay lugares públicos en Estados Unidos donde los monumentos religiosos esperan un contrapunto”.

Si deseas apoyar el monumento del Templo Satánico, entra a la tienda del sitio y compra accesorios satánicos. Todo el dinero será destinado a la creación de Bafomet.

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