En España hay más zumbados envenenando perros de los que podrías pensar

Cuando mis padres empezaron a vivir juntos, tenían un gato. El animal no hacía nada del otro mundo y no era la única mascota del edificio así que nunca tuvieron ningún inconveniente a la hora de dejarlo suelto, a su aire. Salía, se daba una vuelta y al poco rato estaba de vuelta por casa. Un día, un rato después de volver de dar una vuelta por el edificio, murió. No había estado enfermo, ni le había pasado nada, en el veterinario les dijeron que seguramente lo habían envenenado. La vecina de arriba (una demente que le hacía la vida imposible a medio edificio) era la principal sospechosa pero nunca lo pudieron demostrar. Cuando unos años después se compraron un perro nunca se atrevieron a perderlo de vista y la única directriz que me dieron cuando lo sacaba a pasear fue "nunca lo acerques al piso de la loca".

Como el mundo está lleno de cobardes de mierda, este tipo de cosas pasan constantemente. Hace unos días saltó la noticia del asalto de unos desgraciados al refugio para animales "El sueño de Mufie", en la provincia de Sevilla. Como lo de robar y destrozar el sitio les pareció poco, se dedicaron a pegar palizas de muerte a los perros que había allí. Utilizaron bloques de hormigón. A otros, después de apalizarlos, los envenenaron, porque me imagino que este tipo de sádicos se les pone más dura cuanto más son capaces de hacer sufrir a un animal que no les ha hecho nada.

Porque esto es lo importante. Esos animales, no han hecho nada. Y aunque lo hubiesen hecho, ¿qué? ¿Puede realmente un animal hacer algo tan grave como para que alguien decida que lo mejor que puede hacer con el es darle una paliza de muerte? O a soltar veneno en un parque, llenar comida con veneno o objetos mortales o cualquier otra cerdada. No hay nada que justifique eso.

Por suerte, páginas como esta denuncian todos los casos de este tipo que saltan a la luz. Recopilan noticias, posts y estados en las redes sociales que sirven para conformar un red que alerta a los dueños de todos los posibles casos y a la vez sirve como apoyo a todos los que lo han sufrido.

La otra cara de todo esto es ver el número de caso de los que se hacen eco. Las noticias son constantes y provienen de todos los puntos del estado, demostrando que este tipo de actuaciones no son hechos aislados, no son algo que pasa muy de vez en cuando, sino todo lo contrario, y además, sucede con total impunidad.

Los casos se dan prácticamente cada semana y, aunque las penas son duras, es muy dificil capturar a los asesinos, al fin y al cabo, cualquiera puede ir paseando por un parque, dejar un trozo de comida detrás de un arbusto e irse sin que nadie se fije en el. Por otro lado, la prensa no suele hacerse eco a no ser que sea algo realmente llamativo (como por desgracia fue lo que paso en Sevilla) y la mayoría de envenenamientos se quedan en nada al considerarse que son temas locales. Algo que ya va siendo hora que cambie si se quiere frenar estos ataques de una vez por todas.

En fin, seguramente esto no vaya a acabar nunca porque hay mucha gente que solo puede satisfacer sus míseras vidas con cosas como estas, directamente están locos y además saben esconderse muy bien. Mientras tanto, tened cuidado cuando paséis a vuestros animales o les dejéis sueltos por ahí, puede que les estéis poniendo en peligro sin saberlo.