Anika, música fría para un clima frío

El frío que hace en Berlín en enero es exagerado. La clase de frío que logra que en cada paseo corto por la calle te imagines escenas de esa peli en la que un avión se estrella en los Andes y los supervivientes se tienen que comer a los muertos. Dicho esto, si un clima tan hostil tiene una ventaja, esa es su tendencia a influir en la música de los grupos que tocan allí. ¿Podéis imaginar cómo habrían sonado Malaria! de no haber tenido que quemar las pelucas de Nina Hagen para mantenerse con vida en invierno de 1982? Bueno, sí. Habrían sonado como los putos Pegamoides. Anika mantiene viva la tradición alemana de hacer música que suena como si hubiera sido grabada dentro de un búnker cubierto de nieve. Nacida en Alemania y criada en Bristol, su LP homónimo producido por Geoff Barrow hizo que todos los críticos musicales la compararan con Nico, olvidando mencionar que el disco contenía también algunas de las más honestas y efectivas canciones pop que se hubieran grabado en aquel 2011. “Masters of War”, por ejemplo, era el mejor tema dub-punk que nunca llegó a publicarse en 1976.

En enero tocó en el segundo festival BUFF® Non Flat Music. Para los que se perdieron el primero en Barcelona, son conciertos que te invitan a cambiar la manera en que experimentas la música, a realizar un cambio de actitud. En esta segunda edición, dejamos las ruedas y la tierra atrás para ¡lanzarnos sobre el agua en un barco!. Mientras flotábamos entre las riveras cubiertas de nieve, flanqueados por edificios de principios del siglo XX y muros cubiertos de graffiti, Anika inició su versión de “In The City”, de Chromatics. Y en su transformación de los cálidos tonos de sintetizador en un gélido post punk, todos los presentes empezamos a sentirnos más abrigados. En el vídeo de abajo, puedes ver una parte de la actuación, junto con "Dear Us", un dúo de electrónica que también tocaron.