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Cultură

El peldañito y los colores

Así fue la fiesta J&B Night of colors de Barcelona.

Había un peldañito en la puerta en la fiesta J&B Night of colors de Barcelona. Todo el mundo tropezaba al entrar en el FAD y, claro,  su rostro cambiaba. Venían guapos de casa con la cara de llegada perfecta pero con el tropiezo su ego caía y sus ganas de baile aumentaban. Todo esto lo creaba el peldañito. Enseguida se subastaron unas pinchadiscos mujeres, de nombre Visitas Únicas, y después un DJ que estaba hecho de pelo, el famoso RaverJewish. De lejos solo veías un vaivén velludo. Un señor Casimiro. Antes de dar el relevo, regaló un consejo: “no dejéis que el máster baje del rojo". Las luces lo contrailuminaban con unos visuales resultones. Eran prismas.

Esta apuesta por los colores creó un ambiente cálido y refrescante en plena noche de invierno. Atmósfera veraniega en diciembre. Se reflejaba en las pupilas. El volumen también. Hasta que actuó un grupo en formato sólo-platos. La compañía Mendetz. Uno de ellos con cuarenta de fiebre porque una vez al año se pone pachucho extremo. La última le coincidió con una feria de moda y puso nombre a sus anginas: Matilde. Ocurrieron confetis, alegría, gayumbos y bragas. Otro miembro de esta banda empalmó dos veces la misma canción y para mantener su anonimato lo llamaremos DJ Repeat. Creó un bucle. Con él, los mozos y mozas se menearon cada vez más y mejor.

Quedaba poco y la cosa iba por todo lo alto ya. Fue entonces cuando otro del mismo conjunto musical -para nosotros DJ Eject- sacó un disco a medio sonar. Un numerito que completaron cerrando con una canción suya. Smells like teen spirit creo. No, me parece que fue Escalera. Bueno, una de estas dos. Fue una noche redonda y las fans tararearon. Pero no vino Diego y, la verdad, pensábamos que esta vez sí vendría.