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Cultură

Sin tongo no hay paraíso: Jorge Díaz se lleva la final de “Supervivientes”

Nadie esperaba que ganase Jorge Díaz y sin embargo pasó. Desarrollamos los cinco puntos clave para entender el porqué.

Todas las imágenes de Telecinco vía Twitter

Se despidió "Supervivientes" con un resultado más o menos inesperado: la victoria de Jorge. En una gala sin mucha chispa, algo desangelada y marcada por la eliminación de Mila Ximénez antes de la última votación, el programa quedó a expensas de dos concursantes, Jorge y Yola Berrocal, que representan un perfil ganador muy habitual en los reality shows made in Spain. Aquí tienes un resumen de la gala en cinco puntos o aspectos clave.

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Resultados a la carta

Segundos después de informar a la audiencia que Mila Ximénez estaba eliminada de la final y quedaba como tercera finalista, Jorge Javier Vázquez se dirigió a la cámara acordándose de los que habían insinuado, e incluso asegurado, que la victoria de Mila estaba garantizada por expreso deseo de Telecinco.

Fue una rabieta bastante absurda, como si ya tuviera muy claro que si no ganaba su amiga y compañera ese sería su primer mensaje al público. "¿Veis como no hay tongo?".

Y no hay nada más sospechoso que el sospechoso que intenta demostrar constantemente que no es culpable. A mí, por lo contrario, que no haya habido tongo me parece peor que si lo hubiera habido. Si es que no lo ha habido: ¿quién nos asegura que, en realidad, Mila podía estar en la final pero a la cadena le ha interesado más que no?

El antitongo es el nuevo tongo

En los reality shows el tongo es básico, absolutamente necesario: acostumbrados como estamos a que el telespectador vote siempre 'mal', entre otras cosas porque lo hace siguiendo impulsos emocionales y no criterios televisivos, la injerencia, manipulación o orientación del voto por parte del programa no solo es un elemento tolerable en estos formatos, sino también muy necesario.

Quiero pensar que Telecinco ha preferido eliminar a Mila a conciencia. Pero no para evitarse suspicacias y comentarios sobre la fiabilidad del resultado, que eso a Paolo Vasile entiendo que se la trae al pairo, sino porque al final le ha interesado más el rol de Mila como perdedora que como ganadora.

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De la misma forma que Belén Esteban, sospechosa vencedora de "Mira quién baila" y "GH Vip" según buena parte de la audiencia, televisivamente es mucho más atractiva y llamativa como vencedora, con todo lo que eso conlleva –falsa realidad, humos, creerse algo que no es…–, quizás se ha entendido que Mila puede ser más útil y rentable como derrotada. El antitongo es el nuevo tongo.

Jorge ¿quién?

Si damos por verídico y real el resultado final -y eso ya es mucho confiar- la victoria de Jorge es un claro reflejo del gusto y criterio del espectador de realities.

No es la primera ni la última vez: el personaje gris, diplomático, insulso y poco televisivo es el que en muchas ocasiones acaba llevándose el gato al agua. Y el caso de este modelo es uno de los más flagrantes y elocuentes: ha pasado de puntillas por el programa, apenas ha buscado conflictos de peso, a excepción de sus roces con Yola, que los ha tenido hasta el apuntador, y ni tan siquiera ha sido capaz de cumplir con la única misión que le tenía asignada el programa: tener algún escarceo sexual con Steisy.

Su talento para ganar las pruebas de líder, que semana tras semana le han mantenido lejos de las votaciones y las nominaciones, ha sido clave para que haya llegado a la final sin despeinarse.

Jorge tiene menos futuro televisivo que La Veneno

Muy probablemente a la segunda nominación, y en lucha con algún concursante de peso, Jorge se hubiera ido a su casa, pero la dinámica del concurso, que también premia a los que responden al perfil de 'supervivientes', le ha mantenido con vida hasta el último día.

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¿Y ahora qué?, se preguntará el espectador. Ahora nada: con Mila Ximénez de vuelta, y con Yola Berrocal convertida en el pim pam pum del verano para el entorno Sálvame, Jorge tiene menos futuro televisivo que La Veneno.

Últimas humillaciones

Llegar en globo a un plató de televisión es, cuando menos, ridículo. Habitualmente a Supervivientes le gusta jugar a este tipo de tonterías pirotécnicas para darle más empaque a la final: si en la primera gala se trata de sobrevolar la isla en helicóptero y lanzarse al agua, en la final fue un globo aerostático.

Asomaban la cabeza Mila Ximénez y Jorge –le seguiremos llamaremos Jorge porque tres meses después seguimos sin saber quién es; y así…– con ese look característico de homeless acicalado y nos debatíamos entre la ternura, la pena y el regocijo.

Cuando parece que las penurias, las humillaciones y el calvario han finalizado, el programa se reserva la última noche para rematar la faena

Es la grandeza de este programa. Nunca tiene suficiente, siempre quiere más y más: cuando parece que las penurias, las humillaciones y el calvario han finalizado, el programa se reserva la última noche para rematar la faena.

Obligan a los finalistas a volver el mismo día de la final y a vestirse como si aún siguieran en la isla: esas imágenes de los concursantes limpios, duchados, comidos y aseados pero con el mismo atuendo que lucían cuando las estaban pasando putas es uno de los grandes momentos de cada final.

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Es como decirles: "vale, habéis llegado hasta aquí, pero nos encargaremos que en vuestra noche más especial sigáis pareciendo unos pobres desgraciados".

Zombis bajo el agua

Una buena manera de provocarle una bajona importante a los productores de The walking dead sería, por ejemplo, enseñarles el momento en que Yola Berrocal se sumergió en un recipiente lleno de agua y hielo para saber cuánto podía aguantar sin respirar.

Un zombi de verdad, sin maquillaje ni efectos especiales, a cara descubierta, y mucho más aterrador que los muertos vivientes de poca monta de la serie: ni los mejores corredores de ultrafondo al término de una gran prueba lucen peor careto que Yola en su regreso a España.

La prueba de la apnea fue lo que, en términos futbolísticos, se conoce como un sorteo teledirigido.

Era evidente que en una prueba de estas características Jorge conseguiría el pase directo a la final. Llevaba varios meses llevándose este tipo de competiciones, con la única oposición de Carla, así que estaba cantada su clasificación. El chaval se limitó a cumplir expediente y a conseguir el tiempo necesario para hacerse con el hueco deseado.

Gran mérito el de este tipo: se plantó en la final a base de ganar pruebas de líder, por simple consistencia y resistencia física. Y sí, podrá aguantar cinco minutos bajo el agua, pero vídeos y show televisivo… ni un puto segundo.

Suso: perdedor ganador

Un tipo que no tiene el menor reparo en aparecer ante millones de espectadores vestido únicamente con un bañador de slip ridículo tiene todo mi respeto. Y si minutos después tampoco tiene la menor vergüenza en arrastrarse por el suelo para abrazar a su chihuahua o en reconocer que ha vuelto cachondo como un mandril, entonces es evidente que el personaje merece nuestra consideración.

Suso quedó eliminado en la penúltima ronda de la noche porque así estaba escrito. No sé si por un guionista disfrazado de notario o simplemente porque era lo que tocaba. Pero estaba claro el desenlace del enfrentamiento entre este y Yola: un duelo a muerte entre Mila y Yola antes de dirimir la verdadera finalísima del programa tenía mucho más morbo que uno entre Mila y Suso.

El exconcursante de "Gran Hermano" ha dado mucho más vídeos y juego televisivo que buena parte del casting de esta edición

Pero Suso ha sido un perdedor con alma de ganador. El tipo se ha ganado el sueldo a lo largo de todo el concurso: maleducado, soez, agresivo, airado, inconsciente y malhablado, el exconcursante de "Gran Hermano" ha dado mucho más vídeos y juego televisivo que buena parte del casting de esta edición. Habrá cobrado una décima parte de lo que ha trincado Dulce, pero su rendimiento no admite la menor duda.