Publicidad
Publicidad
Se fue al hotel, escuchó el disco cantado en darija –el dialecto del árabe que se habla en Marruecos- y se entusiasmó tanto que llegó a obsesionarse con el James Brown marroquí, como le ha bautizado. Fue imposible encontrar nada en internet sobre él, así que siguió viajando a Marruecos y preguntando, hasta que dio con alguien que había tocado en Golden Hands, una de las bandas que por aquella época compartió escenarios con Fadoul. Quería conocerle, pero le dijeron que había muerto en Casablanca en 1991. Tenía 50 años.El siguiente paso natural fue buscar a su familia. Preguntando a amigos de juventud, llegó hasta el barrio de Casablanca al que se mudó su hermano. Al llamar al timbre apareció Doha Fadoul, una chica de 21 años, que resultó ser la sobrina del cantante y compositor. No le había conocido porque Doha nació cuando él ya había fallecido y ni siquiera había oído hablar de él, a pesar de que su padre es el hermano del artista desaparecido. Los padres de Doha no quisieron hablar de la muerte de Fadoul, pero accedieron a pasar la tarde con el productor berlinés hablando de su música."Aún conservaban dos discos de Fadoul, que no habían vuelto a escuchar desde hacía décadas porque no tenían tocadiscos" . Hasta un día, el año pasado, en el que Stürtz les llevó uno. "Pasamos un rato estupendo escuchando su música", recuerda el productor.
Publicidad