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Hablamos con Barrett Brown desde la cárcel

Brown es el periodista que fue erróneamente nombrado portavoz de Anonymous y que se enfrenta a un siglo de dificultades en una prisión federal estadounidense por amenazar a un oficial del FBI, por haber ocultado las pruebas que obstruían su orden de...

Fotos de Nikki Loher.

Desde mi primer artículo de Barrett Brown, se ha presentado un pequeño avance en su caso. Brown es el periodista que fue erróneamente nombrado portavoz de Anonymous y que se enfrenta a un siglo de dificultades en una prisión federal estadounidense por amenazar a un oficial del FBI, por haber ocultado las pruebas que obstruían su orden de detención y por compartir datos dentro de una sala de chat IRC que contenía información de tarjetas de crédito robadas de clientes de Stratfor (una compañía de seguridad a la que le robaron cinco millones de emails internos). Mientras Barrett todavía está encerrado en la prisión federal, esperando ver a un juez, la noticia es que su madre se declaró culpable por haber ocultado al FBI los ordenadores del periodista. Esto le ha costado a la mujer una multa de cien mil dólares y seis meses de libertad condicional. Además, Jeremy Hammond, el hacker que está acusado por filtrarse en Stratfor, lleva 13 meses en una prisión norteamericana sin ser juzgado. Su caso ha sido atrasado porque se supo que la jueza que fue designada a su caso, en principio para ayudarle, es la esposa de un hombre cuya información fue puesta en peligro por el hacker de Stratfor. Hace un par de semanas, Barrett Brown me llamó desde la cárcel para hablarme de su caso. Discutimos las complejidades de su historia en dos tiempos de 15 minutos, que era lo que permitían las restricciones de su encarcelamiento.

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VICE: Tenemos muy poco tiempo, así que vayamos al grano. Mucha gente dice que eres el portavoz de Anonymous. ¿Qué respondes a eso?

Barrett Brown: No lo soy. Lo he negado durante dos años. Cada vez que me lo preguntan la respuesta es que no lo soy. La primera cosa que encuentra la gente cuando me busca en google debería ser un artículo de D Magazine en el cual explico esto. Nadie es el portavoz de Anonymous. No funciona así. No apoyo todo lo que hace Anonymous. No me gustan muchos Anons. Apoyaba las dinámicas que representa y soy mucho más que un defensor (y lo seguiré siendo) de estos nuevos tipos de comunidades como medios de expresión en internet. El siguiente paso que daré será implantar algunas de estas comunidades, algo más estructuradas que Anonymous para que puedan perpetuarse y crecer, manteniendo las cualidades esenciales de ese grupo. Me he identificado con ellos durante dos años, pero una de las cosas interesantes para mí es cómo todos los artículos se refieren a mi persona como el autoproclamado portavoz de Anonymous. Todos se copian el uno al otro. Incluso te llamaste a ti mismo Cobra Commander.

Ah, sí, me llamé así después de que un periodista de NBC Nightly me llamara el “comandante oculto de una nueva guerra”. Un nombre ridículo. Sí, la verdad. ¿Qué opinas de tus cien años de condena? He sabido durante mucho tiempo que acabaría en la cárcel. Hay varios documentales donde digo que sé que voy a ir a la cárcel en algún momento. No puedes hacer estas cosas y no caer en el radar del FBI sin represalias. No quiero hablar contigo sobre el caso o las personas involucradas en este tema, pero no estoy muy preocupado por eso. ¿Por qué no estás preocupado?

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Simplemente porque lo sé, sé cuánto tiempo estuvieron allí vigilando nuestras cosas… Sé que los documentos y registros de mis actividades están disponibles. Están tratando de decir que yo difundí la información de las tarjetas de crédito a propósito, aunque yo me opuse a ello. No son conscientes de eso y, obviamente, sé lo que hay en esas pruebas… yo siempre me he opuesto a la difusión de las tarjetas de crédito. ¿Enviaste tú el link?

Envío links todo el tiempo.  No recuerdo cuándo exactamente, tendré que revisarlo, todavía no he visto las pruebas. El descubrimiento. Eso es lo que espero. Pudieron haber sido los hackers. Igual postearon algo diciendo: “Ok, aquí están las cosas de Stratfor”. En términos generales, las cosas de Stratfor, igual eran emails. Pero resulta que, en el archivo de mensajes de correo electrónico, también estaba la información de tarjetas de crédito que Stratfor había cifrado. Vale, ¿así que no fue en plan, “Oh, aquí está el archivo de las tarjetas de crédito?”

¡No! ¡No! ¡No! No tenía ninguna razón para hacer eso. Quiero decirlo una vez más, tal y como el FBI me estaba vigilando, sabían claramente lo que yo publicaba. Me metí en una discusión prominente con un Anonymous sobre la difusión de información de tarjetas de crédito. Públicamente, te diré que WikiLeaks posteó en Twitter, un documento de Pastebin que escribí y lo llamé "On Stratfor" en el que aludía al hecho de que no estoy de acuerdo con que la información de las tarjetas de crédito se difundiera. El hecho es que ellos están tratando de golpearme con todas esas cosas… eso lo esperaba, pero no es defendible. ¿Cómo empezaste a involucrarte en la investigación de las empresas de seguridad?

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Con el incidente HBGary. Cuando los hackers de Anonymous se filtraron en HBGary [la empresa de seguridad] y se llevaron todos sus correos electrónicos, ya me tenían fichado, y también a otras personas que buscaban por todos esos correos electrónicos, para averiguar lo que estaban haciendo. En ese momento lo único que sabíamos era que ellos estaban decididos a exponer a Anonymous y localizar a todos los activistas. Luego nos enteramos de que había más cosas que estaban pasando y se convirtieron en un gran problema. El director ejecutivo renunció, entonces la historia se extinguió. Estaba vigilando toda esta historia de los contratistas de inteligencia y de la comunidad de inteligencia que tienen intereses en el mundo online. Este es mi principal problema y lo será para el resto de mi vida, estoy seguro de ello. La importancia de esto, en comparación con la atención de los medios es que… esto es realmente la fiebre del oro. Es algo donde suceden las cosas importantes , y van a seguir ocurriendo en los próximos 10 a 15 años, en términos de cómo los gobiernos utilizan internet para buscar intereses que no están a favor de la libertad. Desde su punto de vista, hay un potencial increíble para tomar el control de la conversación, para manipular el flujo de información importante, tanto para la democracia como para las dictaduras. Y lo que hemos visto, sólo a partir de los correos electrónicos de HBGary y otros, aquí y allá, es que está saliendo un problema endémico que debe ser tratado tan pronto como sea posible. Y no está siendo tratado por el Congreso.

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¿Alguna vez hackeaste alguna compañía de seguridad para robar sus emails? No, no soy un hacker. No sé cómo codificar ni nada de eso.

Yo era un periodista de Vanity Fair y Guardian. No tengo ninguna experiencia en absoluto en delitos informáticos. Escribo sobre estos temas también, pero la pregunta que realmente me tiene confundido es que parecías volar demasiado cerca del sol con tus relaciones con los miembros de Anonymous. Si sólo estabas interesado en el periodismo, ¿por qué escogiste operar de esa manera?

Seguía a Anonymous desde hacía tiempo y algunos de ellos me invitaron a colaborar y ayudar para que las cosas funcionaran. Y así lo hice. Cuando empezó la Operación Túnez, fue cuando me involucré directamente como participante y estuve metido en el embrollo. Fue un mes después de lo que ocurrió con HBGary cuando me detuvieron. Yo fui uno de los que HBGary había estado vigilando durante nuestro trabajo en la Primavera Árabe. Vieron nuestras conversaciones en IRC. Estábamos siendo monitorizados por cuenta de un contratista federal. Así que me lo tomé como algo personal. Todos nos lo tomamos como algo personal. Estábamos tratando de lograr algo muy importante en el Norte de África, colaborando con nuestros socios en el norte de Túnez y otros lugares. Esas empresas están en Virginia y California, tratan de hacer dinero con la información personal de los activistas que participaron en esto. Necesitábamos un entorno seguro para trabajar. No necesitamos empresas que tienen relaciones con los gobiernos, como los Estados Unidos, que tienen datos muy variados en cuanto a su relación con las dictaduras en el Medio Oriente, no necesitamos que espíen nuestras operaciones cuando tenemos tunecinos en ese país tratando de tomar el control de su país. Así que, en ese momento, mi principal antagonista cambió a ser los contratistas estadounidenses. Yo ayudé a que la historia se apoderara desde el principio. ¿Qué tienes que decir acerca de software como Tartan, el programa online que fue creado para interrumir los grupos activistas  como Occupy o TrapWire, la cámara de vigilancia con software de monitorización que dice ser "más preciso que el reconocimiento facial" en tecnología?

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TrapWire es una de un conjunto de cosas preocupantes que ha aparecido recientemente. Persona Management [la tecnología que llena la red de falsas pero creíbles identidades en redes sociales para impulsar la propaganda] es otra de ellas. La situación con TrapWire me preocupó mucho, aunque me inquietaba más cómo cubrieron la historia. El New York Times lo desestimó. Si te lees la historia sobre TrapWire, verás que citaron a un funcionario no identificado de Seguridad Nacional diciendo que no era un gran problema. Esa fue su investigación. Es ridículo. Existe un problema con la pereza de los medios de comunicación. El hecho de que no había artículos, junto a ese artículo malo, era muy alarmante. Quiero que la gente reconozca que tanto yo, como Telecomix, (que había seguido ya a Cubic [la sociedad matriz que posee Tartan y TrapWire] durante años anteriores) estábamos en lo cierto acerca de esa historia. TrapWire en sí, no es lo más preocupante que hemos encontrado, en la mayoría de los casos estoy más preocupado por cómo fracasan los medios de comunicación más que los de tecnología. Debido a que en este entorno, los gobiernos y sus contratistas pueden extraer todo lo que quieran sin temor a que haya una reacción exagerada a ello. La reacción de TrapWire me pareció ridícula también, ya que no hay casi ninguna información al respecto todavía y todos lo han descartado como una amenaza. Pero más allá de TrapWire, ¿cuál dirías que es la tecnología más amenazante que han descubierto ProjectPM y Telecomix?

Persona Management. Es reconocida en la industria por tener una gran cantidad de "potencial" en términos de lo que los gobiernos quieren, que es la capacidad de manipular la información y la difusión a la gente, es decir, que se infiltran en grupos. Nosotros, como público o periodistas, incluso los contratistas, no sabemos el nivel de tecnología que existe dentro de ese sector. Hay miles de empresas así con sus puestos de trabajo clasificados. Unas empresas hacen un trabajo y otras hacen otros. Pero lo que sí sabemos es que el gobierno de Estados Unidos y la mayoría de los demás gobiernos han traicionado al país varias veces, en cuanto a vida privada y la propaganda se refiere. Y tratan de mantener sus tecnologías fuera del pueblo estadounidense. ¿Crees que alguna vez has hablado con un títere, es decir, con una persona falsa desarrollada a través de Persona Management?

No, lo dudo. Mi preocupación no es tanto dónde están ahora, sino dónde van a estar en los próximos 10 o 15 años. Si te fijas en la patente, que hemos vinculado en la página de administración de Persona Management en ProjectPM, verás que hay una serie de áreas que podrían mejorarse, pero no, no creo que sean amenazantes ahora mismo. ¿Crees que habrá un punto de inflexión en la opinión pública?

Es difícil decir cuándo saldrá este tema, el punto de ruptura es casi lo más arbitrario. Mi objetivo los dos últimos años ha sido y seguirá siendo hacer que esto salga a la luz. Todavía soy capaz de hablar fuera de esta cárcel, todavía tengo el poder de forzar este asunto, esté o no esté encarcelado por un tiempo o si salgo… lo que sea. De cualquier manera, otras personas en este movimiento y yo mismo vamos a tratar de hacer que eso suceda. Todos, especialmente los periodistas, deberían estar interesados ​​en esto. Deberían saber más sobre ello. Gracias, Barrett.

Sigue a Patrick en Twitter: @patrickmcguire