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Kim Jong no está enfermo. Está muerto.

Hablamos con un asesor de duelo para intentar hacernos una idea de lo que 23 millones de norcoreanos deben estar sintiendo ahora mismo

Al igual que tú, yo también me pasé ayer al menos 15 minutos mirando las imágenes del pueblo de Corea del Norte desmoronándose por la pérdida de su Amado Líder. A continuación me pasé 5 recordando cómo me sentí cuando murió Diana; esto supuso, dicho llanamente, un profundo bochorno para todos. Y después, como coup de grace a mi día laboral, me pasé 7 minutos más tratando de localizar a un asesor de duelo que respondiera a mis astutas y solidarias preguntas acerca de las exhibiciones de pesar en masa de una forma igualmente astuta y solidaria, como corresponde a alguien ocupando tal puesto. A quien encontré, gracias a un artículo de La Vanguardia, fue a José Carlos Bermeda.

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El Centro de Escucha San Camilo, del cual él es director, es filial de otro, cuyo nombre tiene resonancias esotéricas: el Centro de Humanización de la Salud (a mí no me preguntes), una rama clínica dedicada a ayudar a la gente durante el difícil de trance de superar la pérdida de un ser querido. Aunque no puedo imaginar que nadie que esté leyendo esto esté muy afectado por la pérdida de alguien a quien se llegó a conocer como “el malo” de Team América: la policía del mundo, piensa por un momento en los 23 millones de personas que tienen por delante diez días luto oficial como guinda de la posibilidad de otros 50 años de vivir aislados del resto de la humanidad. Esto es lo que José Carlos cree que deben estar sintiendo, tal como nos respondió a través del email.

¿En qué consiste el luto masivo desde una perspectiva psicológica?

El fallecimiento de una persona con significación pública y liderazgo en colectivos más o menos grandes (más allá del tipo de liderazgo) genera reacciones no solo personales (en lo íntimo de la mente y el corazón), sino también manifestaciones colectivas asociadas al fallecimiento. Estas manifestaciones contribuyen a expresar los sentimientos de un pueblo (un colectivo, según de quién se trate) que no siempre están relacionadas con el dolor personal, si no con el significado social de la desaparición de la persona, que suele ser vivida como un bien social para quienes viven esta experiencia. Esto no significa que la persona fallecida sea un bien social para todos los individuos de la colectividad, si no que es experimentado así para quienes se expresan porque seguían su ideología, porque obtenían beneficios tangibles de tal persona o porque cultivaban con ella relaciones significativas de otra naturaleza. El efecto de la masa produce también reacciones de contagio y generalización o imitación por motivaciones variadas.

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En los casos en que la gente guarda un luto masivo, ¿necesitan a veces la atención de un especialista?

No necesariamente. La intervención de un especialista no está asociada a la variable de ser un luto masivo, si no al modo de vivir el duelo personalmente; es decir, a la posibilidad de que se trate -en algunas personas- de un duelo complicado o patológico, interpretado el mismo siempre dentro de la cultura en la que se produce. Existen herramientas técnicas fruto de la investigación, que facilitan la identificación de duelos complicados y patológicos.

¿Has tratado a alguien en tal caso? 

En nuestro centro hemos atendido más bien duelos por pérdidas de familiares y algunos duelos por pérdidas de personas fallecidas en situaciones de catástrofes naturales y producidas por el hombre, pero no duelos asociados al fallecimiento de personajes relevantes de la sociedad que se hayan complicado en nuestros usuarios.

En la hipótesis que tuviéramos usuarios de este tipo, independientemente del origen masivo, nos centraríamos en la experiencia personal para acompañar a la persona a realizar un duelo saludable a nivel cognitivo, afectivo, conductual y espiritual.

¿Qué diferencias hay entre cómo experimenta la gente el luto masivo cuando se trata de la muerte de algún famoso y cuando se trata de, por ejemplo, un atentado terrorista?

Cuando se trata de un atentado terrorista predomina mucho más el sentimiento de indignación, rabia e injusticia por la causa del fallecimiento. En el caso de una persona famosa, si fallece por motivos naturales, no se viven de la misma manera estos sentimientos, si no que puede predominar más la pena y la posible sensación de indefensión en relación al significado de la persona famosa.

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En el caso de Corea del Norte, y a juzgar de estas imágenes, ¿crees que la gente del país necesitará atención psicologica?

Algunas de las imágenes que hemos visto por la televisión son, a mi juicio, expresiones colectivas de rituales de luto muy asociadas a las características del lugar y de la cultura, así como a los sentimientos que produce en algunos ciudadanos. Viajando por diferentes países he podido comprobar cómo hay muchas manifestaciones que a mí me parecen raras o desproporcionadas y que, preguntando por ellas, he comprendido que forman parte de costumbres y de la idiosincrasia del lugar. Los ritos, las expresiones colectivas de sentimientos, incluso cuando son casi miméticas o repetidas o similares las de unos a otros, pueden contribuir a la vivencia del significado de la pérdida en general. La valoración del significado personal para cada uno no es posible si no es dialogando con cada individuo y con competencia cultural. En principio, si no hay riesgo de daño para uno mismo y para los demás, no veo que sean indicadores de necesidad de atención médica, si no que pueden apuntar a un momento concreto en el desarrollo de la colectividad en un proceso que esperemos sea hacia una mayor humanización.

¿Crees que crear un culto a la personalidad de un líder es bueno para la salud psicológica de sus habitantes?

El ideal de vínculos saludables entre los seres humanos es la libertad, es decir, la sana interdependencia en el sagrado respeto de la dignidad e igualdad de todos los seres humanos. En este sentido, los diferentes países nos encontramos en distintos grados de conquista del respeto de dicha dignidad. La condición humana está llamada a promover el respeto de todos, independientemente del momento histórico y de la evolución socio-política en que se encuentre. Hemos de conquistar espacios de no dependencia o sumisión producidos por dinámicas que no sean fruto de la libertad.

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Los seres humanos nos adherimos a líderes sociales, políticos, religiosos por motivaciones diferentes. Cuando la adhesión no tiene sabor de libertad, de democracia, de confrontación abierta con el resto del mundo, psicológicamente se puede generar una reacción no saludable de dependencia de un "padre" (en términos psicológicos) que protege y "salva", más que de un representante carismático de valores que contribuyen al desarrollo maduro de las diferentes personalidades. Ciertamente el fallecimiento de este tipo de "padres" puede generar sentimiento de indefensión.

¿Qué papel juegan los medios en contagiar el luto masivo?

Los medios juegan un papel fundamental. Los seres humanos también tendemos a imitar. Incluso esta afirmación tiene su sustrato en nuestro sistema neurológico (neuronas espejo). Es obvio que si no viéramos ciertas imágenes, muchas personas no nos comportaríamos nunca de algunas maneras como lo hacemos, que son, claramente, resultado de comportamientos de masa más que expresiones del sentimiento personal o del significado que la pérdida tiene en el corazón. Ahora bien, también los medios son expresión del lugar y del modo de vivir. Se construye cultura ("se cultiva") también en función de lo que se comunica, cómo se comunica y lo que no se comunica, así como lo que se prohíbe comunicar. En situaciones excepcionales pueden suceder incluso situaciones extremas de intento de suicidio o suicidio consumado por reacciones exacerbadas.

¿Crees que en Corea del Norte lo están experimentando de una forma más aguda que lo que pasó con la muerte de Diana de Gales, o con los atentados del 11-M?

Son experiencias distintas. Cada persona representa un mundo diferente. Ideales encarnados en una persona famosa, víctimas de un atentado o gobernante de un país que aún no ha entrado en procesos de democratización como la mayor parte del mundo.