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La Guía Vice de Europa 2014

La Guía Vice de París

Lo mejor de París está oculto a la vista, ya sean fiestas de drag queens haciendo Voguing o raves en los suburbios.

Foto por Basile Hémidy

Puede que las huelgas de tres días ya sean cosa del pasado, pero algunas cosas aún se mantienen en la capital francesa: los DJs de tecno siguen siendo unos mamones, los camareros siguen siendo maleducados y los grandes clubes nocturnos siguen apestando. Lo mejor de París está oculto a la vista, ya sean fiestas de drag queens haciendo Voguing o raves en los suburbios.

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DÓNDE IR DE FIESTA
DROGAS
POLÍTICA, MANIFESTACIONES, ETC. / INMIGRACIÓN 
DÓNDE COMER
COMIDAS TÍPICAS
DÓNDE EMBORRACHARSE
ALOJAMIENTO
EL PARÍS GAY
QUÉ VISITAR
QUE NO TE TIMEN
NO SEAS UN TURISTA DE MIERDA
QUÉ DEBES EVITAR
PROPINAS Y FRASES ÚTILES
MÚSICA PARISINA QUE MOLA
VICE CITY MAP

Foto por Melchior Ferradou Tersen

DÓNDE IR DE FIESTA

Por desgracia, París está lleno de clubes de mierda con porteros violentos donde la gente solo va para enseñar sus modelitos. Si de verdad quieres salir de fiesta, ignora cualquier propuesta salvo la del Rex (1 boulevard Poissonière, 2o arrondissement), La Java (105 rue du Faubourg du Temple, 10o arrondissement) o La Machine du Moulin Rouge (90 boulevard de Clichy, 18p arrondissement). Estos tres sitios son donde la gente sale a bailar de verdad.

En el centro de París, los clubes más famosos son el Social Club, el New Casino, el Wanderlust y Chez Moune. Allí encontrarás el cóctel habitual de porteros agresivos y con pinta de brutos, copas caras y seres despreciables en general, pero a veces se traen DJs decentes, así que merece la pena consultar su programación.

Cerca del Canal Saint Martin, encontrarás el Comptoir General (80 Quai de Jemmapes, 10o arrondissement) un sitio moderno donde se montan exposiciones y se organizan proyecciones. Se convierte en una gran discoteca durante el fin de semana, así que este sitio es, sin duda, el mejor sitio de París donde beber ponche rodeado de cuadros de dictadores africanos.

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También merece la pena echarle un ojo a fiestas como las de Concrete, que se montan en un barco en el Quai de la Rapée. Programan a artistas franceses, pero su punto fuerte es que estas fiestas tienen lugar mientras la mayoría de los parisinos duerme, por ejemplo, a las 7 de la mañana de un domingo.

Si de verdad quieres salir de fiesta hasta las primeras horas de la mañana, mejor que salgas del centro de París. El colectivo 75021 monta muchas fiestas a las afueras, en el 6B en Saint-Denis (6-10 Quai de Seine, 93200 Saint-Denis). Este sitio tan grande es el hogar de 161 DJs residentes y es uno de los pocos lugares donde puedes bailar sin frotarte accidentalmente con desconocidos todo el rato. Tiene muchas salas distintas con pistas de baile y otros lugares donde podrás limitarte a echarte en un sofá.

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Foto por Maciek Pozoga

DROGAS

Las drogas en París tienen una reputación bastante mala y suelen cortarlas con todo tipo de mierdas, pero esto no es un inconveniente para la gente que las toma. Las drogas más famosas son la marihuana, la "shit" (así llaman con cariño al hachís), la cocaína, el crack y el MDMA.

Suelen ser fáciles de encontrar, aunque ya te puedes imaginar la calidad de mierda que suelen ofrecer los camellos callejeros. París está bastante lejos del puerto más cercano, así que es probable que por ejemplo la cocaína haya sido cortada infinitas veces antes de llegar a tus manos.

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La maría y el hachís suelen ser caros, rondan los 12-25 € el gramo, pero es lo más fácil de pillar. Te encontrarás con un montón de camellos callejeros ofreciéndote "beuh, coca o shit" por las zonas de Pigalle, Blanche o Barbès-Rochechouart. La rue Emile Cordon en Saint-Ouen es un mercado al aire libre muy conocido entre los parisinos… y la policía. No es recomendable pillar por esas calles.

La compraventa de marihuana y hachís es un acto delictivo con penas de cárcel y una multa de entre 50 € y 1.700 €. Las leyes son estrictas pero la policía no siempre las aplica. La mayoría de las veces te confiscan lo que has comprado, te riñen un buen rato y, si eso, te ponen una pequeña multa.

El crack ha llegado a las periferias de Stalingrad,Barbès, Chateau Rouge y Porte de la Chapelle y está siendo su perdición. La estación de tren de la zona de Saint-Denis se ha convertido en el centro neurálgico del crack en la zona de la Île-de-France, donde te podrás encontrar con los consumidores de crack más entrañables. Por favor, no vengáis a mi ciudad para pillar crack, no seáis gilipollas.

En cuanto a las drogas de fiesta como el éxtasis (unos 10 € la pastilla), la coca o el MDMA (50-80 € el gramo), la gente suele pillarlas en los grandes clubs. Ten claro que la policía es menos permisiva con este tema, de modo que si te pillan podrías acabar realmente jodido.

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Imagen vía

POLÍTICA, MANIFESTACIONES, ETC.

Hoy en día, París posee unas leyes muy estrictas en lo relativo al movimiento okupa y los pocos edificios okupados ilegalmente ya están fichados (o están siendo observados) por las autoridades locales. La Miroiterie (88 rue de Ménilmontant, 20to arrondissement) era de las mejores casas okupas donde la gente organizaba buenos conciertos mientras evitaban el desahucio. Por desgracia, una de sus paredes se derrumbó en abril, hiriendo a dos personas, ya ha cerrado definitivamente.

Si tienes ganas de protestas callejeras, los primeros domingos de mes en la Bastilla se celebra una “Vélorution” donde los ciclistas se juntan para parar el tráfico.

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Si te gusta montar follón, visita la sede de FEMEN en Clichy (4 rue du port), donde se pasan el día haciendo flexiones y entrenando con sacos de boxeo para estar en forma cuando se enfrentan a la policía. Su líder, Inna Schevchenko, probablemente te explique los mejores argumentos que justifican el "feminismo en topless".

Como contrapunto político, desde que se legalizó el matrimonio homosexual, los derechistas han estado protestando contra el gobierno con sus “Manif pour tous” (Manifestaciones para todos). Su cuenta de Twitter @LaManifPourTous es una letanía de indignación y causas perdidas.

La imagen que damos los franceses es que iniciamos una huelga cada tres días, pero la verdad es que nunca habíamos estado tan apáticos como hasta ahora. Últimamente, las mayores protestas las han organizado personas que creen que hay que tomarse la Biblia al pie de la letra, de modo que estamos bastante lejos de Montaigne y Voltaire. Hoy en día la gente odia a los sindicatos tanto como a los políticos, así que ya resulta raro ver a alguien sacar su lucha a la calle.

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Foto por Arthur Liminana

INMIGRACIÓN

A la mayoría de los parisinos les gusta decir que son multiculturales y que ya no se fijan en si hay inmigración. Esto se debe a que la gente trata a los inmigrantes como como al resto de sus colegas parisinos: ignorando su existencia. Existen importantes comunidades de inmigrantes a las afueras y notarás que hay calles y barrios donde son mayoría ciertas comunidades. Por ejemplo, la zona de la Rue du Faubourg Saint-Denis entre la Gare du Nord y la estación de La Chapelle está llena de restaurantes indios excelentes, colmados y tiendas donde puedes pillar música e instrumentos indios.

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Foto por Melchioser Ferradou Tern

DÓNDE COMER

Phô 14

Phô 14 (129 avenue de Choisy, 13er arrondissement) es la mejor cantina del 13er arrondissement. La comunidad vietnamita acude allí cada día, formando un constante alboroto. El local parece un poco deprimente a simple vista y tendrás que sentarte en una silla de plástico para niños, pero la comida es tan deliciosa como barata. La sopa vietnamita es excelente, sobre todo si la acompañas con una buena cerveza Saigon y unos crujientes rollitos de primavera.

Café De L’industrie

Todo el mundo sabe que París tiene más bistros que palomas, pero este en concreto destaca por lo barato de sus precios: en el Café de l'Industrie (16 rue Saint-Sabin, 11º arrondissement) puedes disfrutar de platos clásicos (pato, salchicha con puré de patatas, filetes, etc.) por precios razonables (la salchicha con puré cuesta 8 €). La decoración está llena de motivos coloniales, pinturas africanas y retratos antiguos. Probablemente algunos gilipollas te digan que "hay mil sitios mejores que este para comer", así que si tienes dinero suficiente como para pagar más de 50 € por un plato, deberías ir a La Coupole (102 boulevard de Montparnasse, 14º arrondissement) o al Royal Vendôme (26 rue Danielle Casanova, 20 arrondissement) para no volver jamás.

Louchébem

El Louchébem (31rue Berger, 1er arrondissement) es toda una institución parisina. Este asador está situado en una antigua carnicería muy céntrica y todavía puedes llegar a ver los delantales manchados de sangre de los cocineros más torpes. Por 23,90 € puedes tomar muslitos de ternera, piernas de cordero y huesos de jamón acompañados de puré de patatas casero. Riégalo todo con dos litros de buen vino tinto francés y disfruta de la gota y de la diarrea que te provocará esta comida genial en todos los aspectos.

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Voy Alimento

Nuestro vegetariano favorito, en el 23 rue des Vinaigriers, 10o arrondissement, antes era un pequeño local donde se vendían ingredientes orgánicos importados de Sudamérica —como la malpighia glabra, la maca o la chlorella en polvo, por citar solo unos pocos—pero ahora se ha convertido en una cantina bastante barata. Por 12 € puedes tomar un menú completo a base de puré de castañas, marinada de soja, urucum y blinis de maíz morado, y eso que en esta ciudad no se consideró comida a ninguno de estos platos hasta el año 2006.

L’as Du Fallafel (o King Falafel)

Los dos locales de L'As Du Fallafel (32-34 rue des rosiers/26 rue des rosiers, 4º arrondissement) aparecen en todas y cada una de las guías de París pero por una buena razón: la comida está tan buena que probablemente tengas que hacer un poco de cola, aunque estarás entretenido mientras esperas ya que el barrio está lleno de patriarcas judíos con sus kipás, parejitas perfectas y fashionistas patéticos.

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Foto por  Melchior Ferradou Tersen

COMIDAS TÍPICAS

Macarons franceses

Si comer macarons forma parte de tu idea de postal de lo que debería ser un viaje a París, o si eres una fashion blogger buscando algo a lo que hacerle un Instagram, deberías ir a la Ladurée (75 avenue des Champs-Élysées, 80 arrondissement). Antes de que des el gusto de probar los macarons, que sepas que en la vida real sólo los toman los turistas. Pero están buenos.

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Croissants de mantequilla 

Este es uno de los pilares de la cuisine francesa y ningún visitante de París debería privarse de estas 200 calorías matinales. Un buen croissant debería estar ligeramente crujiente por fuera pero blandito por dentro. Si quieres comer los mejores de París, ve a Du pain et des idées, 34 rue Yves Toudic en el 10o arrondissement.

Los Bo Buns

Hasta hace poco, los predicadores de un estilo de vida "saludable y exótico" eran los únicos que comían estos maravillosos tazones de fideos vermicelli vietnamitas, pero hoy en día ya puede decirse que todos los parisinos los toman. Ve a Bellevile o al 13º arrondisement, los semi-míticos barrios asiáticos de París donde hasta los McDonald's incluyen caracteres chinos en sus menús.

Los Croque-Monsieur

Por culpa de la inflación, cada vez es más difícil encontrar un sándwich masticable por menos de 3€. Pero estos sándwiches con jamón y mantequilla (también llamados "los Parisinos") son uno de los tentempiés más populares de la ciudad. Estudiantes de filosofía y banqueros son los que más los comen, ignorando la tradición francesa de las dos horas de pausa para la comida. Los mejores Parisinos los encontrarás en "Chez Aline" (85 rue de la Roquette, 11º arrondissement).

Hamburguesas

Como la mayoría de las ciudades occidentales, París se ha convertido en escenario de una frenética carrera por conseguir la mítica "Hamburguesa Perfecta". Suelen ser caras, pero siempre te dejan satisfecho, así que dirígete al Big Fernand (55 rue du Faubourg-Poissonière, 9o arrondissement o 32 rue Saint-Sauveur, 2o arrondissement), donde los dueños son tan esnobs que ni siquiera usan el universal "burger" sino que prefieren el grotesco equivalente francés "hamburgé". Otras buenas opciones serían el Blend (44 rue d’Argout, 2o arrondissement) o el Beef Club (58 rue Jean-Jacques Rousseau, 11erarrondissement).

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Foto por  Melchior Ferradou Tersen

DÓNDE EMBORRACHARSE

Ménilmontant/Belleville

Las guías de viajes suelen decir de estos barrios que son "cosmopolitas y coloridos"cuando en realidad quieren decir que están llenos de colmados asiáticos y bares de apuestas regentados por inmigrantes. Durante una época nadie pasaba por allí, pero ahora todo el mundo sabe que son el mejor sitio donde ir a beber por un módico precio. En el boulevard de Ménilmontant encontrarás sin dificultad bares donde se sirven pintas por 3,5 €. Si eres un borrachín consumado de los que toman cerveza para cenar, este sitio te encantará.

La Butte Aux Cailles

Hace tiempo, La Butte auxCailles era una colina cubierta por una pradera y todavía hoy mantiene ese espíritu de pueblito, nada que ver con los grandes bulevares y avenidas masificadas que definen el centro de París. Hubo una época en la que la gente no podía beber en la calle, pero gracias a las enfurecidas protestas ahora ya se puede: esto demuestra que a veces los franceses protestan por una buena razón.

Pigalle/Montmartre

En Pigalle encontrarás turistas sexuales y en Montmartre parejas visitando la Basílica del Sacré-Coeur, pero yendo de un sitio al otro, te irás topando con un montón de bares baratos desperdigados.

Les Batignolles

Si empiezas a cansarte de París, visita el barrio menos parisino de todos. Allí encontrarás uno de los pocos parques donde podrás escuchar los trinos de los pajaritos y ver cisnes negros. Además, allí hay un antiguo hospital reconvertido en bar/restaurante donde podrás comer rodeado de jubilados.

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Le Canal De L’ourcq

En verano, los parisinos suelen agolparse en el Canal de L'ourcq. Siempre y cuando puedas encontrar un sitio para sentarte donde nadie haya meado antes, este sitio es maravilloso y tiene esclusas y puentes preciosos. Si de verdad quieres afrancesar el momento, pide un pastis en el Bar Ourcq (68 quai de la Loire, 19o arrondissement) y prueba tu suerte jugando a la petanca.

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Foto por Maciek Pozoga

ALOJAMIENTO

Si estás planeando quedarte en París durante más de tres días probablemente recurrirás a Airbnb antes que buscar un hotel. Sin duda es una decisión inteligente, en especial si consideras lo carísimos que son los hoteles parisinos.

Si es la primera vez que viajas a París, cuando busques apartamento el mejor barrio donde quedarse es probablemente Charonne, especialmente si vas en pareja. Es una de las pocas zonas que está limpia y situada en la zona Este de París, que es donde encontrarás bares abiertos más tarde de las 7 de la tarde y calles transitadas por personas reales. Hay un montón de sitios baratos que molan donde comer, beber y pasear sin miedo, siempre y cuando evites ese punto súper raro que hay enfrente del hospital Saint-Antoine, donde van las palomas a morir y que huele a vómito, mierda de pájaro y neumáticos quemados.

Si tienes algo más de experiencia en lo que respecta a París, podrías intentar buscar alojamiento en Lamarck y Jules Joffrin. Está situado en la zona Noreste de París, y es un territorio lleno de barrios aburridos y clubes semiclandestinos, pero también de salas de conciertos bastante respetadas y fantásticos restaurantes. Básicamente condensa lo peor y lo mejor de París en una sola zona. Lamarck y Jules Joffrin son menos apocalípticos que Abesses y Pigalle, y también están alejados de los horrores de Porte de Clignancourt o de Château Rouge.

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Si llevas idea de pasar más de dos semanas en París, alquilar un apartamento fuera de la ciudad podría ser una opción bastante decente. Un pueblecito cercano puede seguir dándote la impresión de estar en París, solo que con muchas menos personas histéricas y estaciones de metro. Así que, si te decantas por esta opción, Montreuil es en realidad tu única alternativa, porque es la única buena. Bagnolet es demasiado sórdido, Les Lilas está lleno de parejas jóvenes y activas con hijos a los que han bautizado como cantantes de folk, Pantin sigue luchando para encontrar su propia identidad, Vincennes es demasiado burgués y Aubervilliers es demasiado como un gueto.

Si no te queda más remedio que alojarte en un hotel, Mama Shelter (109 rue de Bagnolet, 20º arrondisement, a partir de 79 € la habitación) es una opción bastante buena. Recuerda reservar con antelación porque esta gente obtiene todos sus beneficios con los viajeros rezagados. A ver, de acuerdo que su decoración es un poco quiero y no puedo y que sirven cócteles con nombres de álbumes de rap de los 90, pero también tienen una increíble pizzería en el vestíbulo y el hotel está justo en frente de La Flèche d’Or, una antigua estación de tren convertida en sala de conciertos. Lo más importante es que estarás cerca de Ménilmontant, una zona donde puedes ir a alquilar un apartamento en cuanto te des cuenta de que alojarse en un hotel era una idea horrible.

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Foto por Melchior Ferradou Tersen

EL PARÍS GAY

Aunque depende del barrio donde estés, París es en general una ciudad receptiva para la comunidad gay y es improbable que te peguen por ir cogido de la mano de tu novio. Aunque hay mucha gente en Francia que era reticente a legalizar el matrimonio entre homosexuales, esa gente no representa una mayoría en París.

El barrio más gay-friendly es Le Marais, en el centro de París. Probablemente te encuentres allí con el hombre o la mujer de tus sueños, pero sólo si llevas los zapatos correctos.

Si quieres experimentar la escena gay de la noche, deberías probar el Flash Cocotte. Allí se montan fiestas locas, la música es genial y todo el mundo estará colocado y bailando hasta el amanecer. Si eres una drag-queen y quieres bailar sobre el escenario, este es el lugar que te lanzará al estrellato. No llegues muy tarde o tendrás que hacer cola durante horas. Otra opción es la fiesta para lesbianas y bisexuales "Wet For Me", en La Machine del Moulin Rouge, uno de los mejores clubes de París.

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Foto por Melchior Ferradou Tersen

QUÉ VISITAR

La Petite Ceinture

Esta antigua vía férrea rodea la ciudad y está llena de jardines y estaciones de tren abandonadas. No obstante, es totalmente ilegal visitarlas, así que no vayas. LINK

Jardin Des Plantes

Este jardín botánico tan mono te ayudará a olvidarte de que estás en una ciudad completamente arrasada por la contaminación y donde se malgasta buena parte de la comida. Por allí hay algunos museos de dinosaurios, así que es una buena zona para pasar el día. LINK

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Les Puces De Saint-Ouen

Lo forman 14 mercados, cada uno con su especialidad. Está lleno de ropa, muebles y cosas antiguas y merece la pena echarle un vistazo aunque no tengas pensado comprar nada. LINK

Bois De Boulogne

La mayoría de los parques de París parecen diseñados por los escaparatistas de Harrods, pero este bosque es maravilloso. Es más del doble de grande que Central Park, tiene lagos y enormes praderas, así que merece la pena pasar un día entero allí.

Canal de Saint-Martin

Vale, en verano hay demasiada gente, pero deberías ir para tomarte algo delante del canal mientras ves cómo nadan los cisnes esquivando latas de cerveza.

La Cartonnerie

Este taller de 450 metros cuadrados es el mejor sitio para ver exposiciones de arte contemporáneo. Está en 12 rue Deguerry, en el 11ºarrondissement y está lleno de máquinas antiguas y muebles muy chulos. LINK

Le Marais/Filles Du Calvaire

Este es el barrio gay de París y donde se encuentran los mejores restaurantes. Tiene un montón de galerías de arte y si se inaugura una nueva exposición, podrás conseguir comida y bebida gratis.

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Foto por Melchior Ferradou Tersen

QUE NO TE TIMEN

Los trileros están por todas partes en París, principalmente en los puntos más turísticos. Te los encontrarás por la Basílica del Sacré-Coeur, Notre-Dame, en la plaza de Saint-Michel, en Châtelet y por la zona de la torre Eiffel. Por ahí se mueven las bandas de trileros que invierten su tiempo en robar a los turistas con el truco del bonneteau: un juego de suerte con tres cartas. El jugador tiene que apostar para descubrir cuál de las tres cartas es el rey de espadas, pero el trilero ganará el 95% de las veces.

En estas zonas, también en el Pont des Arts y Saint-Germain, serás asaltado por pedigüeños sordos que te pedirán que firmes un estudio inexistente sobre la sordera. Una vez hayas firmado, te pedirán dinero y no se marcharán hasta que se lo des.

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En Barbès-Rocherchouart te encontrarás con un montón de gente vendiendo tarjetas de teléfono o tabaco importado de África. Son muy simpáticos y ofrecen precios baratos, pero lo que venden es una mierda.

Cuidado con los carteristas del metro, sobre todo en Saint-Denis o en la línea 13 donde, por alguna extraña razón, se reúnen los ladrones más hábiles.

Otro timo famoso es el del anillo de oro. Este te lo puedes encontrar en cualquier parte de París, pero suele seguir el mismo procedimiento: se te acercarán unos chavales que te dirán que acaban de encontrar un anillo de oro en el suelo. Parecerá de oro y tendrá una inscripción patética que demuestre que es de 20 quilates. Te preguntarán si es tuyo y, aunque les digas que no, te lo darán. Después, te pedirán dinero por él porque, en cualquier caso, ¡es de oro! Aunque obviamente no lo será.

También se te acercarán los vendedores de rosas. Probablemente las hayan robado de un mercado cercano. Son tan insistentes que no tiene sentido ignorarles, mejor diles que "No" con decisión. Si eres un hombre y estás con tu chica, por lo que más quieras, no les digas algo como "No, gracias, ya me la he follado" como hacen los chavales franceses más maleducados.

Foto por Melchior Ferradou Tersen

NO SEAS UN TURISTA DE MIERDA

Todo el mundo sabe que los parisinos pueden ser unos auténticos gilipollas y aquí no lo vamos a rebatir. Sin embargo, lo cierto es que los turistas no nos importan demasiado. Nos parecen adorables cuando les vemos hacerse selfies cerca de la torre Eiffel o frotando las tetas de bronce de la estatua Dalida en Montmartre. Es bonito ver gente que realmente disfruta de estar aquí.

La excepción a todo esto son los turistas franceses que visitan la capital porque "la cultura de clubbing es mucho mejor en París". Pagan 10 € por una botella de agua de lluvia en el Colette y luego salen por los clubes de moda como el Silencio o Le Baron intentando hacerse selfies con famosillos de medio pelo, así que no resulta difícil evitarlos.

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Foto por Maciek Pozoga

QUÉ DEBES EVITAR

La gente que se declara "parisino auténtico"

Esta es primera lección que debe aprender cualquiera que visite París por primera vez: nunca, nunca te hagas colega de aquellos que hacen hincapié en lo parisinos que son. Esta gente te hará comer caracoles, visitar las catacumbas, te llevarán a exposiciones de arte en el Pompidou y te emborracharán por la zona del Pont des Arts, aunque en realidad nadie de allí lo hace. Después te confesarán que en realidad son de Lyon, Nantes o incluso del puto Estrasburgo. La gente que es de París de verdad está tan orgullosa de su ciudad que jamás lo admitirían. Es complicado.

Los tíos del tecno

Si tienes la mala suerte de coincidir con un tío mal afeitado sentado frente a un ordenador, que lleva auriculares y una camiseta con el mensaje “Fwd – Stop”, solo te puedo dar un consejo: aléjate de él. El colega podría ser un DJ y si no lo es, será el manager de un DJ. Si no es el manager de un DJ, será un pez gordo en alguna de las múltiples sub-capas de la escena tecno francesa. Desde que Laurent Garnier y más tarde Daft Punk mejoraron la escena parisina, la ciudad se ha llenado de gilipollas con zapatillas Air Max One y gafas de sol. Son como los matones del cole, unos pedorros a los que les gusta relatar sus conquistas sexuales.

Hipsters de derechas

No sabemos por qué este fenómeno no se da en ningún lugar tanto como en Francia, pero París es el hogar de un montón de treintañeros que se visten como hipsters, trabajan en empresas de comunicación o agencias de publicidad y se pasan el día quejándose de que los franceses pagan demasiados impuestos. Recomendarán a sus hijos que "emprendan un negocio en otro país" porque "por culpa de los impuestos, no tenemos futuro económico en Francia". Son terribles y cualquier persona con un poco de escrúpulos los evitará, incluso los tíos del tecno. Por alguna razón, lo único que les gusta tanto como el neoliberalismo es la música rap de mierda.

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Foto por Melchior Ferradou Tersen

PROPINAS Y FRASES ÚTILES

Propinas

Cuando vas a un restaurante, la propina está incluida en el precio. Los únicos que dejan propina son los americanos porque, pobrecitos, no entienden que en Europa los camareros no tienen que arrodillarse ante los clientes para poder sobrevivir hasta fin de mes. Por supuesto, si quieres ligarte a un camarero o camarera, dejar propina es una buena opción.

En los bares tampoco es necesario dejar propina. Ni siquiera en los taxis, ya que son carísimos.

Frases útiles

Hola – Bonjour (cuando conozcas a alguien en plan tu madre o tu padre) o Salut (cuando conozcas a alguien que te mola)

Adiós – Au revoir (viejos) o Salut (jóvenes)

Por favor - S'il vous plait

Gracias – Merci

De nada – De rien (muy básico) o Je t’en prie (si quieres impresionar a alguien al que te quieres follar)

¡Tengo prisa, imbécil! – Je suis pressé, connard!

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MÚSICA PARISINA QUE MOLA

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VICE CITY MAP

Eso es todo. Seguro que acabáis yendo al puto Silencio.

De rien,

VICE FRANCIA