Las 10 mejores guerras de todos los tiempos

10. La Segunda Guerra Mundial: 1939-1945

Soy un productor de Hollywood. Los soldados americanos son nobles y atractivos. Acabo de decidir que los alemanes también. Tom Cruise está de muerte con ese uniforme. Soy como ese tipo de la GQ que solía masturbarse con una foto de Himmler. No importa que el hombre interpretado por Cruise fuera un antisemita furibundo ni que creyera en una Alemania aria y mítica.

Soy un general americano de la Segunda Guerra Mundial. Estos locos japoneses van a pelear hasta el final. ¿Qué? ¿Se quieren rendir? Es una treta. Tirémosles dos bombas atómicas para estar seguros. No podemos dejar que los comunistas crean que la tienen más grande que nosotros. ¿Cáncer? ¿Qué coño dices? No seas un gallina pacificador. Dame tu almuerzo, sucio homosexual. Te voy a dar la paliza de tu vida, como hicimos con Dresde. A Churchill le pareció bien.

9. Las conquistas mongolas

Un día un tipo empezó a pegar a la gente de su alrededor, se dio cuenta de que se le daba bien, siguió así y ya nunca dejó de hacerlo. Entonces, en su lecho de muerte, contó a sus hijos y nietos que debían seguir haciendo lo mismo. Los Mongoles practicaron el genocidio en masa en Oriente Medio mucho antes que los Bush. Temujin (Genghis Khan para aquellos que no estéis familiarizados con la historia real) era un tunante que se puso a tener más hijos que Keith Allen. De hecho tiene 16 millones de descendientes. Y no porque fuera un libertino, sino porque consideraba descortés conquistar un pueblo y rechazar a las mujeres que te ofrecían muertos de miedo.

8. La guerra de Troya

Sólo por no poder leer griego no voy a explicártelo todo, pero aún así lo voy a intentar y vas a aprovechar la oportunidad para sentirte un poco mal por no saber griego.

Más o menos: la guerra es mejor si es de mentira. En la ficción puedes tener a los dioses cabreados entre ellos y haciéndose la puñeta mutuamente. Puedes tener a un héroe invencible, de no ser por su talón. Pero, ¿de verdad conducirías mil naves al mismo tiempo y pelearías durante diez años intentando atravesar una muralla inabarcable sólo porque un tío te ha secuestrado a la novia? No, pensarías que es una zorra. Para que quede convincente, cada personaje tiene su propio atributo personal, de manera que casi resulta como ver una ‘peli de colegas’, en la que cada uno tiene su punto débil o principal característica: uno es el “astuto”, el otro tiene la capacidad de domesticar a los caballos, otro es el “viejo”…

7. Primera guerra ítalo-etíope

Estos negros que tienen casas en los árboles no pueden salir victoriosos. Después de todo, nunca han podido contemplar la belleza de la Capilla Sixtina, nunca han reconocido al Papa ni tienen grandes armas. Espera, sí tienen pistolas, se las dimos nosotros. Ahora van a acribillar mi jeta italiana con huevos justicieros y todo el mundo querrá matarme por culpa de una orgía de odio imperialista. Mierda. P.S.: Todo esto volvió a salir a flote a raíz de la guerra entre blogs italo disco y afrobeat de 2008.

6. La batalla de la Tierra Media

Sé que estás pensando en la peli, pero te hablo del libro. No es necesaria la tecnología CGI, con la imaginación basta. Para ti, Gandalf es un tío alto con barba, pero yo sé que realmente se parece más a mí. Crees que Aragorn es hijo de Arathorn. En realidad Aragorn es hijo mío. En el libro, Orlando Bloom no se dedica a fastidiar haciendo bromas con su cara de cartón y con ese troll escocés de coña. En realidad somos yo y mis amigos quienes descuartizamos orcos y nos lo montamos con unicornios.

5. La guerra de Crimea

Probablemente la única guerra contra Rusia en la que sus contrincantes no fueron puteados por la nieve. Al menos enfermeras como Florence Nightingale y Mary Seacole lograron notoriedad. Bueno, Seacole no, era mestiza y esos no cuentan. Extraña que la pequeña ciudad de Berwick-upon-Tweed, que tenía un status peculiar ya que desde siempre había sido objeto de disputa entre Escocia e Inglaterra, figuraba en la declaración de guerra como uno de los participantes pero no en el tratado de paz. Esto quiere decir que la ciudad estuvo en guerra con Rusia, Unión Soviética después, durante 115 años hasta la firma de un tratado de paz oficial entre el alcalde de Berwick, sobrepasando ampliamente los límites que su puesto de trabajo recomienda, y un oficial soviético.

4. La guerra franco-prusiana

Cuando van a la guerra, los alemanes nunca encuentran suficientes apoyos porque todo el mundo está demasiado ocupado acusándoles de todas las guerras que han provocado por ser tan malos. Pero este es un buen ejemplo de lo que los alemanes saben hacer mejor en una guerra: matar franceses. También podrían haberlos matado uno a uno mientras desfilaban saliendo del MacDonald’s de los Campos Elíseos, tal cual. Fue tan fácil que los alemanes inventaron en broma el armamento anti-aéreo, por si a los franceses se les ocurría atacar con globos de aire caliente.

3. La guerra civil americana

Olvídate de la esclavitud, esta va de los Kings of Leon yendo a la guerra, irrumpiendo estrepitosamente con todos sus miembros luciendo barba. Al principio de la guerra el general de la Unión había pasado medio siglo sin guerrear y de lo gordo que estaba ni podía subirse a su caballo. Acabaron ganando la guerra con un borracho al mando que acabó siendo presidente. Los Confederados tenían a Stonewall Jackson en primera fila, el mismo que solía quedarse dormido mientas comía limones. Nadie sabía de dónde sacaba esos limones, pero el caso es que siempre los llevaba encima. The South will rise again…

2. La guerra de Vietnam

Quizá pienses que The Doors no molan, pero eso es porque no has perseguido a la serpiente del río en el jardín de los malditos. Hendrix tocaba con imágenes de junglas ardiendo al fondo, los estudiantes parisinos protestaban, y John Lennon llevaba una túnica de señora mientras una voz grandilocuente exclamaba: “Era 1968 y el mundo ardía…”. Por supuesto, toda esta tontería de los estudiantes fumadores de marihuana anti-guerra de Vietnam estuvo financiada por papá y mamá, quienes se enriquecieron vendiendo armas y NAPALM al gobierno americano. Así pues, John Jr tuvo su oportunidad de rebelarse en una de esas escuelas de arte para lameculos (aliviando así la sensación de culpabilidad de papá y el mutismo de mamá, poniendo fin a sus recurrentes pesadillas con niños vietnamitas ardiendo) y luego se fue a la mierda y se convirtió o en Ben o en Jerry, da lo mismo.

1. La guerra civil española

Tenías que haber estado allí. Si no eras un vasco o un catalán oprimido, probablemente quedaba mejor ser un artista mundialmente reconocido, como George Orwell, que escondiera su linaje de Eton bajo sus pantalones de cadera baja y le invitaran durante años a cenar a cuenta de sus historias en las que compartía pan con los campesinos o alborotaba amablemente el pelo de los niños/Ernest Hemingway.

Ahora estos arrugados marxistas de primera generación lloriquean silenciosamente ante su Brown Ale de Newcastle, recordando esos tiempos del pasado en que había una gran opresión y una clara batalla entre el bien y el mal. Después de todo, no necesitabas preocuparte de perder las batallas actuales, ni de que tu país cayera en una dictadura de medio siglo cuando tu look era cool y podías tocar un blues de doce compases casi enterito con tu guitarra hecha polvo.