FYI.

This story is over 5 years old.

El número para ponerse cachas

Las focas son unas cabronas

El león marino australiano puede parecer un simpático animalito peludo, pero la verdad es que son avariciosas moles de grasa que se comerán todo el salmón de Tasmania si no se les detiene.

Foto cortesía de iStockphoto/dawnn

El león marino australiano puede parecer un simpático animalito peludo, pero la verdad es que son avariciosas moles de grasa que se comerán todo el salmón de Tasmania si no se les detiene. Para estos gordinflas, el salmón es “como un cruce entre un Big Mac y la heroína”, según un artículo publicado a principios de año por Jon Bryan, del Fondo de Conservación de Tasmania. Para conseguir su dosis, estos yonquis con aletas llevan años irrumpiendo en los criaderos de salmones, donde llegan a devorar hasta dos mil peces a la semana.

Publicidad

Como matar focas a garrotazos es malo para la espalda (y los defensores de los animales se cabrean), Tasmania ha tenido que recurrir a métodos no letales para resolver su problema. El gas pimienta superfuerte, las pistolas con munición blanda y los dardos han sido aprobados por el gobierno para su uso contra estos bastardos glotones, pero hay otras formas de disuadir a los leones marinos. Los productores de salmón en todo el mundo han probado, al estilo de Wile E. Coyote, con todo tipo de métodos a su disposición para proteger a sus peces. He aquí algunos de nuestros favoritos.

RUIDO

Los productores de salmón de la Columbia Británica, en Canadá, utilizaron sonidos amplificados bajo el agua (a un volumen equivalente al de un motor de avión al despegar) para ahuyentar a las leones marinos. Eso fue hasta 2001, cuando los científicos dijeron que estos sonidos hacían que las orcas huyeran del lugar, dejando campo libre a que acudieran más focas. ¡Mecachis!

EXPLOSIVOS

Los petardos para espantar leones marinos (pequeños explosivos que estallan con un fuerte sonido y luz) se han utilizado en Tasmania desde 1986. Diferentes estudios han encontrado que, al cabo de un tiempo, se acostumbran a estas bombas inofensivas y empiezan a evitarlas y hasta ignorarlas por completo.

HACER QUE VOMITEN

Algunos criadores de salmón en Australia y California daban a las poblaciones de leones marinos pescado al que habían inyectado cloruro de litio, con la esperanza de arruinarles el apetito haciéndolos vomitar. En cierta forma, funcionaba: los leones vomitaban, pero no sin antes haberles dado tiempo a devorar unos cuantos salmones.

FIESTAS PARA FOCAS

Los métodos para repeler más brillantes fueron idea de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica del Departamento de Comercio de Estados Unidos, que en 2008 compiló una lista de formas para ahuyentar en California a focas y leones marinos. Las tácticas incluían golpear ollas, decorar las zonas de riesgo con globos de colores brillantes, y usar estrobos, fuegos artificiales, música y pistolas de pintura. Más allá de lo efectivos que fueran, la verdad es que más parece una fiesta que otra cosa. ¡Y de las divertidas!