Las ostentosas tumbas de los mafiosos de Georgia

Cuando mueres, lo más probable es que dejes de tener ojos y cerebro para ver y comprender cosas, por lo que es muy comprensible que te importe una mierda el aspecto que tenga tu lápida.

A quien sí parecía importarle es al tío enterrado en la tumba que encontró el fotógrafo Sergey Stroitelev en un viaje reciente a Georgia y que tenía acabados en mármol y una estatua del difunto. Era el lugar de descanso eterno de alguien que en los países postsoviéticos se conoce como “ladrón de ley”, o lo que viene a ser una persona con gran autoridad en los círculos delictivos o un mafioso.

Sergey pasó los siguientes días en la ciudad georgiana de Kutaisi —o la “cuna de los ladrones en la ley de Georgia”, como él la llama— fotografiando un grupo de tumbas con una decoración de lo más extravagante. Le llamé por teléfono para charlar.

VICE: Hola, Sergey. Bueno, ¿cómo has acabado haciendo fotos de tumbas?

Sergey Stroitelev:el noviembre pasado viajé a Georgia, más como turista que como fotógrafo. Este proyecto no estaba planificado. Un día, mientras iba en taxi, miré por la ventanilla y vi una tumba enorme. En la lápida habían pintado a un hombre con un cigarrillo en la mano y delante de él había puesto una gran estrella (en Rusia, todo el mundo sabe que la estrella indica que la persona era tremendamente influyente en el mundo criminal). El taxista me habló de una ciudad del centro del país, Kutaisi. Por lo visto, allí los cementerios estaban plagados de esas tumbas, así que decidí ir a echar un vistazo.

Háblame de esas estrellas.

La estrella de ocho puntas simboliza a un criminal con mucho poder. Suelen tatuárselas en las manos, las rodillas o los hombros.

¿Cuánto tiempo estuviste en Kutaisi?

Unos 10 días; había muchos cementerios para ver, como cinco o seis. En esa zona hay muchos asesinatos. Kutaisi era como la cuna de estos mafiosos. Incluso había guerras y disputas entre los distintos clanes.

La mayoría de las tumbas son muy fastuosas.

Sí, algunas fueron carísimas y bastante excéntricas, también, de una forma abstracta. Considero que este proyecto es abstracto; no me lo tomo muy en serio porque me parece un fenómeno bastante absurdo que se hagan monumentos así en honor de gente que infringe la ley sistemáticamente, mientras que hay personas con trabajos honrados o creativos (artistas, pintores y barrenderos) a las que se entierra con lápidas sencillas.

¿Quizá se les veía, de una forma perversa, como benefactores de su ciudad, como Escobar para los pobres de Medellín?

Sí. Hasta hace poco no había un sistema estatal poderoso en Georgia, por lo que la gente no podía esperar ayuda del gobierno o los ministros. Si a alguien le molestaba su vecino o necesitaba dinero, acudían a estos ladrones para pedirles consejo o dinero. Es difícil imaginar que algunos niños querían ser ladrones de mayores. Quizá no tanto en las ciudades, pero sí que pasaba en las poblaciones pequeñas, en las que el Gobierno jugaba un pequeño papel.

¿Hay alguna tumba que te gustara más que las demás?

Creo que mi favorita es la que tiene una estatua de un tío sentado en una silla enorme, con un cigarrillo en la mano. Era un tío muy influyente y, si no recuerdo mal, murió de un disparo.

Había muchos con un cigarrillo en la mano.

La inmensa mayoría de los mafiosos eran fumadores empedernidos, y muchos murieron de un ataque al corazón. Creo que los cigarrillos son parte de su imagen, lo mismo que las cuentas.

También aparece un par de mujeres, ¿verdad?

Lo curioso es que algunas de esas mujeres todavía viven, pero las enterrarán ahí porque quieren mucho a sus maridos.

¿Y las mesas?

Creo que eso es lo más interesante de estos cementerios. Las mesas son para que los amigos y familiares que vayan a visitar la tumba puedan sentarse, fumar o beber y hablar con el difunto. Vi a bastante gente hacerlo, pero no me atreví a hacer fotos, porque seguramente algunos de ellos todavía estarán relacionados con la mafia.

¿Tuviste problemas con los del lugar mientras hacías las fotos?

Muchísimos. A veces los taxistas no querían llevarme a los cementerios y algunos no paraban de preguntarme si era un agente. Me pasó lo mismo con los guardias y el personal de dirección del cementerio. En un par de ocasiones, la gente me preguntaba qué eran los ladrones en la ley, y decían que no sabían de lo que les hablaba. Algunos se negaron a ayudarme cuando les pedí indicaciones.

Esto significa que la gente aún tiene miedo. Puede que haya gente que todavía tenga relación con ese mundo criminal, y otros simplemente se avergüenzan de que su ciudad tenga esa mala reputación. Yo creo que todavía hay ladrones en la ley en Kutaisi; la tumba más reciente es de 2013.

Un día estaba haciendo fotos en un restaurante durante la celebración de una gran fiesta del país. Un tío me llamó y me dijo, “¿sabes quién soy? Soy un ladrón y podría matarte por hacerme fotos.” Me puso un dedo en la cabeza, simulando una pistola. Cuando volví al hostal, el propietario me dijo que el tipo solo estaba bromeando. Yo no estoy tan seguro.

@elektrakotsoni

Puedes ver más sobre las fotos de Sergey aquí