Los Premios de la Música Independiente no están amañados

Pili Rodríguez y Iago Fernández de VICE preguntándose quién coño son El Columpio Asesino.

Siempre he pensado que lo de no llevar nada preparado a las entregas de premios es un farol para fingir que improvisas. Pero no. Media hora antes del comienzo de la gala todavía dudábamos a qué teatro teníamos que ir y llegamos tan tarde que habían desmontado el photocall. Sentados en la butaca nos preguntábamos por dónde habría que acceder al escenario y en qué momento exacto tendríamos que presentar uno de los

IV Premios de la Música Independiente. Mi ilusión era que se lo llevaran los Za! pero hablé con ellos esa misma mañana y nadie les había comunicado nada. Al perder la ilusión perdí la motivación para esbozar discursos. Suena Vicious de Lou Reed. Según Gerardo Cartón, un homenaje a la revista. Nos llama Arturo Valls. “Entrega el premio VICE al mejor directo Iago Fernández”. Saltándose con pértiga a la otra embajadora, Pili Rodríguez, que se desmarca con un: “gracias, gracias… ah no, que no estamos nominados”. Recojo el guante: “muchos pensáis que estos premios están amañados pero nuestro fracaso demuestra que no es así”. Y mi acompañante aclara: “somos jurado y medio colaborador y no ha servido ni para estar nominados”. Y poco más. Le damos la estatuilla a El Columpio Asesino, que no sabemos ni que música hacen, y para abajo otra vez. Arturo Valls y los logos de VICE que no nos garantizaron ni una mísera nominación a mejor medio. Enhorabuena a Mara Torres. Me doy cuenta de que hemos desperdiciado una oportunidad de oro. Bañada en oro. Sé que mi madre sueña con que le dedique un premio. Tenía que haberle regalado éste, aunque no sea mío. Y a mis abuelos, a mi padre, mi hermana… También me hubiese gustado enviar un saludo a mi vecino Nacho de Commercial Records, la auténtica independencia musical madrileña de los últimos casi tres años. Y aclarar, de paso, que los otros dos miembros del equipo VICE Madrid no pudieron asistir porque estaban ocupados buscando imágenes de ancianos en Google (Iván Parlorio) y compitiendo en una carrera de tacones en Chueca (Gonzalo Pastor). La cosa se despachó rápido y enseguida estábamos comiendo pizza con Álvaro y Ari de Hola a Todo el Mundo, y con Dolores al completo, que nos alegraron la noche llevándose la medalla a grupo revelación. Pero no todo fue jolgorio. Disfrutamos compadreando entre amigos y compañeros del mundo de la música, no lo vamos a negar, pero con el corazón llorando una ausencia que empañó la ceremonia y fiesta posterior. Rebolledo no fue aspirante a Mejor Artista Mexicano (Premio IMAS), una categoría que bien se podría llamar premio Guerrero. Por suerte al día siguiente salimos en el Telediario de Ana Blanco [min 49`40”] y el sol volvió a brillar. Teresa de Dolores cenando crudo el doorag de Olaf Ladousse que les premió como grupo revelación.

Fotos: Sergio Albert Avilés