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Cultură

Me coloqué vía vaginal con lubricante de marihuana

Puedo probar cualquier droga en el mundo pero siempre le digo “no” a un porro. Cuando me enteré de la existencia de Foria, el primer lubricante de cannabis del mundo diseñado especialmente para mejorar el placer sexual femenino, creí que sería una...

Productos de marihuana para la vagina. Fotos de la autora

No soy gran aficionada a la hierba. Cuando fumo marihuana nunca encuentro mi “ventana terapéutica”. Sé exactamente cuánta cocaína o metanfetamina puedo consumir de una sola vez y mis dosis de morfina aumentan o disminuyen dependiendo de la regularidad de mi consumo. Sin embargo, cuando fumo marihuana, una simple calada ya es mucho para mí y termino tan “inmersa en mi mundo” que hasta me dan ganas de saltar por la ventana. Sonaré como mi padre pero me parece que últimamente la hierba es muy, muy potente. Hierba mejorada con más hierba y luego licuada con THC y agitada para hacerla más fuerte. Puedo probar cualquier droga en el mundo pero siempre le digo “no” a un porro.

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Cuando me enteré de la existencia de Foria, el primer lubricante de cannabis del mundo diseñado especialmente para mejorar el placer sexual femenino, creí que sería una excelente opción para vencer mi miedo a la marihuana. No sería mi cerebro el que se encargaría de eso, sino mi vagina, y confío mucho más en mi vagina que en mi cabeza.

La semana pasada en Los Ángeles, me reuní con Matthew Gerson, el creador de Foria (o como lo llama su colectivo, el Grupo Afrodita, el “director del bienestar”). Había enviado un correo a Foria para pedir muestras para este artículo y Gerson se mostró muy deseoso de hablar acerca de su creación.

Gerson tiene sus teorías acerca de las mujeres, la sexualidad y las plantas. Creo que coincido con él.

“Estoy cultivando marihuana”, explicó. “Si pasas tiempo con esta planta, descubres que es una hierba fascinante. La marihuana es en esencia una planta femenina, muy sexual. Es la mujer a la que cosechan y la que segrega los fluidos, la que quiere que la polinicen, y cuando lo hacen, se pone más tensa y produce cada vez más. Hay una extraña conexión entre las féminas humanas y las plantas femeninas. Hemos evolucionado con las plantas. Poseemos un receptor que absorbe bien el THC. Tenemos la capacidad de absorber el polen que segregan las plantas porque nuestras fisiologías coevolucionaron”.

Gerson no es el clásico activista de la marihuana, tal vez porque en realidad no lo es. No parece un hippie y admite que sólo empezó a trabajar con el cannabis cuando se le ocurrió la idea de Foria. Cuando Gerson tenía veintitantos estudiaba para convertirse en monje budista pero de pronto cambió de opinión y dejó las aspiraciones monásticas para enfocarse en la salud y el bienestar. (Es un gran admirador de Paul Farmer y se dedica por completo a aminorar el sufrimiento humano). Después de inspirarse por la conferencia de un amigo en TED Talk, Gerson fundó la empresa Sir Richard’s Condom Company con su amigo Mark Batiste. Fue un experimento empresarial que le acabó llevando a él y a Sir Richard a Haití.

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“Trabajé tres años en esa empresa”, nos contó Gerson. “Gracias a eso me interesé más en el sector de salud sexual”.

“No he fumado hierba en mucho tiempo. Es muy fuerte para mí. La hierba cada vez es mejor y hay gente que sabe muchísimo sobre ella. Te puedes automedicar con ella pero también te puede salir muy, muy mal. He utilizado la hierba con mis parejas en la intimidad, ¿sabes? Siempre pensé que había algo ahí. Empecé a investigar y resultó que la marihuana es un afrodisiaco muy conocido, tanto en la medicina china, en la práctica hindú, como en muchas otras culturas”, dijo Gerson. “Ya nadie fuma hierba por que sí; existen muchas maneras súper sofisticadas de hacerlo. Poco tiempo después conocí el mundo de los aceites. Entonces, al formar parte de la industria de los condones y de la salud sexual, cuando escuché ‘aceite’, de inmediato pensé en lubricante. Utilicé aceite de coco para Foria porque es muy bueno para la higiene femenina. También es muy fácil de aplicar”.

Gerson rodeado por la vegetación que ya no consume. Foto vía Facebook.

Gerson habló con médicos (sus padres también lo eran) y se aseguró de que lo que iba a hacer era seguro. Y sí lo era. Foria pasó por muchas fases. Gerson trabajó con científicos que le ayudaron a perfeccionar la dosis y la potencia y consiguió desarrollar así versiones cada vez mejores del pre-lubricante (en realidad Foria no se debe usar como lubricante, la clave es rociar un poco una hora antes del sexo) No se usaron pesticidas, hongos, ni nada por el estilo.

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Hasta el momento, Foria sólo está disponible en California para las personas que cuentan con una tarjeta de cannabis medicinal. (Gerson nos dijo que mientras no salga a la venta en otros estados y países, está dispuesto a ayudar a las personas interesadas a que fabriquen su propio prelubricante de cannabis. Algo así como la versión barata de Foria).

Pero Gerson estaba obsesionado con la idea de que no existía ningún producto para ayudar a las mujeres a alcanzar el orgasmo. Mujeres para las que correrse es un auténtico problema y que no pueden relajarse durante el sexo para lograr tener un orgasmo. Para ser una cultura obsesionada con el sexo, aún somos muy inmaduros cuando se trata de hablar sobre el placer, sobre nuestros cuerpos y de cómo corrernos. La Viagra y el Cialis existen porque los hombres pueden seguir dejando preñada a una mujer hasta que son viejísimos. Cuando las mujeres llegan a la menopausia, parece que su placer sexual ya no importa, sino que solo tienen que pensar en su salud. Me dan ganas de gritar cuando pienso que hay mujeres que nunca han tenido un orgasmo.

Gerson me envió suficiente Foria como para que mi vagina se pillara un buen ciego. Se lo agradecí muchísimo.

“Ahora me voy de vacaciones”, me dijo. “Pero puedes enviarme un correo si necesitas algo”.

Mientras volvía a casa, me entró muchísima curiosidad y no pude esperar más. Decidí primero probar Foria con la boca. Rocié cinco veces mi boca y otras cuatro veces más después de diez minutos. Además, Gerson mencionó que durante sus primeros estudios, las mujeres dijeron que cuando se pusieron Foria en la boca se sintieron como si hubieran dado una calada de un porro, pero cuando se lo pusieron en la vagina, no. Quise probar lo fuerte que sería el subidón.

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Fui a hacer la compra y luego volví a casa. Mi compañero había traído a un amigo, así que hablamos un rato y después de una hora o dos me di cuenta de que estaba drogada. Pero no tenía esa horrible sensación de “mis manos están hechas de plástico y mi familia me odia”, era más bien un sentimiento de relajación. Me sentí tranquila, como la sensación al principio después de comer hongos y antes de que te hagan efecto por completo, o la diferencia entre moler oxicodona e inhalarla o sólo tragarse la píldora entera. Fue una sensación progresiva. Quizá finalmente la hierba podía ser agradable. Muy agradable.

Los productos vistos más de cerca.

Después de mi experiencia oral, me levanté del sillón y me fui directa a mi habitación a rociar mi vagina con Foria. Sabía que mi novio iba a volver pronto de su trabajo y quería darle al THC el tiempo suficiente como para que funcionara ahí abajo.

No esperaba que los resultados de Foria fueran inmediatos. Como dijo Gerson, no es mágico. Cuando su equipo empezó a probar Foria en mujeres, lo hicieron en un amplio rango de edades; las mujeres de veintitantos dijeron haber sentido orgasmos más intensos, múltiples y en general una experiencia que involucraba a todo el cuerpo, mientras que las mujeres mayores (incluso mayores de 70 años) dijeron que les ayudó a sentir un placer que no habían sentido en años. Un placer más profundo. También durmieron mejor. Bueno, era obvio.

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“No se puede reproducir el sexo. Es decir, que si se sigue el mismo mecanismo una y otra vez, no se obtendrán los mismos resultados. No, así no funciona. Con la planta es lo mismo. Tenemos que trabajar viéndolo de esa manera”, me dijo Gerson. “Hay muchos factores que intervienen, como la comida, el alcohol, la relación con tu pareja o el humor que tengas ese día. Eso es parte de nuestro trabajo, que funcione incluso con ese nivel de incertidumbre. La gente quiere saber qué va a pasar exactamente si toman Foria y no puedo responder a esa pregunta. Tratamos de presentarlo de esta manera: ‘Esto es lo que dijeron las mujeres que probaron el producto. Es posible que su experiencia sea similar’. Simplemente estamos tratando de experimentar de forma segura con esta hierba medicinal comprobada científicamente”.

La primera noche que mi novio y yo follamos usando Foria, yo ya estaba muy drogada, por lo que todo fue muy bien. Él me comió el coño y también sintió el efecto después de lamer el producto. Fue genial. Como tenemos una vida sexual bastante sana, llegar al orgasmo nunca fue un problema para mí. Mi problema era sólo la marihuana.

Decidí ponerme Foria en la vagina religiosamente durante toda una semana.

Cada mañana me rociaba cuatro veces y por la tarde lo hacía otra vez. Mi novio y yo follamos mucho y nos fijamos en cómo iban cambiando las cosas, si es que cambiaban. El sexo era intenso. Me di cuenta de que ciertas cosas eran diferentes y que los orgasmos duraban más, los sentía más y mejor. Cuando follábamos de la manera tradicional, sentí todo de una forma más centrada, como si todo funcionara gracias a mi pequeña y drogada vagina. Es decir, sin sonar muy hippie, fue genial y no sé si fue por la combinación de Foria en mi entrepierna y en mi boca o por alguna otra razón.

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Pero conforme pasaron los días comenzaron a pasar cosas extrañas. Un día, mientras caminaba por los senderos de Hollywood con un amigo que me estaba ayudando a ponerme en forma, de pronto me di cuenta (en medio de mi agotadora y brutal rutina de ejercicio) de que mi vagina se estaba excitando. Mi cuerpo sentía un horrible dolor pero mis genitales estaban emocionados. Fue alucinante.

Sin embargo, me gustaba más ponerme Foria en la boca y follar, que ponérmelo en la vagina. ¿Pero no se trataba de eso? Gerson tenía la teoría de que necesitamos disminuir el ritmo y relajarnos, pensar en nuestra salud y bienestar general en nuestro día a día, y sobre cómo el sexo saludable y el placer pueden ayudarnos a lograrlo.

“No entiendo por qué la respuesta sexual y el placer se han convertido en algo tan limitado en nuestras vidas”, me dijo Gerson. “Necesitamos vivir una vida equilibrada y feliz, y sí, nuestra sexualidad también viene incluida en eso. El placer del sexo forma parte de nuestra salud, de nuestro bienestar. Son algo fundamental”.

Los orgasmos te hacen feliz. Necesitamos ese placer y esa liberación. ¿Será posible que hayamos llegado al punto en que los aceites con infusión de THC sean necesarios para relajarnos y obligarnos a tener esa sensación?

No estoy segura de si Foria cambió por completo mi vida sexual o no por que esta ya era muy buena, pero sí que me ayudó a darme cuenta de que el cannabis es un afrodisiaco que puede ser genial cuando no lo fumas de una lata de refresco. Una dosis apropiada y saber qué es lo que funciona para mí me ayudó a mejorar mi relajación y a evitar ese sentimiento de “saltar por la ventana” de la que hablaba al principio.

Sigo usando Foria. Voy a seguir drogando mi vagina. Como dijo Gerson, es algo que va cambiando progresivamente y no quiero que esta experiencia se termine. Además, ¡es muy divertido follar cuanto tus genitales están drogados!

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