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Luchando contra las torres eléctricas

La acampada contra la MAT en Girona es la última oposición contra la gran energía.

Masía ocupada cerca de Oriol.

Durante las últimas dos semanas, unos 50 manifestantes ecologistas y anticapitalistas han acampado en los bosques de las afueras de Girona. Sinceramente, creo que hay sitios mucho peores donde organizar un campamento. Quiero decir, los densos bosques y las cordilleras que pueblan esa parte de Cataluña no tienen nada que ver con Gdeim Izik. (Lo más cercano a una tormenta de arena que te puedas encontrar allí es un ataque de jabalíes). Emplazamientos idílicos aparte, esta gente está allí para protestar contra las obras que se iniciarán en septiembre para la construcción de la fase final de la MAT, la línea eléctrica de alto voltaje que conectará el norte de España con Francia y, finalmente, con África.

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Las cosas claras, protestar contra la electricidad no es precisamente una de las causas más sexys, pero mientras que tener una torre eléctrica en tu patio trasero es más preferible que mirar por tu ventana y ver un supurante vertedero tóxico, es fácil olvidar que la gran mayoría de la electricidad que utilizamos proviene del carbón, el petróleo o el gas y ninguno de estos es  demasiado respetuoso con el medio ambiente.

Por una parte, los manifestantes en el campamento de Girona se están posicionando en contra de la destrucción del ecosistema local. En concreto las grandes extensiones de bosques que la MAT cortará. Pero también están llamando la atención sobre el gran plan europeo que hay detrás de todo esto. En particular sobre el hecho de que la finalización de estas obras permitirá que se pueda mover la energía nuclear de tres centrales eléctricas francesas a través de España.

El campamento de Girona es la última acción de una campaña local de 10 años en contra de la línea eléctrica que ya vio como la policía cerraba por la fuerza un campamento similar en la misma zona. Hay mucha tensión en el campamento. La ocupación de una masía cerca de Oriol el pasado jueves sugiere que los manifestantes no van a marcharse a ningún lado y, mientras que el grupo ha anunciado que las furgonetas de la policía que estaban estacionadas en la zona se han marchado, es muy probable que no sea la última vez que las vean.

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Tras intentarlo muchas veces, ayer por fin conseguí hablar con una de las personas que están acampadas, “Antonia”, para que nos contase más.

VICE: Hola Antonia, gracias por hablar conmigo. Sé que no sois muy fans de la prensa.

"Antonia": Lo que pasa es que nuestra posición se decide en colectivo. Pese a que la intención periodística pueda ser la más buena, las declaraciones de uno se pueden malinterpretar como las de todos, y justamente queremos evitar esto.

Bueno tenía que intentarlo.

Jaja si.

La acampada empezó el 23 de agosto. ¿Cómo ha progresado la cosa?

El primer fin de semana éramos entre 100 y 150 personas. Era gente local, grupos de Barcelona y también había gente de más allá. Algunos bajaron de la acampada en protesta por el nuevo aeropuerto de Nantes y otros campamentos en contra de la minería en la zona.

¿Cuál ha sido la respuesta de la gente local?

En general bien. La gente de aquí lleva luchando contra todo esto desde hace mucho tiempo. Algunos bajaron a la acampada y en cuanto ocupamos la masía nos trajeron agua.

¿Qué supone la construcción de la MAT para la localidad?

No es muy poblado, es verdad, pero sí que hay pueblos enteros por los que los alambres pasan. Aparte de la destrucción del bosque, también hay los riesgos de salud asociados con los altos voltajes.

¿Vuestra intención es la de detener la construcción? ¿Lo veis factible?

De hecho la construcción ya ha empezado. Nosotros estamos protestando contra el último tramo de 50kms. Pero pararlo o no, no es el último objetivo. Queremos llamar la atención, no sólo sobre la MAT sino también sobre el porqué de la MAT, y lo que significa para Europa.

¿Ha habido mucha presencia policial?

La poli ha estado aquí toda la semana. Incluso antes de la ocupación de la masía. El despliegue más grande fue cuando empezamos una manifestación en uno de los sitios donde van a construir. Por ahora se han ido, pero van y vienen.

Gracias Antonia y suerte.