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Madrid no está muerto (todavía) a pesar de que algunos lo intentan matar

La gente del Patio Maravillas de Madrid lucha para que el edifico en el que se encuentra no se convierta en un hotel para pijos.

Madrid está muerto, o eso dicen LosNastys. Deben referirse a la escena musical (que tampoco, vive un momento de ebullición digno de los mejores años de la movida, pese a los esfuerzos del Ayuntamiento por cargársela), porque en lo social quizás está más viva que nunca. Es más, podríamos decir que lucha día a día por mantenerse en pie, digna, intentando rellenar espacios que las instituciones públicas no cubren.

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Buen ejemplo de ello es el Espacio Polivalente Autogestionado (EPA) Patio Maravillas, un centro social en el que confluyen diferentes movimientos sociales madrileños. Juventud Sin Futuro (JSF), la Oficina Precaria, Comisión Cerremos los CIE del Ferrocarril Clandestino o Yo Sí Sanidad Universal son algunos de los más de 50 colectivos que usan las instalaciones del Patio, situadas en pleno barrio de Malasaña, para desarrollar sus actividades.

"Estamos abiertos a la colaboración con cualquier colectivo que lo solicite", afirma Esther Alonso, una de las cuatro portavoces del Patio. Y sí, han leído bien: son cuatro mujeres, una decisión de la asamblea para hacer visible el papel de la mujer en este tipo de iniciativas sociopolíticas.

Para los que nunca hayan estado allí, intentaré explicar qué es el Patio. Aunque la primera impresión nos lleve a pensar en un edificio en visos de ser demolido, nada más lejos de la realidad. Cuando uno entra se da cuenta de que los cientos de personas implicadas en la gestión del centro social se han afanado en mantener el espacio en una situación digna, habilitando diferentes espacios para el uso de los colectivos y evitando el más que probable abandono de la edificación.

¿Pero dónde y por qué surge este espacio? Iniciativa ciudadana pionera en la capital, el Patio nace el 1 de julio de 2007 como consecuencia de la Semana de Lucha Social. En un principio se ubicaron en un colegio abandonado situado en la Calle Acuerdo, 8, hasta su desalojo en la víspera del día de Reyes de 2009. Esa misma tarde, el Patio, y todos aquellas personas que lo conforman, ocupan el edificio en el que actualmente se alojan. Hasta hoy.

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"La anterior propietaria del edificio ya puso una denuncia, que fue desestimada tras un recurso por nuestra parte por defecto de forma", asegura Alonso. En la actualidad, el edificio pertenece a Nivel 29, una inmobiliaria que reclama el desalojo de la propiedad en la que el Patio desarrolla decenas de actividades.

"La idea del nuevo propietario es montar una especie de hotel dirigido hacia el público más joven que visita Madrid como turista", asegura la portavoz del colectivo. Un uso que, según denuncia Alonso, estaría dirigido hacia un público de alto nivel adquisitivo. Todo lo contrario a lo que defienden desde el colectivo al que representa.

"La intención de la empresa es, antes de nada, rehabilitar el edificio", asegura Vicente Martín, abogado contratado por Nivel 29. "Se barajan varios usos, entre el que se encuentra el mencionado, pero no hay nada decidido", afirma en conversación telefónica.

El Patio Maravillas no pasa por su mejor época. La inmobiliaria ha interpuesto una denuncia en la que reclama el desalojo de su propiedad, alegando que la edificación no está en condiciones para su uso, hechos que niegan desde el colectivo. Para ello desde el Patio han aportado pruebas periciales ante el juez, que ahora tendrá que dirimir sobre la idoneidad de la construcción para el desarrollo de actividades en su interior.

El abogado de Nivel 29 defiende que la red de saneamiento o las vigas, de madera por la antigüedad de la construcción, se encuentran en mal estado. Sobre el edificio pesa una orden de ejecución subsidiaria. "Como no nos han dejado acceder al edificio para acometer las obras de mejora de la infraestructura, el Ayuntamiento las realizará con cargo a la empresa propietaria, siempre que los actuales ocupantes les permitan el acceso".

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Sin embargo, el Patio no ha cejado en su voluntad de lucha. "El Patio seguirá existiendo como espacio social, político y cultural", afirma con rotundidad Alonso. Desde el principio han plantado cara en los juzgados para evitar dejar el edificio, con diferentes campañas e iniciativas, la última una manifestación el pasado 5 de enero, coincidiendo con el aniversario de la ocupación del actual edificio. La marcha finalizó con la ocupación de una nueva propiedad pública vacía, situada en la calle Hermanos Álvarez Quintero, próxima a Alonso Martínez. Esa misma noche, la Policía procedió al desalojo del edificio, alegando que Gallardón "vive cerca".

Desde el Patio han decidido emprender también la lucha política. Erigiéndose como interlocutor ante los poderes públicos, reclaman al Ayuntamiento la cesión de alguno de los edificios de titularidad pública vacíos que existen en la capital para poder continuar con sus actividades bajo el amparo legal. "No tenemos una bola de cristal para saber qué sucederá", asegura Alonso, quien confía en "que antes de las próximas elecciones podamos llegar a algún tipo de acuerdo".

Múltiples son los apoyos que el Patio Maravillas ha recolectado a lo largo de sus casi ocho años de historia. El pasado sábado 10 de enero, Amaral ofreció un concierto sorpresa en sus instalaciones para apoyar sus reivindicaciones. También gran parte de la izquierda madrileña apoya al colectivo en sus reivindicaciones ante el Ayuntamiento de Madrid. En la última rueda de prensa que ofrecieronestuvieron acompañados por Ada Colau, cara visible de la iniciativa ciudadana Guanyem Barcelona; Luis Alegre, miembro del Consejo Ciudadano de Podemos; María Espinosa, de Izquierda Unida; Inés Sabanés, de Equo o Pablo Carmona, portavoz de Ganemos Madrid. También han reflejado su apoyo a través de redes sociales el diputado de Izquierda Unida Alberto Garzón o Tania Sánchez Melero, candidata por IU a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Ada Colau en un acto de apoyo al Patio.

No es para menos. Si hay algo que caracteriza al Patio Maravillas es haber sido el laboratorio de la izquierda social madrileña. Entre sus paredes tomó forma el 15M, cuyas asambleas siguen usando el centro para reunirse. Entre sus paredes desarrollaron su actividad política figuras que hoy están en boca de todos, como Pablo Iglesias o Íñigo Errejón, fundadores de Podemos y actuales dirigentes de la formación. A día de hoy no es raro encontrarse a personalidades de más o menos relevancia pública, como Ramón Espinar (implicado en Ganemos Madrid y colaborador de Las mañanas de Cuatro) debatiendo sobre la actualidad política, planeando las próximas acciones de los diferentes colectivos o compartiendo una cerveza con periodistas de toda índole. Un bullicio constante que nada tiene que envidiar a lo que se conoce como "el paseo marítimo de Madrid", la calle Argumosa del barrio de Lavapiés, lugar de confluencia de movimientos políticos y sociales del que dio buena cuenta Olga Rodríguez en La Marea.

Desde JSF, uno de los colectivos más activos que usan estas instalaciones, apuntan a la importancia del espacio como germen del 15M. "El Patio daba cobijo a las organizaciones que convocaron la manifestación del 15M, Juventud Sin Futuro y DRY Madrid, y una vez en las plazas se puso al servicio de la acampada, prestando apoyo tanto logístico como a nivel de ideario", explica Pablo Padilla, representante de la organización. "Nosotros nacemos a finales de 2010 en el ámbito universitario, pero nuestra voluntad no es llegar solo a este colectivo, así que a principios de 2011 trasladamos nuestra actividad al Patio". "JSF y el Patio tenemos buena sintonía porque compartimos formas de hacer, son como nuestros hermanos mayores", afirma Padilla, no sin cierta nostalgia.

El surgimiento de Podemos también ha estado ligado al Patio. Muchos de sus cuadros han pasado antes por este espacio como miembros activos de alguno de los colectivos que lo usan. Padilla no ve una relación directa: "Podemos no se puede entender sin todo el proceso del 15M, pero es arriesgado establecer una relación directa de causalidad". Sin embargo, no niega la sintonía entre ambos y afirma que "el Patio y Podemos se han encontrado y se van a encontrar".