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Mario Almada: He protagonizado más de 300 películas rodadas en 35 mm, contando solo los títulos capturados en celuloide. No estoy contando los videohomes. Probablemente he actuado en más de mil.Por eso ganaste el récord Guinness.
Eso es lo que me han dicho, pero nunca lo he visto.¿Cuál es la diferencia entre trabajar en 35 mm y en los videohomes?
Es muy diferente. Las grandes películas se filman a lo largo de meses y los vídeos se hacen en seis días. Por eso he conseguido actuar en tantas películas.¿Generalmente interpretas al bueno o al malo?
Por lo general soy el héroe: un vengador, un policía, un sargento, un sheriff. He interpretado a sacerdotes y a muchos otros personajes. A excepción de un gay. Eso no. Si interpretara ese papel, ni siquiera sería creíble. Mis personajes siempre luchan contra la violencia y contra los traficantes de droga. Siempre. La única vez que actué como un traficante fue en La banda del carro rojo.¿Quién ve tus películas?
Sobre todo las personas de clase obrera, pero muy a menudo me encuentro con mujeres de barrios bastante ricos de Lomas de Chapultepec que me dicen, "Señor Almada, vi una de sus películas en la televisión anoche. Son geniales. Por favor, sígalas haciendo". Pero el público principal es la clase obrera de México, Estados Unidos y América Central y del Sur.
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Grabamos muchas buenas películas en Brownsville, Texas. Hicimos La Banda del carro rojo entre Brownsville y Matamoros, México.¿Se debe a que millones de mexicanos que viven en Estados Unidos son el mercado para tus películas?
La gente que vive allí disfruta realmente de las canciones mexicanas, pero también les gustan las historias sobre la frontera, los inmigrantes ilegales y el tráfico de drogas. Películas como La muerte del chacal y La venganza del chacal fueron grandes éxitos. También las grabamos en Brownsville.Acabas de mencionar las canciones mexicanas. Hay una relación muy estrecha entre los narcocorridos y la industria del videohome, ¿cierto?
Existen muchas canciones de este tipo. Hay varios personajes que han sido muy famosos; bandidos y de otro tipo, y finalmente alguien escribe un corrido sobre ellos. Y entonces, a partir del corrido, se crea la película. Y consiguen alcanzar un gran éxito, ya que están basadas en una canción ya reconocida. Por ejemplo, La banda del carro rojo. Esta cinta empezó como un corrido que fue popularizado por Los Tigres del Norte, una de las bandas más famosas de México. Cuenta la historia de cuatro amigos que fueron asesinados. Llevaban 100 kilos de coca en las llantas del coche. La película salió de esa canción. Puedes verlo todo en la película. Quitamos las llantas, las desmontamos y todo eso.
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Bueno, hubo una en 1978, pero sí, también hicimos La jaula de oro, La camioneta gris, y Tres veces mojado. En La camioneta gris interpreto al padre de un muchacho que es un traficante de drogas. Soy su padre, pero también soy un policía, y ese es el principal conflicto de la película.Me encanta la letra de esa canción. "Una camioneta gris, con placas de California / La traían bien arreglada Pedro Márquez y su novia / Muchos dólares llevaban para cambiarlos por droga / Su destino era Acapulco, así lo tenían planeado / Disfrutar luna de miel y el regreso aprovecharlo / Con 100 kilos de la fina que en la gris habían clavado / De regreso en Sinaloa, Pedro le dice a la Inés / 'Voy viendo que alguien nos sigue, ya sabes lo que hay que hacer / Saca pues tu metralleta y hazlos desaparecer'". Al final se estrellan contra un tren y mueren. Me encanta esa película.
Sí, es una película muy hermosa. La jaula de oro también es muy buena. Es sobre un tipo que quiere volver a Estados Unidos, pero su familia no quiere acompañarlo. Al final se las arregla para cruzar la frontera y llevarse a su familia con él.He oído que algunas de estas películas son financiadas por…
¿Por narcotraficantes? Bueno, sí. Podría ser cierto. Nunca lo he investigado. Tengo varios amigos productores que llevan cadenas de oro y diamantes, pero no trato de averiguar si son traficantes de drogas o no, porque son agradables. Son buena gente.
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Conocí a Rafael Caro Quintero en los años 80 en Guadalajara. Nos invitó a su mesa en un restaurante y tomamos unos tragos con él. Era un hombre muy encantador, un hombre muy generoso que hizo mucho por su pueblo. Construyó escuelas. Hicimos Operación: mariguana, sobre los inicios de Caro Quintero, cuando él tenía esas plantaciones en todas partes. Se metió en algo ilegal y terminó en la cárcel, pero era un buen hombre.¿Qué opinas del cine comercial mexicano que se hace actualmente?Hay muy buenas películas que se hacen hoy en día, pero no son para la mayoría de las personas. Están hechas para una élite. Es necesario que existan películas que todo el mundo pueda ver, no comoY tu mamá también. ¡Eso es pornografía! Hoy en día los cineastas salen de la escuela con ideas raras. A las personas no les gustan esos temas complicados.