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Cultură

Estoy harto de fingir: No entiendo la fotografía

¿Por qué las fotos de Nan Goldin son mejores que las mías?
Jamie Clifton
London, GB

En un momento de percepción precoz, le pregunté a mi profesora de fotografía cómo calificaba todas esas fotos de moda altamente saturadas y esas imágenes en blanco y negro de personas fumando que le entregaban: "El gusto es una opinión personal". Luego añadió algo ambiguo y sarcástico que contenía las palabras "composición", "profundidad de campo" e "iluminación", pero yo estaba seguro de que solo lo decía para deshacerse de mí y seguir tomando café y coqueteando con su asistente de posgrado. Desde entonces, la idea de qué es una "buena" foto es algo que está fuera de mi alcance.

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La fotografía no es como la pintura, las ilustraciones o la escultura. Literalmente cualquiera que tenga manos puede hacer una foto, pero aún así están todos estos nombres de fotógrafos que se pronuncian con un tono sagrado. ¿Qué hace que la foto de Nan Goldin de unas personas follando sea mejor que las fotos porno que acabo de ver en una cabina? ¿Por qué el editor de foto del blog se burla de tu retrato monocromático, pero reúne a un grupo de capullos cada día para contemplar y conmemorar uno que Irving Penn tomó hace 40 años?

Ahora que cualquiera con un smartphone y una conexión a Internet puede convertirse en fotógrafo profesional, decidí que ya era hora de desarrollar un sistema simple para distinguir entre lo bueno y lo malo. Por eso, finalmente podemos darnos una palmadita en la espalda, felicitarnos por nuestra pseudocultura, y tachar a todos los demás como un montón de malditos ignorantes.

OBSERVACiÓN #1: DINERO = CALIDAD

Si algo aprendí en los últimos 23 años de mi vida es que, cuando algo es bueno, va a ser mucho más caro que su contraparte; por ejemplo, los tomates gourmet, o una muerte relativamente tranquila en una clínica en Suiza. Así que, siguiendo esta lógica, empecemos por las tres fotografías más caras de todos los tiempos:

#1. Andreas Gursky, Rhein II. Precio: 4.372.329 dólares.

Alguien (que según parece no piensa dos veces antes de gastar su dinero) desembolsó 4.3 millones de dólares por esta foto de un caminito junto a un río, lo que la convirtió en la fotografía mejor pagada de todos los tiempos. Para citar a todos los que han visto esta foto: "No, nunca pagaría eso. Podría tomar la misma foto con una cámara desechable y un billete de tren a Bognor". ¿Qué hace que esta foto sea tan cara/buena? Parece que la "regla de los tercios" tiene algo que ver, ¿pero una regla arbitraria inventada hace 200 años para hacer que tomar una foto suene más complicado de lo que es realmente justifica este derroche de dinero?

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#2. Cindy Sherman, Sin título #96. Precio: 3.920.890 dólares.

Cindy Sherman tiene dos fotos en el top diez de las mejor vendidas, así que debe de ser buena, ¿no? Definitivamente estoy más intrigado por esta foto que por la del río; ¿qué leyó en el periódico que la ha dejado tan preocupada? ¿Qué hay fuera del encuadre? ¿Vestirse de naranja es realmente buena idea cuando eres una pelirroja? Etcétera, etcétera. ¿El hecho de que incite todas estas preguntas la convierte en una buena imagen? Así pues, cada vez que escucho Radiohead me pregunto por qué odio su música. ¿Eso quiere decir que las preguntas internas son algo malo? ¿Por qué pagar tanto dinero por algo que te hace sentir mal?

#3. Jeff Wall, Dead Troops Talk. Precio: 3.695.139 dólares.

Gastar millones de dólares en una copia fotográfica es la mejor forma de darle en toda la boca a un niño que se está muriendo de hambre, porque una copian es sólo eso: una copia. Un Rothko original es un trabajo meticuloso, algo que examinas al detalle hasta entender cada capa de pintura aplicada (lo cual justifica gastar 55 millones de dólares en arte, en lugar de dárselos a un niño hambriento), mientras que una copia de Jeff Wall empezó su ciclo de vida como una réplica, porque eso es lo que son todas las copias: réplicas del negativo. A pesar de todo eso, admito que pagaría 3.6 millones de dólares por esta foto. Supongo que tiene una atmósfera de la que podría hablar sin reparos con una sensual francesita sin morir de vergüenza.

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En resumen: para que una foto sea buena, tiene que ser aburrida, hacerte sentir mal o -por definición- poco original.

OBSERVACIÓN #2: LOS MUERTOS HACEN BUENAS FOTOS

Así como nadie daba un duro por Elliot Smith hasta que estiró la pata, los fotógrafos nunca pueden ser grandes hasta que están a tres metros bajo tierra. Henri Cartier Bresson, Helmut Newton, Richard Avedon, Diane Arbus, Irving Penn, y casi todos los personajes que aparecieron cuando busqué en Google: "¿Quiénes son los mejores fotógrafos de la historia?" llevan muertos un siglo.

En resumen: para tomar una buena foto, tienes que estar muerto.

OBSERVACIÓN #3: LOS CRÍTICOS SABEN

Veamos qué opinan los expertos, y examinemos los últimos premios World Press Photo, reconocidos como el honor más prestigioso para un fotógrafo. (Excepto Tyler Shields twitteando un link a tu página, claro está)

Ganador de 2012 - Sanaa, Yemen por Samuel Aranda
Esta foto muestra a una mujer consolando a su hijo después de haber sido víctima del gas lacrimógeno durante una manifestación en Yemen, donde al menos 12 personas murieron y más de 30 resultaron heridas. El hijo estuvo en coma durante dos días después del incidente, y lo volvieron a herir otras dos veces en manifestaciones subsecuentes.

Ganador de 2011 - Bibi Aisha por Jodi Bieber.
Esta es una imagen de Bibi Aisha, una chica afgana de 18 años que fue entregada a la familia de un guerrero talibán para resolver una disputa entre ambas familias, obligada a casarse con él cuando alcanzó la pubertad, y víctima de abusos por parte de su familia política. Regresó junto a sus padres, porque a nadie le gusta que los suegros abusen de uno. Pero la encontraron, la llevaron a una montaña, y le cortaron las orejas y la nariz como castigo por huir. Dios, qué depresión. Al parecer, para que una fotografía se merezca un premio de WPP, tiene que provocarte un llanto imparable que te seque por dentro, así que este es el siguiente consejo para tomar una buena foto: si logras hacer que la gente se quiera suicidar para escapar de todos los horrores y maldades del mundo, vas por el buen camino.

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Por supuesto estoy obviando algunos géneros fotográficos (imágenes de archivo, de bodas, de comida, etcétera), porque nunca he escuchado a nadie decir: "La foto del Papá Noel paleta chupando una piruleta está entre las imágenes más emblemáticas de la era moderna", así que podemos olvidarnos de ellas por el momento. También están todas las fotos hipsters, pero esa es una categoría completamente diferente, con sus reglas y códigos de calidad propios, que normalmente involucran diálogos interminables y un constante asentir con la cabeza con fotos de chicas en el bosque, así que mejor no las abordamos.

En resumen: para que una foto sea buena, debe hacerte odiar a la humanidad.

OBSERVACIÓN #4: UN PROFESIONAL DEBE SABER

¿Qué tal esta foto del equipo olímpico de Estados Unidos? ¿Es buena?

En un esfuerzo por entender qué hace que una foto sea buena, se me ocurrió hablar con un conocido llamado Lysha. Acaba de montar una subasta de fotos con Bloomsbury Auction House (una casa muy respetada por ancianos con gafas y gusto por el arte), así que decidí que él me podría sacar de este abismo de oscuridad e ignorancia, e iluminar mi camino hacia el entendimiento.

VICE: Dime, Lysha, ¿qué hace que una foto sea buena?
Lysha: Definitivamente varía según la foto, pero una buena composición ayuda, y si tiene algo de historia y una buena temática, es mejor.

¿Qué hace que una composición sea buena? ¿Tiene que seguir la "regla de los tercios"?
No, definitivamente no. Creo que si ves una foto y te gusta, entonces es una buena foto, sin importar si sigue la "regla de los tercios" o no. Obviamente, las fotos que siguen esta regla suelen ser buenas (profesionales), pero cualquiera puede ser buena, no tiene que seguir ninguna regla.

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¿Por qué crees que Gursky vendió tanto fotoperiodismo increíble sobre un tema que realmente no vende?
Gursky forma parte de las bellas artes, mientras que el fotoperiodismo es fotografía directa. Las bellas artes se venden por cantidades absurdas de dinero, así que eso jugó a favor de Gersky.

¿Crees que una foto necesita tener un concepto o una idea detrás para que sea buena?
No, para nada. Definitivamente puede hacer que una foto sea más interesante porque tienes un referente para lo que estás viendo, pero mientras sea estéticamente agradable, es buena, ¿me explico? Y si es parte de un movimiento, también puede ser buena. Por ejemplo, yo ayudé con la foto de la portada de Abbey Road con la que los medios enloquecieron, pero esta foto de Dora Maar se vendió por tres veces su precio porque tiene una historia increíble detrás. Era la musa de Picasso.

En resumen: para que una foto sea buena, necesitas haber follado con Picasso.

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Después de este doctorado, creo que podemos estar de acuerdo en que lo que hace a una gran foto es: el precio, la muerte, la antipatía y el nepotismo.

Así que la próxima vez que estés viendo las fotos de tus vacaciones, cuando aquel tío se meó sobre tu mejor amigo, puedes decir: "Mira, qué divertido", o "Dios, menos mal que tomamos una foto de eso", pero definitivamente no puedes decir "qué buena foto"; serás el hazme reír del planeta. A menos que el pipí del tío te deprima y tu mejor amigo esté muerto, entonces di lo que piensas, mi buen crítico de fotografía.

Sigue a Jamie en Twitter: @jamie_clifton

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