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Cultură

Que no nos extrañe que algunos quieran marcharse de España

Que no nos sorprenda tanto que los catalanes quieran largarse de este apasionante país.

Imagen vía.

¡Mirad qué datos más divertidos salieron en la prensa esta misma semana!: España "tiene un 20 por ciento de jóvenes que ni estudian ni trabajan y cerca de 10 millones de adultos con un bajo nivel de rendimiento en comprensión lectora o matemáticas". Eso comentaba la agencia EFE en una de sus entradas de noticias de actualidad citando a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Al leerlo pensé, "joder, pues menuda mierda de País" y supongo —espero— que vosotros, queridos lectores, estéis pensando exactamente lo mismo.

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Teniendo en cuenta estos datos de la OCDE, no sería muy difícil de comprender por qué estamos viviendo actualmente este especial clima de incertidumbre secesionista, no es tan raro, pues, que los catalanes —algunos de ellos— estén tan desesperados por largarse de España. Datos como este escandalizan a cualquiera y nadie quiere que se le relacione con estos devastadores tantos por cientos.

A veces se comenta —en la parte esa en la que los lectores pueden opinar y ampliar los artículos— que aquí en VICE estamos regidos por una mano malévola que nos financia y que nos obliga a hacer artículos antisecesionistas, proPodemos, proPP, proIlluminati o cualquier otra mierda que gratifique la mente del conspiranoico corporativo. La verdad es que hacemos lo que nos sale de las pelotas y nadie nos obliga a posicionarnos políticamente. Aquí en la oficina tenemos a republicanos, independentistas, nazis, anarquistas, negros e incluso a un anciano de 89 años que por tres euros la hora nos friega los tuppers de la comida.

Es por esto que, ¡qué coño!, como últimamente hemos dado un poco de caña a ciertos productos audiovisuales vinculados con el 27-S (aquí y aquí) ahora queremos meterle un poco de cañita brava a esta España que algunos parecen seguir respetando. He cogido unos datos así al azar en el internet y los he listado aquí abajo para que veáis de la que se van a librar estos malditos catalufos.

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2005, El Diario.es: "Un 22,2% de la población española está en riesgo de pobreza".

2015, El País: "Uno de cada tres niños vive bajo el umbral de la pobreza en España".

2015, El País: "La financiación pública para proyectos de investigación cae casi un 40%".

2015, Centre Delàs d'Estudis per la Pau: "la deuda existente a día de hoy en el Ministerio de Defensa por la adquisición de armas es de 34.000 millones de euros".

2015, El País: "Sanidad no dará la tarjeta [sanitaria] a los inmigrantes en situación irregular".

2015, Amnistía Internacional: "Entre 2008 y el primer trimestre de 2015 se han iniciado 598.747 procesos de ejecución hipotecaria".

2014, InfoLibre: "527 personas denunciaron torturas y malos tratos en España en 2013 [por parte de fuerzas de seguridad del Estado]".

2015, EFE: "Una de cada cinco jóvenes españolas no usa ningún método anticonceptivo".

2015, Ibasque.com: Mujeres asesinadas en España por violencia de género: Año 2007: 71 mujeres. Año 2008: 84 mujeres asesinadas. Año 2009: 68 mujeres asesinadas. Año 2010: 85 mujeres asesinadas. Año 2011: 67 mujeres asesinadas. Año 2012: 57 mujeres asesinadas. Año 2013: 57 mujeres asesinadas. Año 2014: 59 mujeres asesinadas. Año 2015: hasta ahora 38 mujeres asesinadas.

2015, VICE NEWS (joder, solo faltaría): "España rechaza reubicar a 4.288 refugiados [sirios] propuestos por la UE y acogerá a 1.300".

Podríamos seguir con más datos interesantes, con más tristeza nacional pero creo que todos tenemos la capacidad mental como para hacer este tipo de búsquedas a través de la red. Es verdad que en algunos casos he hecho ese juego vil de tratar estos datos como si fueran ajenos a Cataluña (quien también forma parte de ciertos tristes datos) pero creo que la idea general de que somos un país de mierda —en algunos aspectos— queda bien representada. No sé, es una propuesta, pero puede que en vez de generar tanto odio tendríamos que ser un poco más autocríticos, a ambos lados de la valla, y aceptar el rechazo.