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(Obviamente, no te tiene por qué gustar. Es realmente aburrido cuando a todos nos gusta lo mismo así que si después de leer este artículo el ragatanga te sigue pareciendo infumable, no temas, está bien. Pero lo que sí me voy a esforzar en contar es por qué es un género relevante e importante hoy en día.)Creo que a distintos niveles, vivimos en una época en la que un montón de productores y músicos están cuestionando y jugando con los parámetros del reggaetón, manipulando hasta distintos puntos su tresillo característico pero en todos los casos, manteniendo su esencia de música de antro, música para ser bailada y disfrutada en grupo. Pero lo más importante es que está suponiendo una 'ruptura' con el modelo anglo-céntrico de interpretación y producción cultural.
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Pero de forma más profunda, gente en España como La Mafia del Amor (aquí incluyo afiliados y afluentes como Fernandito KitKat, El Mini, Ms Nina y Tomasa del Real) o Dellafuente están añadiendo ritmos e influencias al perreo; ampliando su espectro hasta abarcar estrofas en árabe o cercanas al flamenco.
En México la crü de NAAFI y sus afiliados por toda Hispanoamérica o la gente de Salviatek en Uruguay están mezclando la electrónica de antro anglosajón con los éxitos de reggaetón conocidos por todo el hemisferio. Los compilados "Pirata" que saca NAAFI son un ejemplo perfecto, donde deshacen y reconstruyen éxitos de Plan B, Tinashe, Beyoncé, Ciara o Ñengo Flow. Crean una música de antro siguiente_nivel, donde reconoces de forma inconfundible la letra de "Fanática Sensual" de Plan B pero la ponen al ritmo de una producción de Drippin', un pavo noruego que lo mismo remixea a Lotic que produce a Sicko Mobb.
También en México está la gente de Éxtasis Records, la disquera del regiomontano Zutzut, que, junto con alguien como Mexican Jihad, (afiliado de NAAFI) llevan esta música a un plano político. Pero no "político" en el sentido 'canción protesta', que es una forma primitiva y perezosa de mezclar la política con música, sino abogando por la "re-construcción del poder y de la cultura". Moviendo el foco del mundo anglosajón a, como dice el eslogan de NAAFI, "ritmos periféricos". No es la imposición dogmática del cantautor con guitarrilla sino un cuestionamiento experimental diseñado para ser bailado.Por eso considero realmente relevante y emocionante el reciente auge de todos los ritmos asociados al reggaetón, porque suponen por primera vez en décadas una ruptura respecto al producto cultural caucásico-protestante, a favor de una visión más compleja, rica y variada de la música contemporánea.Nicolás Prados escribe en YoungVibez