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Estrenamos el primer capítulo de la nueva temporada de ‘Reflexiones de Repronto’

Hablamos con Raúl Minchinela, el anti-youtuber. ¿Un ingeniero industrial haciendo vídeos sobre Esperanza Aguirre?

"Antes de la aparición de YouTube o las redes sociales, la diversión de Internet consistía en saltar de página en página, pulsar en los links que me llevaban a la deriva de temas, empezar buscando " filmografía David Lynch" y acabar en un blog con fotos de monos fumando. El placer consistía en el viaje, en los continuos saltos de contenido y tono, aunque muchas veces el juego te conducía a sitios de escaso interés. Reflexiones de Repronto es como ese viaje donde todos los links son apasionantes. Todo está conectado y todo es interesante en este navegador perfecto para entender el siglo XXI." (Borja Cobeaga, director de películas como Pagafantas o Negociador).

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VICE: ¿Cómo un ingeniero industrial termina haciendo algo como Reflexiones de Repronto , un producto que tiene más que ver con el análisis cultural?

Raúl Minchinela : Lo que me fascina de las ciencias es que piden un detallismo que yo no puedo tener. Requieren mucha paciencia y exactitud, no son mi ámbito. Yo estudié en la Universidad de Zaragoza y, cuando ya había pasado la primera gran barrera que eran los dos primeros años de carrera, empecé a hacer cosas, sin más. Encerrarme únicamente en lo que me proponía la facultad no me satisfacía. Me presentaba a los exámenes y los aprobaba, tengo mi título, pero yo necesitaba vidilla. Con lo que no sé si soy el ingeniero o soy el tío que hacía otras cosas - webzines, proyecciones- en la facultad de ingeniería.

¿Cuándo nace Reflexiones de Repronto ?

Pues al mismo tiempo que aflora YouTube y tenemos conciencia de tener una biblioteca a nuestra disposición. Nos preguntamos qué hacer con YouTube, que no qué hacer en YouTube… La diferencia es abismal. Vimos que podíamos montar discursos utilizando exclusivamente vídeos. De eso hace ya ocho años, que es cuando estrenamos la primera temporada.

Nace con YouTube, pero Reflexiones de Repronto está colgado en otro portal diferente. ¿Por qué no colgarlo en la propia página de la que se nutre el programa?

Tiene que ver con tener el control sobre lo que haces. A mí toda la mecánica que se ha generado en YouTube de terminar todos los vídeos diciéndole a la gente lo que debe hacer (suscribirse al canal, añadir el vídeo a favoritos, etc.). Bastante tengo con soltar un sermón de diez minutos. Y luego está el hecho de que Reflexiones de Repronto no va dirigido al cliente accidental: no paras a alguien por la calle y se lo pones, como sí puedes hacer con un vídeo de gatitos o uno de bofetadas. El problema también es que YouTube es un elemento promocional que la gente no ve como promocional; no lo ven como una máquina de hacer dinero, en la que van a poner un anuncio de helados en tu vídeo de vacaciones. Estoy descolocadísimo con la omnipresencia de publicidad en Internet: es el negativo de la Internet de los noventa y los dosmiles. Yo pongo mis vídeos en un reproductor sin anuncios, dentro de una web sin anuncios, y espero que haya alguien a quien le parezca buena idea. Pero es algo que creo que tengo que hacer.

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¿Hay alguna razón más?

La reproducción automática. Por ejemplo, esto es algo que me pareció muy feo: después de un vídeo de Salvador Raya te saltaba otro en el que alguien pagado por el propio YouTube, alguien de su camada, llamaba subnormal a Salvador Raya. Y eso te sale inmediatamente después de lo que has elegido tú. No me parece formal.

De hecho, se puede decir que eres el anti-youtuber: tus vídeos son en plano secuencia, sin cortes ni edición alguna; las imágenes no están insertadas, sino en el propio set de rodaje. ¿Por qué elegiste esta estética para Reflexiones de Repronto ?

Bueno, yo la verdad que no me veo haciendo el reto de la cuchara con canela, porque no busco ese tipo de atención. Sobre la estética, es la que resultaba más fácil de conseguir cuando empezamos: teníamos ese espacio, teníamos la cámara, el lugar permitía tener un sonido bueno. Tú montas la ficción con los ingredientes que tienes. Los youtubers no tienen las mismas reticencias que nosotros a utilizar ciertas herramientas porque sí. Somos parcos adrede, porque el discurso está por encima de todo lo demás; toda la pieza se supedita a ese objetivo. Cada capítulo de Reflexiones de Repronto es una frase. Y lo que hace potente esa frase es que tardas diez minutos en explicarla.

Reflexiones de Repronto tiene un aire postapocalíptico: parece que toda la raza humana se haya extinguido y tú disecciones sus manifestaciones culturales desde un bunker.

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Ten en cuenta que lo que hace la serie es materializar el ideal del espectador. El ideal del espectador es: "Por el hecho de tener una tele, yo entiendo el mundo" . Hemos sacrificado el exterior para hacerla: Repronto monta un laboratorio y para hacer sus estudios sólo requiere audiovisuales, así que es normal que esté en un bunker. Lo que quiere mostrar es que él entiende el mundo a través de una pantalla, y no hay nada exterior que le manche directamente. Es una manera de encontrar un lugar común entre él y el público, creando un discurso a través de un zapping que una persona normal podría haber hecho durante un día extraño.

¿Es verdad que tu serie le debe mucho al libro La Rebelión de las masas del filósofo Ortega y Gasset?

He empezado el periplo de leerme las obras completas de Ortega y Gasset. Me he leído hasta su tesis doctoral, la que hizo siendo estudiante. Ortega te podía sacar una cita de Voltaire que puede ilustrarte muy bien a fecha de hoy. Pero Repronto sólo es Ortega en el fondo: en la forma es Ramón Gómez de la Serna, que fue uno de los grandes conferenciantes de los años veinte, y el primero en hablar de forma moderna. Tú escuchas a toda la gente de los años veinte, de Franco a Unamuno, y todos hablan con la misma cadencia; con esos tramos infinitos de palabras. De la Serna hablaba moderno porque hablaba, según decía él mismo, como los vendedores del rastro madrileño.

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Ortega citaba a Voltaire y tú a Alaska y Mario, por ejemplo.

Es que si algo es esencial lo has de tener a tu lado por fuerza. Esa es la diferencia entre esencial y particular. Ortega, por ejemplo, señalaba con el dedo a las personas que se iban a la India buscando lo esencial, cuando en realidad buscaban lo particular. Si algo es realmente esencial, lo puedes sacar de Alaska y Mario. Eso es lo puñetero: lo que hace que esa pieza sea tan potente es que tú no esperabas encontrar algo esencial en ella, y ahí está. Has de crear, eso sí, una distancia con la obra para separarte de ella. Es entonces cuando deja de ser un elemento en sí mismo y se convierte en una herramienta para otra cosa; para hablar de otra cosa.

¿Pero ves Alaska y Mario esperando encontrar eso?

Veo la televisión como la ve el resto del mundo: para relajarte del día a día. Es una pausa de ficción, donde los problemas no los tienes tú, sino que los tienen otras personas. Delegas tus problemas, de algún modo. El problema es que la televisión está hecha para no escuchar, y ésta es la mayor diferencia entre Reflexiones Repronto y el resto de programas. La televisión está hecha para no atender, pero, si prestas atención a un programa como Mujeres y Hombres y Viceversa , hay ciertos tramos que pueden encajar con cosas que tienes en la cabeza y eso te permite crear conexiones. Yo hay tramos de Mujeres y Hombres y Viceversa que he lamentado no haber podido grabar para meterlos en uno de mis vídeos. Llego a programas como esos porque son testimonio de nuestra época: muestran las convicciones sobre las que cabalgamos. Ortega, de nuevo, distinguía entre ideas y creencias: las creencias son cosas a las que no ves las aristas, mientras que las ideas son elementos que puedes modular. Los chicos de Mujeres y Hombres y Viceversa muestran sus ideas como creencias; nosotros las cogemos y las exploramos como ideas. Ése es el punto en el que puedes empezar a jugar.

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Todos esos programas están considerados como baja cultura, pero tú los mezclas en tus vídeos con otros de la cultura canónica. ¿No crees, sin embargo, que la línea es cada vez más difusa? La misma persona puede seguir con la misma pasión Quién quiere casarse con mi hijo que una película de Wim Wenders. La pulsión es la misma.

Yo cuando voy al supermercado tiene más peso Quién quiere casarse con mi hijo que Wim Wenders. No tiene ningún sentido sacar a colación El Cielo sobre Berlín en la panadería. Puedes utilizar las dos cosas para explicar lo mismo, pero es más sensato hacerlo con Mujeres y Hombres y Viceversa . Y si en algún punto las puedes mezclar, es porque una complementa a la otra para exponer algo. Lo que quiero decir es que yo disfruto leyendo a Foucault, pero no quedo con gente para leerlo.

En este arranque de temporada que empieza hoy hablar de Barrio Sésamo . ¿Qué otros temas te veremos tratar en esta nueva temporada de Reflexiones de Repronto ?

En esta sexta temporada tenemos uno que gira sobre la figura de Esperanza Aguirre y el visionado irónico de las cosas; de cómo este visionado irónico hace que se enquiste un personaje. Me centro en su época como ministra de cultura y con cómo se proyectaba en el programa Caiga Quien Caiga . Pongo en paralelo el proceso que experimentó Aguirre en los noventa y el de Carmen Lomana en los dosmiles. Lo que ocurre es que, cuando grabé el episodio, Aguirre había abandonado la política y Lomana no tenía nada que ver con Podemos, y de pronto este año se ha torcido todo.

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¿No ha perdido vigencia el vídeo, entonces?

Lo que sucede es que nosotros grabamos todo el año de una sola vez, en dos días. Desde el momento en que escribes un capítulo hasta que éste se emite puede pasar un año y medio, sin exagerar. Hay piezas que cuando se emitieron ya habían cambiado las reglas del juego, pero el tronco siempre servía; seguía fino un año y medio después. Y cuando se acerca la fecha de emisión sonríes mucho, porque ves que eso aún está por decir.

En ese sentido, recuerdo que, mucho antes de que estallase el 15-M, en uno de tus capítulos llegabas a la tesis de que el pacifismo no tiene utilidad. Viendo lo mucho que ayudó a la no criminalización de los indignados la resistencia pacífica, ¿mantienes aún esa postura?

Es que para mí la resistencia pacífica es combativa. Yo hablaba del pacifismo entendido como ese ideal en el que puede haber cambios con todas las partes de acuerdo en el proceso; que puede haber cambios sin tensión. Eso no es verdad: sin tensión no hay cambio. ¿El aborto se arregla hablando? No: el aborto se arregla poniendo una clínica. Y al que no le guste, que se lo coma. A mí me gustaría pensar que las cosas, si se exponen correctamente, convencen, pero es lo que decíamos hace un momento las creencias y las ideas: hay momentos en los que una convicción sublima la propia realidad.

¿Te gusta que se creen este tipo de debates con Reflexiones de Repronto ?

Yo considero que el hecho de que venga un señor y te tumbe un ensayo es enriquecedor, claro. Pero para que alguien te refute una idea has de haberte molestado en exponerla. El punto clave de todo esto es el riesgo, no jugar a ir de místico. Si vas a lo concreto, has de poner la mano en el cajón, que venga otro detrás, te lo cierre, y te haga daño. Pero has de defender algo; saber para qué estás cogiendo el micrófono.