El tío que ha hecho la primera peli porno en 3D es un viejo romántico

Los chinos han creado la primera película porno en 3D. ¿Cómo hay que reaccionar ante eso? Pues viendo la película y punto. Yo, que ya la he visto, puedo deciros una cosa: no importa lo que diga la prensa, 3D Sex and Zen: Extreme Ecstasy no es una película porno. Es una comedia slasher pero con tetas añadidas (para asegurarse de que nadie los demanda por publicidad engañosa). Aún tengo que decidir si la película es buena o es mala, pero los gráficos impresionan y si algo podemos aprender viéndola es que el cine porno siempre tendrá público. Siempre necesitaremos algo para masturbarnos.

Llamé al director de la película, Christopher Sun, para tener una pequeña conversación.

VICE: Hola Christopher, ¿cómo te va?

Christopher Sun: ¡Hola! Es viernes por la noche en Hong Kong y nos estamos preparando para salir y tomar unas copas. Ha sido una semana muuuuuuy buena…

Me alegro. Háblanos de la película. ¿Durante cuánto tiempo la planeaste? ¿Hacía mucho tiempo que soñabas con hacer una peli porno en 3D?

Vi la primera Sex and Zen hace unos 20 años, cuando apenas tenía 18, y me impresionó mucho. Era una película bastante original para la época, aunque la historia no era muy buena. Hace tres años estaba en casa de Stephen Shiu, el director cuyo padre había producido la película original. Estábamos revisando una pila de guiones cuando lo encontramos. Pensamos que era una película divertida para hacer un remake, pero no se nos ocurría una forma moderna de volver a contar la historia hasta que leímos que James Cameron estaba trabajando en Avatar. Eso nos llevó a informarnos sobre la tecnología 3D.

Aplastasteis a Avatar en la taquilla de Hong Kong, así que imagino que la hicisteis bien. Buena parte de la película está dedicada a violaciones, mutilación y torturas. ¿A qué se debe?

Hong Kong tiene una gran historia de creación de películas y la mayoría son comedias de artes marciales y con tramas fuertes. Pero el tema de nuestra historia es evidente: trata las diferentes formas en las que una pareja puede reparar su relación cuando las cosas van mal. Es un tema universal, lo que significa que puede llegar a aburrir. Así que tuvimos que darle un toque… picantón.

Esa es una forma, digamos, expeditiva de darle “un toque picant”e a las cosas, sí. ¿Qué tal con la censura?

En todos los países en los que se ha estrenado la película la han censurado, cada país a su manera. Tailandia, Hong Kong y Corea del Sur han censurado la parte de la orgía. Para la versión europea nos pidieron quitar una escena en concreto, la escena en la que el príncipe ahoga accidentalmente a su concubina. Están follando y la mata sin querer. No les culpo por eliminar la escena, la asfixia erótica puede incomodar a según quién, supongo.

Aun así, seguro que es molesto que despedacen tu película de esa manera.

No puedo decir que esté contento, pero si quiero que mi película se proyecte en el mayor número de países posible tengo que respetar sus autoridades y sus deseos. Hace treinta años, La Naranja Mecánica fue censurada, incluso en Inglaterra. Así que simplemente estoy agradecido de poder proyectar mi película. Quizás dentro de treinta años, si el nivel de tolerancia ha evolucionado, tendremos la oportunidad de proyectar la versión original.

Ojalá no tengas que esperar tanto tiempo. ¿Nos puedes contar alguna anécdota divertida del rodaje?

¡Muchas! Grabar la escena de la cirugía fue muy divertido. ¿Sabes que el actor principal, Wei Yangsheng, necesita un transplante de pene porque su polla es muy pequeña?

Sí.

¿Y recuerdas la parte en la que el doctor se lo corta, lo deja en el suelo, y el perro se lo come?

Sí.

Pues bien, utilizamos una salchicha para esa escena, pero el perro, al que habíamos entrenado durante meses, ¡se negaba a comérsela! Imagínate lo que nos reímos.

Risas a tutiplén. Hablando de penes, tienes que aclararme una cosa: la película está llena de representaciones del pene –hay esculturas, vallas y nubes con forma de pene– pero no hay penes de verdad, excepto la pollita de la escena de Wei Yangsheng. ¿Dónde está la carnaza? Me llevé una decepción.

Todo el mundo espera ver penes enormes y largos en esta clase de películas, así que lo importante es jugar con la psicología del espectador. A veces es mejor hacer referencia a las cosas que mostrarlas. A parte, la mayoría de los tíos están demasiado preocupados por el tamaño de su paquete. Intentamos jugar con esa ansiedad, burlarnos, enseñar pequeños órganos para que dejen de estresarse por ello. No importa lo ridícula que sea tu “herramienta”, siempre va a haber alguien que la tenga más pequeña que tú.

Ese es un detalle muy bonito por vuestra parte. La historia tiene un final moral: el amor verdadero no necesita sexo. Por mucho que me guste la convención literaria de la película, no creo en eso. ¿Tú sí?

Pues sí, mira. Si no creyera en eso no lo hubiera convertido en el centro de mi relato. No importa cómo funcione la sociedad, me gusta pensar que el amor verdadero se impondrá. El amor sin sexo es algo que la gente se debería tomar más en serio.

¿Estás de broma?

No. Piensa en ello: pongamos como ejemplo que ligas una noche. La mañana siguiente, te levantas y hay alguien durmiendo a tu lado. Quizás tu cuerpo está satisfecho, pero sigue habiendo un vacío dentro de ti. Ese vacío es la falta de amor. Pero la sociedad moderna está obsesionada con la lujuria y es por esa razón que las relaciones largas terminan en adulterio. Este problema es universal y ha preocupado a la gente desde la antigüedad. Eso es lo que queríamos tratar en la película.

Caray, el erotismo en 3D es más profundo de lo que pensaba. Bueno, muchas gracias, Christopher. ¡Pásalo bien esta noche!

Gracias Elektra, espero que tú también lo pases bien.