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Robert Kirkman & Tony Moore

Hace unos años probé a volver a leer cómics, digamos, comerciales. Le pedí a un amigo que estaba al loro del tema que me dijera algunos títulos que debería controlar y el primero que me dijo fue The Walking Dead. Yo ya había visto el álbum por...

ROBERT KIRKMAN & TONY MOORE

ENTREVISTAS DE JOHNNY RYAN

_Una ilustración que el dibujante de _The Walking Dead, Charlie Adlard, hizo para la organización anticensura Comic Book Legal Defense Fund.

Hace unos años probé a volver a leer cómics, digamos, comerciales. Le pedí a un amigo que estaba al loro del tema que me dijera algunos títulos que debería controlar y el primero que me dijo fue

The Walking Dead

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. Yo ya había visto el álbum por ahí y de buenas a primeras lo había descartado, imaginando que sería otra de esas mierdas que han salido a rebufo del revival zombie. Mi amigo me dijo que no, que era mejor que eso, y que debería darle una oportunidad. Compré la primera colección y me atrapó de inmediato. La historia sigue a un poli llamado Rick, que despierta de un coma sólo para verse atrapado en medio de un pitote zombie de agárrate y no te menees y tener que comandar a un variopinto grupo de chusma superviviente a través de un paisaje de pesadilla en busca de un lugar seguro en el que refugiarse a la espera de que el apocalipsis vaya a menos. El libro era tan absorbente que me compré el resto de la serie y la devoré en menos de una semana. No recuerdo muchos cómics que me hayan entusiasmado tanto como para no poder soltarlos de las manos; esto, viniendo de mí, es un cumplido de cojones.

The Walking Dead

se ha convertido en un gran fenómeno internacional; tan grande, de hecho, que el director Frank Darabont, un pez gordo en Hollywood, lo ha convertido en una serie de televisión que también ha impactado lo suyo. Como en Vice saben cuánto me gusta esta obra maestra de los cómics, me preguntaron si querría entrevistar a sus creadores, el guionista Robert Kirkman y el dibujante Tony Moore, y a mí me faltó tiempo para decir que sí.

Vice: Este cómic está muy basado en el texto, y yo, que cuando veo un cómic con tanto texto me dan ganas de ahorcarme, no podía dejar de leer. Encuentro muy refrescante tu forma de escribir. Hay muy pocos cómics que me hayan producido este efecto; a bote pronto se me ocurre From Hell, de Alan Moore. ¿Tomas inspiración de gente que no escribe cómics? Gente que escribe, esto… cómo se llamaban… ¿Libros?

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Robert Kirkman:

Sí, por supuesto. Hay libros en formato tradicional que puedo leer con gran placer. Pero no sé si escribir grandes bloques de texto que sean legibles en un formato de cómic es algo que se pueda aprender, la verdad. Los párrafos largos no son cosa que asuste a los lectores de novelas; deberíamos extraer alguna lección de eso. Saber dónde colocar los rótulos de caracteres en un cómic es un arte y un trabajo bastante difícil. Yo creo que a los rotulistas no se les suele apreciar el mérito. Un mal rotulista, uno al que la parte artística le traiga sin cuidado, puede hacer muy ardua la lectura de un cómic. Yo he tenido la fortuna de trabajar con Rus Wooton, un tipo con mucho talento que se fogueó en esto con otro rotulista de enorme talento, Chris Eliopoulos. Gran parte del mérito de que

The Walking Dead

sea tan legible es de Rus.

El dibujante Tony Moore sois amigos y colaboradores desde hace largo tiempo. Los dos juntos creasteis The Walking Dead. ¿Qué motivó a Tony a dejar la serie? Algo dramático, espero.

Bueno, siempre hay drama cuando gente tan cercana como Tony y yo trabaja junta. Mi respuesta favorita a esa pregunta es que Tony tuvo que dejarlo porque se quedó preñado. Esto deja las cosas interesantes y misteriosas, que es la mejor manera de dejarlas.

La verdad es mucho más aburrida. Desde un principio nos mantuvimos muy estrictos con las fechas de entrega, y Tony, aunque es un artista fantástico, es del tipo que trabaja mejor repartiéndose en distintos proyectos antes que plegándose a una única y constante fecha de cierre. Por eso decidimos que sería mejor que cada uno fuera por caminos separados, al menos por el momento. Para sustituirle contacté con Charlie Adlard, otro fantástico artista, y llevamos trabajando juntos desde entonces.

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En este cómic los hombres lloran mucho. ¿Tú eres un tío emocional? Yo sí lo soy. Me basta con ver un anuncio de Pillow Pals en televisión para estar hecho una madalena durante días. ¿Quieres que quedemos uno de estos días para llorar juntos?

Lo deseo más que nada en el mundo, y eso que ni siquiera te conozco. Me gusta que hayas dado un paso al frente y admitido que eres emocional. Sólo quiero decir que no he llorado en mi vida, y que los hombres que lloran son ridículos. Debería darte vergüenza. Dicho esto, la verdad es que lloro con las películas de Pixar, con los tráilers de las buenas películas de acción y cada vez que mis hijos muestran algún atisbo de felicidad.

¿Pudiste aportar cosas a nivel creativo a la serie de televisión? ¿O, tras agarrar la pasta, gritaste, “¡Hasta otra, gilipollas!” y saliste derrapando en tu Kawasaki Ninja, marcando con gravilla un “jódete” en la cara de Frank Darabont?

Suena como si hubieras estado allí, así que no sé por qué debería molestarme en responder a tu pregunta.

Ayúdanos a vadear la mierda y dinos algunos cómics de puta madre que deberíamos leer.

Cualquier cosa con mi nombre impreso es una apuesta segura. O eso es lo que me han dicho mis padres y mis allegados. Por lo demás, intentaré estrechar la lista: Y:

The Last Man

(Brian K. Vaughan y Pia Guerra),

Planetary

(Warren Ellis y John Cassaday). Hay algunos álbumes más recientes, como

Chew

, que me parece que pronto se convertirán en modernos clásicos; está esa serie titulada

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Criminal

(Ed Brubaker, Sean Phillips), que creo que la gente disfrutaría. Personalmente, mi cómic favorito de todos los tiempos es una serie titulada

Savage Dragon

(Erik Larsen).

Mira, hablar de la rotulación en los cómics es tan divertido como ver a alguien batir mantequilla. Vamos a hablar un poco de escritores. ¿Quiénes te gustan? ¿Harold Robbins? ¿Tom Clancy? ¿Jackie Collins? Quiero nombres.

Vale. Chuck Palahniuk, Stephen King, Alan Moore. Es suficiente, ¿no?

Hay una escena en el cómic (y en la serie de televisión) en la que la gente se recubre con las tripas de un zombie antes de atravesar las calles de Atlanta para escudarse del agudo sentido del olfato de los otros zombies. ¿Significa eso que si un zombie me estuviera persiguiendo y yo me tirara un enorme pedo de la muerte, me confundiría con otro zombie y me dejaría en paz?

Sí, eso es. No. Ay, señor. A ver, lo del sentido del olfato es engañoso porque induce a pensar que los zombies son como perros de presa y pueden olfatear mejor que los humanos. Tal como yo siempre lo he visto, lo que alerta a los zombies es la ausencia de olor a putrefacción. La idea parte de que los zombies no son muy listos pero no se devoran unos a otros. Hay relativamente pocas pistas visuales –por ejemplo, tener un aspecto asqueroso no evitaría que el zombie te devorara– así que me figuré que lo del olfato funcionaría bien.

¿Con cuánta antelación imaginas el argumento de la serie de cómics? ¿Tienes en mente algún final? ¿Prevés una época en la que estarás demasiado viejo y senil para escribir y otro tendrá que ocupar tu puesto, o cerrarás la serie antes de que eso ocurra?

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Creo que será momento de acabar cuando ya no me divierta. Seguiré con ella mientras me lo pase bien, aunque los lectores no. Como lector, siempre me han gustado las historias que van avanzando; tengo un montón de ideas para

The Walking Dead

y creo que podré seguir manteniendo el interés. Así que, sí, me veo haciendo guiones para la serie hasta que sea viejo y canoso y lo haga fatal y los álbumes sean horribles. Lo veo como una carrera de resistencia, con el compromiso de hacer las cosas interesantes durante el trayecto. Me enorgullece que hayamos llegado al número 80, y creo que puedo responder al desafío de seguir haciendo la serie atractiva, al menos, hasta el número 400. A ver si lo consigo.

Nombra uno de tus héroes del cómic al que hayas conocido y que resultara ser un completo capullo.

Todo el mundo tiene historias sobre distintos creadores. Es probable que John Burns estuviera en lo más alto de la lista de personas a las que conoces y resulta descorazonador lo gilipollas que son. Pero nunca he tenido el privilegio de conocerle en persona y soy muy fan suyo, así que por ahora seguiré siendo fan. Aunque sea un capullo, seguiré comprando sus cómics. He de decir que hay grandes artistas que son también personas muy agradables: tanto Erik Larsen como Todd McFarlane son tipos que tocan con los pies en la tierra y muy divertidos de tratar. Joe Quesada es un poco capullín, pero como nunca le idolatré cuando era joven, pues…

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¿Qué otros cómics que tú hayas escrito son tan buenos o mejores que The Walking Dead?

Por supuesto, en mi opinión todos mis cómics están a la altura o son mejores que

The Walking Dead

.

Haunt

es una serie todavía bastante joven, vamos por el número 12, pero creo que tiene mucho potencial y algunos elementos de terror. No hay zombies pero sí fantasmas, así que hay un cierto paralelismo. Y cuenta con los magníficos dibujos de Greg Capullo. Por la parte superheroica, yo diría que

Invincible

. Al igual que

The Walking Dead

, es una serie de largo recorrido, ya casi vamos por el número 80. En esta serie se entrecruzan diferentes líneas argumentales; en ocho años hemos construido una narración bastante grande. Bueno, lo cierto es que todo lo que hago es espantoso.

Tengo una idea para una serie de televisión. Iría sobre un helicóptero con unos descomunales testículos que cuelgan y golpean en las cabezas de la gente cuando el helicóptero desciende. Sería una especie de mezcla entre Airwolf y Boogie Nights. Se llamaría El cojonóptero. ¿Podrías comentarle mi idea a Frank Darabont la próxima vez que le veas? No sé, a lo mejor le interesa.

¡Gracias!

TONY MOORE

Vice: The Walking Dead es probablemente una de las mejores serie de cómics de los últimos diez años. Por favor, explica a los lectores qué hay que hacer para llegar a trabajar en un cómic que no sea una puta basura.

Tony Moore:

Paso 1: ser mejor que una puta mierda en lo que intentas hacer. Poner toda la carne en el asador y hacerlo lo mejor posible. Si no naciste siendo ya la rehostia, intentar educarte en el campo en el que deseas entrar, para al menos así dibujar partiendo del conocimiento de aquellos que estuvieron antes que tú. Eso también te abrirá los ojos a las cosas que son una puta mierda y te ayudará a no engrosar inadvertidamente sus filas.

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En serio; yo creo que el éxito de

The Walking Dead

se debe en buena medida al amor que le poníamos a aquello que intentábamos hacer. Amábamos las historias que nos inspiraron a hacer la serie y nos dejamos la piel para crear algo que estuviera a su altura. Tuvimos suerte, el público se fijó en la serie y percibió todo ese amor y esfuerzo que habíamos dedicado.

Un dibujo hasta ahora inédito de Cliff Rathburn. Gracias a Sina M. Grace por su ayuda con las imágenes.

Robert Kirkman y tú colaboráis en los cómics desde hace un porrón de tiempo. ¿Qué cómics habéis hecho juntos que nunca se convertirán en grandes sensaciones de la pequeña pantalla?

Bueno, a pesar de que sus emisiones en Spike TV, tengo serias dudas de que

Battle Pope

se convierta alguna vez en un exitazo. Aunque la versión del cómic es divertida, no creo que tuviera mucho público. En un mundo en el que

The Tick

es cancelada dos veces,

Pope

no tiene ninguna oportunidad. Todo lo demás, ¡es puro oro televisivo!

Yo he colaborado unas cuantas veces con otros artistas. La cosa siempre empieza bien, pero al poco tiempo me siento irritado y con ganas de alejarme cuanto antes del otro tipo y echar las peores pestes de él en internet. ¿Qué colaboraciones te han producido a ti esta sensación?

Bueno, Kirkman y yo hemos emprendido caminos separados, eso está claro. Tuvimos nuestros desacuerdos sobre cómo se suponía que tenían que funcionar las cosas y, a partir de ahí, nuestras diferentes perspectivas cedieron paso a lo que cada uno de los dos cree ahora que fueron los aspectos clave que condujeron a nuestra separación. Admito que yo no era tan rápido dibujando como era necesario para que la cosa rodara a un ritmo mensual, pero mi progresivo nivel de decepción se debió en buena medida a no ser copropietario y no ser considerado co-creador de la serie, a pesar de que él y yo empezamos la cosa desde cero, en base al trato especulativo que se cerró con Image Comics. Él sostiene públicamente que yo era simplemente un dibujante contratado para ilustrar la serie y que, puesto que “sólo dibujé”, y puesto que los personajes eran gente normal en vez de superhéroes con trajes simbólicos, yo no diseñé y mucho menos co-creé nada. Los dos discutimos sobre contratos y renuncié en su favor a mis reivindicaciones sobre la propiedad de la serie, pero aun así, sigo encontrando ofensiva su postura acerca de mi participación. Creo que las nuestras son diferencias irreconciliables; tanto, que no creo que volvamos a trabajar juntos en el futuro. No me gusta echarle mierda a nadie, pero tampoco voy a esconder ni endulzar mis opiniones al respecto de esto.

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¿Aportaste ideas a la línea argumental de The Walking Dead? ¿O te pasaba Kirkman el guión y decía, “Ponte a trabajar, esclavo”?

No demasiadas. Un par de ideas más acabaron en el libro; por ejemplo, el hecho de dar peso al personaje de Andrea. También decidí interpretar algunos acontecimientos en el guión de forma algo distinta a como los había escrito Robert, pero en líneas generales yo confiaba en él para que hiciera su trabajo y él confiaba en mí para que hiciera el mío.

En el cómic hay mucha violencia zombie de puta madre. ¿Hubo cosas que detestaras tener que dibujar? ¿Alguna vez te levantaste por la mañana y pensaste, “¡Mierda! Hoy tengo que dibujar otra escena de cuatro páginas de un tío llorando y hablando de sus sentimientos”.

Nunca me quejaré por unas cuantas páginas de cabezas parlantes. Ese es el tipo de cosas que con bastante regularidad me salvan de no cumplir los plazos de entrega. La única escena que se me atascó fue aquella en la que los supervivientes se recubren con tripas a modo de camuflaje ante los zombies. Nunca me tragué eso de que el olor pudiera delatarles. La mitad de los zombies no tienen nariz, y ninguno de ellos siquiera respira. Por tanto, ¿qué posibilidades hay de que alguno pudiera olfatearlos? Tengo una anécdota que puede aplicarse a la situación, y cualquiera que tenga un perro lo entenderá. Un día mis perros salieron a la calle y una de ellos encontró algo que olía a vómito y muerto. Por supuesto, aprovechó para restregarse a fondo. Se embadurnó el lomo a base de bien. Eso fue un día en que llovía a cántaros. Cuando entró en la casa, la inundó de esa peste insoportable; la metimos en la bañera y la enjabonamos, y ni aun así dejó de apestar. A lo que iba: además de no tragarme lo de que los zombies puedan olfatear a las personas, no me creo que unos pocos minutos debajo incluso de la más torrencial de las lluvias basten para eliminar del todo esa peste hedionda. Además, si te echaras esa mierda por encima, te ibas a poner más enfermo que la hostia. Sólo un idiota lo haría a propósito. En conjunto, la escena me resultó decepcionante. Eso sí, he de admitir que la escena de la fuga bajo la lluvia de una Atlanta atestada de zombies es una de mis favoritas de todas las que yo haya dibujado. Los zombies, la lluvia, la tensión… Fue una escena divertida de dibujar. Sigo creyendo que es una de mis secuencias más logradas.

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Tras el éxito que el libro ha alcanzado, ¿te chincha haber dejado la serie? ¿O tu postura es: “Me da igual, me pagaron que es lo que importa”?

En realidad no. Hacia el final me sentía bastante abatido, y estaba claro que las cosas no funcionaban. No puedo quejarme. De no haberla dejado, no habría podido hacer ninguno de mis siguientes álbumes, que disfruté enormemente haciendo y de cuyos derechos soy co-propietario. También me dio la oportunidad de hacer unas cuantas cosas bastante chifladas para Marvel, por no mencionar que pude casarme con una chica increíble, Kara, que me ayuda a llevar mis negocios con la precisión de un reloj suizo y tiene una no menos increíble vagina que expulsó a la hija más increíble que jamás expulsara vagina alguna. En definitiva, mis manos están limpias y los cheques que me llegan tienen fondos. ¿De qué debería preocuparme? La vida es bella. No tengo ni el tiempo ni la energía para acarrear pesos como el que mencionas.

Charlie Adlard pasó a dibujar The Walking Dead tras irte tú. ¿Te gusta la labor que ha hecho hasta ahora?

Me gusta. Es un gran narrador de historias y tiene unos cojones de acero cuando hay que echarle tinta a las cosas. Y también es un tipo súper majo. A veces las figuras le salen poco firmes, pero es un trabajador nato, un auténtico caballo de tiro. Tengo un gran respeto por él.

Si estuvieras en un bote con Kirkman y Charlie Adlard y tú y Charlie cayerais por la borda y os estuvierais ahogando, ¿a quién crees que salvaría Kirkman?

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Está claro que Charlie le resulta mucho más útil. Apuesto a que no sería yo quien me cayera sino que me empujaría él.

¿En qué cómics estás trabajando actualmente y cuándo se convertirán en series de televisión?

Ahora estoy trabajando en

Fear Agent

, un cómic que creamos Rick Remender y yo. Dentro de poco llega a su fin y eso me rompe el corazón. Es una épica

space opera

que protagoniza un cowboy alcohólico y está en el estilo de las aventuras que publicaba EC en los 50 y, antes de eso, de los seriales de Flash Gordon y Buck Rogers. Una serie de televisión no sé, pero los amables caballeros de la editorial Dark Horse están trabajando duro para proponerla como película en Hollywood. Las cosas, por el momento, pintan bien. También tengo un libro titulado

The Exterminators

, que hice para Vertigo con Simon Oliver. Trata de un grupo de parias y perdedores empleados en una empresa de fumigación de insectos en Los Angeles, y de la miríada de mierdas que se encuentran durante el cumplimiento de su labor. Es un cómic con un tono sobrenatural y siniestro en la onda de

Expediente X

. La productora de

Dexter

, Sara Colleton, tuvo una opción para convertirlo en serie para la cadena Showtime, pero las cosas se deshincharon durante la huelga de guionistas de hace un par de años y ahora el proyecto está en busca de nuevo hogar. Con el éxito de Dexter y ahora

The Walking Dead

yendo tan bien, veo probable que la serie cristalice en algún sitio. Los argumentos son fantásticos, llenos de un humor negro y retorcido y con alguna que otra guarrindongada de grueso calibre. Y los personajes están muy bien definidos. Glen Morgan escribió un episodio piloto que me dejó mudo de asombro.

Todo eso al margen, en la actualidad estoy trabajando para Marvel. Mi próximo álbum todavía no ha sido anunciado, pero creo que a la gente le va a molar. Es una visión drásticamente diferente de uno de los personajes favoritos del público en los años 90 y que había estado largo tiempo fuera de circulación. A los puristas les va a joder el cambio y sus pobres madres van a tener que aguantar sus protestas durante meses. En cambio, las personas inteligentes que leen cómics para divertirse lo encontrarán muy estimulante.

Hazme una lista de los 250 mayores gilipollas que hay en la industria del cómic y escribe un párrafo o dos para cada uno explicando por qué.

Cualquiera que alguna vez haya tocado un papel con un lápiz para el

Lowest Common Denominator

de Kieron Dwyer merece estar ahí. Y tras leer

Klassic Komix Club

, estoy seguro de que tu nombre figura en la lista al menos 15 o 20 veces, Johnny. El pobre y viejo T.K. Ryan trabajó 40 años en

Tumbleweeds

y su único hijo resultó ser un pervertido sexual, un maldito depravado que sólo dibuja obscenidades. Estarás orgulloso, ¿no?