Miles de personas protagonizan una crisis humanitaria en la frontera. En menos de una semana, más de 1.100 colombianos han sido deportados desde Venezuela y las instituciones calculan que el éxodo masivo hacia Norte de Santander, Colombia, supera las 5.000 personas. Niños, mujeres y hombres cruzaron el río Táchira con sus objetos a cuestas. "Para mí es como una masacre. Dejar mis sueños, mis cosas" decía Alis, con el cansancio de la peregrinación que emprendió hace cuatro días.
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Ella hace parte de la familia Rojas Acevedo, que fue desplazada hace 17 años de Simití, Bolívar, a manos de un grupo armado que siguen sin reconocer con nombre propio. Viajaron juntos hacia Bucaramanga en 1998, donde encontraron un refugio pasajero de la violencia colombiana. Allá pensaron en irse a Venezuela: primero Joaquín, el hermano mayor, y luego el resto de la familia, entre 2005 y 2007, cruzaron el río Táchira, asegurando que allí tenían alguna propiedad para poder entrar y quedarse.Vivieron ocho años en el país vecino hasta que la Guardia Nacional de Venezuela empezó una persecución hacia los colombianos. "Decían que éramos paramilitares, como si fuéramos asesinos". Marcaron su casa y después de haberse ido les robaron las tejas y unos cables. El terror se desató con la amenaza de arrestar a los hombres por paramilitarismo. "Nosotros teníamos la carta de refugiados, pero fuimos maltratados.psicológicamente y verbalmente". Hoy, los Rojas Acevedo vienen de vuelta…***Este artículo hace parte de¡Pacifista! Una plataforma para la generación de paz: un proyecto de VICE enfocado en contenidos sobre la terminación del conflicto armado y la construcción de paz en Colombia.