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Atentados en Bogotá: el miedo a los tiempos de guerra

Dos atentados casi simultáneos en Bogotá agitan la opinión en momentos en que los diálogos de paz avanzan en medio de la tensión por la ofensiva guerrillera.

Fueron dos explosiones en un lapso de 30 minutos. Ocho personas con lesiones que no comprometen sus vidas. Después, una falsa alarma por un paquete sospechoso en otro sector de la ciudad. El escenario fue suficiente para que, por minutos, Bogotá sintiera el temor de una inminente oleada de atentados.

No fue así y, aunque los hechos no se han atribuido de manera oficial a un grupo específico, los petardos de la tarde del pasado jueves en las sedes de Pensiones y Cesantías Porvenir en el centro financiero de la capital y en la localidad de Puente Aranda, ocurren a pocas horas del inicio del ciclo 38 del proceso de La Habana y a solo dos días del aniversario número 51 del ELN, que esa organización celebra el próximo 4 de julio.

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Coincidencia o no, la cuenta en Twitter de la Radio Nacional Patria Libre (Ranpal) del ELN publicó un trino recordando esa fecha apenas 10 minutos después de la segunda explosión.

Otro detalle que sale a relucir de lo sucedido este jueves es que, según confirmó Gloria Flórez, secretaria de Gobierno de Bogotá, en ambos casos llamadas anónimas a la línea de emergencias 123 anunciaron la instalación de los artefactos para que se ordenara la evacuación de las oficinas que fueron objeto de los ataques.

Información de inteligencia, producto de interceptaciones telefónicas, también indica que el atentado habría sido planeado y ejecutado por el ELN con ocasión de su aniversario. La Fiscalía y el propio presidente, Juan Manuel Santos, se han referido a la responsabilidad de las guerrillas, en genérico, pese a que un buen sector de la opinión atribuyó la responsabilidad a las Farc desde el mismo jueves.

El blanco es otro aspecto que se presta para interpretaciones varias. Porvenir es el fondo de pensiones más grande de Colombia, hace parte del Grupo Aval que cotiza acciones en la bolsa de Nueva York y es propiedad de Luis Carlos Sarmiento Angulo, la persona más rica de Colombia, según el más reciente ranking de Forbes.

Sarmiento no hace apariciones frecuentes en medios, pero hace dos semanas, en una entrevista para W Radio, habló sobre el proceso de paz. Dijo que tiene implicaciones económicas, que es necesario sostener las conversaciones, pero que no pueden durar "toda la vida", que en ese momento no consideraba que el Gobierno tuviera que suspender el proceso pero, que de llegar a "puntos inaceptables (…) toca lo contrario y terminarlo".

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En cualquier caso y cuando aún se desconocen los móviles de los atentados, quien haya decidido instalar dos petardos en las oficinas de Porvenir se enfiló contra uno de los grupos económicos más importantes del país y generó el efecto mediático que es apenas lógico.

Incluso el presidente Juan Manuel Santos, quien se encontraba de visita en Perú en la Cumbre de la Alianza del Pacífico, canceló su agenda y regresó al país para ponerse al frente del caso por el cual la Alcaldía de Bogotá convocó a un consejo extraordinario de seguridad. Por su parte, el Ministerio de Defensa anunció una recompensa de 100 millones de pesos por información que permita identificar a los responsables.

Los últimos atentados en Bogotá

El año pasado, en junio, un CAI del sector de Lourdes fue objeto de un atentado. Al menos 500 gramos de un explosivo dañaron las instalaciones y dejaron a dos policías y a un civil heridos. Uno de los uniformados fue sometido a una cirugía, mientras que algunos transeúntes sufrieron traumas acústicos y los edificios cercanos resultaron afectados. Poco tiempo después, en noviembre, un establecimiento comercial del barrio Kennedy fue atacado por personas que, desde una motocicleta, le arrojaron un artefacto explosivo. En esa ocasión, los daños sólo fueron materiales.

En marzo de este año por lo menos seis atentados de ese tipo se presentaron en Bogotá. Dos artefactos explosivos fueron activados de manera controlada por las autoridades. En la segunda semana del mes, en el barrio Quiroga, una caravana de la Policía que se dirigía a un operativo fue blanco de otro ataque. Cinco uniformados y dos civiles sufrieron heridas, a la par que un conjunto residencial reportó daños en la fachada.

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La seguidilla de hechos, que generó temor en distintos puntos de la ciudad, estuvo rodeada por varias hipótesis. Los investigadores especularon sobre distintas causas y responsables que oscilaron entre retaliaciones de pequeños traficantes, ajustes de cuentas, extorsiones, y atentados de las guerrillas. En abril, la Policía finalmente consolidó una versión y, tras la captura en Huila de dos supuestos desmovilizados, reportó que varios de los atentados habían sido ejecutados por el ELN en asocio con alias "Megateo".

Con lo sucedido este jueves las grandes ciudades, y en especial Bogotá, vuelven a sentirse vulnerables. Estos nuevos ataques se suman a los atentados del último mes en poblaciones como Buenaventura y Tumaco que dieron cuenta de que sí existe una diferencia entre los tiempos de tregua y los tiempos de guerra.

Nota: este contenido fue actualizado en la mañana del viernes 3 de julio para incluir la información de inteligencia militar que señala la responsabilidad del ELN en los atentados.

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Este artículo hace parte de ¡Pacifista! Una plataforma para la generación de paz: un proyecto de VICE enfocado en contenidos sobre la terminación del conflicto armado y la construcción de paz en Colombia.

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