El sonido de Julio Victoria

Él ha dirigido incontables noches de baile en esta capital de país sudamericano. Esa ciudad que despierta cuando todos duermen para tramar y urdir la naturaleza de eso que también es. Es viernes. A las cinco en punto abre la puerta de su casa y saluda con una sonrisa enorme. El suyo es uno de los nombres más sonados cada fin de semana en los espacios dedicados a la electrónica local.

Nacido en Armenia, arranca en 2010 a pasear sus maletas de vinilos (esos sonidos que empezó a recolectar por el mundo en sus épocas de tenista profesional) por Radio Berlín, Baum, El Coq y ahora Billares Londres, cuatro lugares clave del circuito electrónico de la ciudad. Siendo gestor del último junto a otros DJ’s como Memek, Mao Fonnegra y Julián Gómez, se trata de un espacio que con menos de un año de vida se está convirtiendo en eje de la movida post housera y en escala obligatoria para algunos de los nombres más sonados del globo, situando a Bogotá en el mapa en simultánea con lo que puede suceder una noche cualquiera en Berlín, Londres o Nueva York.

Desde sus producciones de estudio y sus DJ sets hasta los proyectos experimentales que ya empiezan a ver la luz, él deconstruye la ciudad para recomponerla a su manera, buscándose a sí mismo a través de un sonido singular que empieza a diferenciarse. Un sonido elegante y pausado que al igual que él, se toma su tiempo para envolver en atmósferas donde se pierde la noción entre realidad y ficción.

Él es Julio Victoria.

VICE: ¿Cómo llega un DJ colombiano a hacer parte de uno de los compilados de Get Physical (de M.A.N.D.Y. y DJ T), uno de los sellos más fuertes del género a nivel mundial?

Victoria: Conozco Philipp Jung (la mitad de M.A.N.D.Y.) en noviembre de 2012 cuando viene Madonna a Medellín. Él era la cabeza del evento de cierre y yo tocaba antes. Esa noche todo se prestó para una buena fiesta porque el lugar estaba llenísimo y era una locación increíble. Él me vio un rato, le gustó el toque y hablamos. Al día siguiente viajamos juntos, y a los quince días, de camino a Lima, pasó por Bogotá, donde le pude mostrar mi trabajo. Ahí estaba “Some Sense” que se convirtió en el track elegido.

En el video de "Some Sense" trabajaste con Mario Arroyave, un reconocido artista visual. ¿Cómo se dio esta dupla visual-sonora?

Yo tenía la pieza lista cuando conocí a Mario, le mostré este trabajo hecho en colaboración con Steinlausky y empezamos a ver el material que él tenía y lo adaptamos aportando cada uno desde su mirada: yo sonidos, el imágenes. Salió muy bien. De hecho tenemos otro video de lo que va a pasar, algo muy experimental sobre lo que él viene trabajando, reflejos de ciudad. Busco rescatar estos elementos más que hacer sólo techno para la rumba. Eso, lo sé, lo voy a hacer por más de diez años porque ahí está mi adrenalina, es la pasión, pero el hecho de experimentar nace de un interés genuino, una exploración personal.

SOME SENSE - Julio Victoria ft. Steinlausky

Sobre la ciudad, ¿cómo la sientes?

Me atrae el tema urbano, los imaginarios de Bogotá y sus sonidos. Actualmente trabajo con el artista visual Andrés Bulla en una video instalación que es una intervención urbana donde grabamos sonidos de la ciudad: la baldosa de Transmilenio que está dañada, Paloquemao, los esmeralderos del centro, puentes, buses… sectorizamos la ciudad y a partir de eso extraemos elementos para lograr un live audio-visual. Busco mostrar como se condensa Bogotá en sonidos desde mi visión, como yo la percibo.

¿Cuándo verá la luz este proyecto?

El proyecto debuta el primero de octubre en el Museo Quartier de Viena por intermedio de la Embajada de Colombia, pero sigue vivo y evolucionando.

¿Este proyecto está ligado al del campanario de la Iglesia de San Francisco “Sonus Syllabarium” de la organización Sonema en el que participaste el año pasado?

Tiene que ver pero este es otro cuento. Desde esta invitación de Javier Bulla y todo el colectivo Sonema arranca uno paralelo con el pianista y contrabajista David Gonzalez donde a partir de las tonalidades de las campanas construyo las bases y David la instrumentacióoacute;n. Todo esto va a salir este año, a su tiempo, porque para mi es importante trabajar en un estilo, definirlo, por eso nos vamos primero con lo de Viena mientras le seguimos dando forma a éste hasta que lo tengamos consolidado.

¿Cómo es dirigir una noche de rumba para ti, qué se sientes?

Wow… es una conexión bien interesante, siempre está acompañada de mucha adrenalina, te da mucha energía poder transmitir tu música, lo que te gusta y te apasiona, poder sonar una canción nueva o de hace diez años y poner a todo el mundo a bailar. Manejar un poco con tu estilo y sonido y tener una respuesta inmediata, la gente es muy bonita y muy agradecida.

¿En un club, al menos el 50% de la gente le está poniendo cuidado a la música realmente?

Es verdad, es un tema más social, pero ahora la gente le pone un poco más de atención, conocen los lugares, saben lo que quieren, diferencian sub géneros y van a ellos.

En Colombia, se siente que la electrónica está más fuerte, más profesional. ¿Has pensado en consolidar un sello?

Hay muchas posibilidades de hacerlo más adelante. Y sí, se ha profesionalizado la labor del DJ, como yo lo veo. Para mí es diferente porque vengo de otra disciplina, del tenis, y cuando eres un deportista profesional tienes que estar al 100% porque tienes que enfrentarte a un partido. En esto no es la noche por la noche, de hecho la trasnochada es lo más duro, pero para mí es una conexión sonora que vale la pena.

Manos de tenista. Durante muchos años de su vida, Victoria esgrimió la raqueta en representacón de Colombia por el mundo.

Para ti, ¿quiénes están haciendo bien la tarea dentro de la escena local?

Andres Cáceres, que es un muy buen productor y un gran tipo, tiene su propio Label, Low to High, donde están prensado vinilos constantemente con artistas muy interesantes. Me atrapa la selección musical del colectivo ODDS N ENDS. También está el colectivo de DownPitch (Tomás Station y David Triana) que están armando su propio sello y van muy bien. Seguro es lo que haré yo también en un tiempo pero por el momento quiero llenarme de un sonido propio y con identidad, un sonido de “Julio Victoria”. Están pasando cosas buenas en ese proceso de construcción, ahora en cctubre después de la muestra en Viena voy a estar tocando en Roma, Berlín y Londres, y eso es genial porque significa que se están haciendo bien las cosas y que las conexiones que se han hecho van dando frutos.

¿Qué sellos, discos ó artistas son claves en el sonido de Julio Victoria?

¡Uf, son tantos! InFiné de Francia me gusta mucho, siento afinidad por los sonidos y los artistas que trabajan allí. También está New Kanada de Adam Marshall, que en este momento posiblemente es mi favorito.

¿Por qué te atrapó esta música y no por ejemplo la salsa?

¡Eso me pregunto yo! Yo no bailo nada de nada, y este sonido es lo que me alimenta, lo que puedo reinterpretar como DJ y productor teniendo un contacto directo e inmediato con el público, eso me atrapó. Primero, con lo comercial que encontraba y de ahí me fui sumergiendo en el underground hasta llegar a Plattenstache, una tienda de discos en Alemania donde empecé a recolectar sonidos del mundo.

En esta expedición por diferentes sonidos, ¿cómo vas construyendo tu sello característico?

Es la unión de muchos elementos: velocidad, fuerza y armonía, que van de menos a más, elementos sencillos que se van sumando para crear una línea narrativa donde hay unidad, una buena selección y también versatilidad. Parte del DJ set, que es una experiencia que va hacia la gente, donde juega un papel importante la capacidad de reacción. De allí se pasa a la producción que es el proceso inverso, donde tomas los elementos que te rodean y empiezas la exploración interna. Si tuviera que definir mi música, sería una historia lineal que no sabes en qué momento te atrapa, porque eso es lo que busco: que te envuelva y de repente, antes de que te des cuenta, ya estás allí, ya la habitas.

Victoria en su estudio casero.

El sonido que estás desarrollando tiene una narrativa estructurada, así que no resulta extraño que esté tan ligado a lo visual. ¿Qué está por pasar? ¿Cómo proyectas este paso del club a la galería?

Con Get Physical van a pasar más cosas porque es un sello grande que tiene mucha gente involucrada, también con otros sellos, ese es el objetivo para subir el nivel. E involucrarme en festivales. El paso me lo imagino en un buen festival, en un Mutek puede ser. Quiero darme un tiempo en un sello y más adelante consolidar el mío pero desde Bogotá hacia afuera, no quiero ir a Berlín y ser uno más de cien mil DJ’s, yo creo que desde aquí proyectado al exterior puedo construir mucho y tengo una gran cantidad de cosas condensadas, por ahora este año sale con David el tema del campanario y en octubre nos lanzamos con todo con el live de mapas sonoros de Bogotá.

Para lograr todo esto ustedes ya están trabajando una plataforma a nivel local. ¿Cuál es el espíritu que los mueve a consolidar el proyecto de Billares Londres?

Billares es el resultado del esfuerzo de un grupo de amigos que viene gestando esto hace bastante tiempo y que finalmente abre sus puertas en noviembre del año pasado con el fin de aportar crecimiento y consolidación a esta escena. La respuesta ha sido increíble porque Bogotá ha confiado en este sonido característico en el que estoy y del que además hacen parte Memek, Mao Fonnegra y Julián Gómez. Personajes que no sólo son amigos sino un crew de trabajo que admiro y respeto por lo que han hecho en este cuento de la música. Ahora tenemos el espacio para que surjan proyectos tanto individuales como colectivos y además traer a los artistas que no sólo nos gustan sino que queremos exponerle a la ciudad, estableciendo una red de intercambio donde nos fortalecemos todos.

Cuando estaban cocinando esta idea, ¿cómo plantearon que fuera diferente y que efectivamente ayudara a fortalecer el circuito electrónico local?

Desde el espacio físico se buscó una concepción diferente por el hecho de ser una casa ubicada en el corazón de la ciudad. Queríamos revitalizar un lugar que a lo largo del tiempo ha sido trascendente en la historia y vida social de Bogotá, es un patrimonio cultural que estaba cayendo en desuso. Así nos concentramos en el perfil que buscábamos dándole la imagen que tiene hoy en día. Para ayudar a fortalecer el circuito el plan es convertirlo en un centro cultural que llegue a ser un referente no sólo dentro de la ciudad sino a nivel global, una marca reconocida por lo que se geste musicalmente de lo local hacia afuera, y de lo que está pasando en el mundo para el público bogotano.

Descarga Whitened, la nueva canción de Julio Victoria aquí: