Romero es un apasionado de los burros, creció rodeado de ellos, y hace 15 años fundó Burrolandia, un refugio para burros a las afueras de Madrid. En el refugio viven burros que han sido rescatados, abandonados o han llegado hasta allí para disfrutar de su jubilación. Allí conviven burros de diferentes razas, pero nuestro favorito es el zamorano-leonés porque parece una mezcla de caballo y poni, y tiene una especie de flequillo muy gracioso. Burrolandia puede visitarse todos los domingo de forma gratuita, así que si queréis podéis ir a conocer al último miembro en incorporarse a la familia: Isidro, ¡un burrito de sólo un mes de edad! También podéis apadrinar a un burro o llevarles un montón de zanahorias para hacerlos felices.