#ArchivoVICE: Departamentos de parejas gay de la Ciudad de México

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#ArchivoVICE: Departamentos de parejas gay de la Ciudad de México

En estos tiempos difíciles, donde parece que todos le huyen al compromiso y la relación más estable que he tenido es con mi perro, aún hay personas que se atreven a hacerlo y rifársela.

Tener una relación duradera es difícil, pero vivir en pareja puede parecer imposible. En estos tiempos difíciles, donde parece que todos le huyen al compromiso y la relación más estable que he tenido es con mi perro, aún hay personas que se atreven a hacerlo y rifársela.

No es para todos y tampoco es fácil, pero vale la pena.

Salvador Irys (izquierda), Salvador Peña (centro) y Fernando (derecha) con Derek, su mascota con la que llevan 11 años.

SALVADOR, FERNANDO Y SALVADOR

VICE: ¿Cuántos años tienen y a qué se dedican?
Salvador Irys: Soy promotor cultural y tengo 41 años.
Salvador Peña: Yo tengo 40 años y soy químico especialista en pigmentos.
Fernando Osorno: Tengo 38 años y soy artista plástico.

¿Cómo se conocieron?
Salvador Irys: Fernando y yo nos conocimos a través de un amigo en común. Nos presentó para una colaboración con el Festival Internacional por la Diversidad Sexual, que yo realizo, y de ahí surgió buena química. Comenzamos a frecuentarnos hasta que de repente ya andábamos. No le damos mucha importancia a esos detalles, por eso no recordamos bien como se dio. A Salvador Peña lo conocimos a través de una página de ligue. La pasábamos muy bien los tres y comenzamos a vernos más seguido, de repente llegaba los viernes y se iba los lunes, hasta que terminó viviendo con nosotros.

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¿Cuánto llevan juntos?
Salvador Irys: Fernando y yo llevamos 13 años como pareja, a Salvador lo conocimos hace 10 años y vivimos los tres juntos desde hace nueve años.

¿Cómo logran que funcione?
Ni nosotros sabemos, pero tampoco le buscamos explicación. No tenemos fórmulas porque creemos que no las hay para las relaciones —aunque sean de dos—. No hay tareas, funciones o roles específicos, cada quien hace lo que quiere o puede en relación a los trabajos, gastos y tareas de casa y trabajo, porque tenemos una galería juntos. Tampoco nos consideramos poliamorosos, ya que como te dije, no creemos en las fórmulas, simplemente tratamos de pasarla bien juntos. Tenemos claro que hay un proyecto de vida que hemos construido y que nos late.

El nivel de inseguridad que existe entre una pareja es inmenso, no imagino en una relación de tres, ¿cómo lidian con eso?
Tuvimos que reeducarnos sentimentalmente. Se habla tanto de las "parejas", "la media naranja" y todas esas cosas, que al principio es difícil entender una relación que no sea así, pero al final nos hemos dado cuenta que hay muchas otras maneras de relacionarse, de construir proyectos de vida y vivir. Hemos aprendido a respetar el tiempo, espacio y la personalidad de cada uno, no obligamos a nadie a hacer algo que no quiere, es decir, si dos queremos ir al cine y otro no, pues dos salimos y el otro se queda en casa; si alguno quiere dormir temprano y dos quedarnos despiertos a platicar, pues dejamos que el que quiera se vaya a dormir; no somos mucho de antros o fiestas y eso creo nos pone en el mismo canal, pero si uno o dos quieren salir a reventar y otro no, igual lo hacemos.

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También hemos aprendido que aunque seamos tres, los problemas de dos, son de dos, así que cuando hay alguna diferencia entre dos, procuramos que lo arreglen los dos, sin que el tercero trate de mediar porque puede ser peor.

Nos hemos dado cuenta que no tenemos necesariamente los mismos gustos, así que también hemos aprendido a darnos espacio y compartir con cada uno de nosotros lo que nos gusta, sin que eso signifique que estamos dejando al otro fuera. Al contrario, respetamos sus gustos y no obligamos a nadie a estar o hacer cosas que no le gustan o interesan.

Para nosotros el respeto es fundamental.

¿Qué es lo mejor de esta relación?
Justo haber aprendido que las cosas no son como las pintan y que hay miles de posibilidades de construir una relación.

¿A quién le toca dormir en medio?
Por lo regular a Fernando, pero hay veces que dormimos como sea.

Thania, 28 años (izquierda) y Sandra, 25 (derecha).

SANDRA Y THANIA

VICE: ¿A qué se dedican?
Thania y Sandra: Trabajamos juntas haciendo fotografía y video gourmet, y cada una tiene proyectos personales.

¿Viven sólo ustedes dos o comparten con alguien más el departamento? Además del perro, claro.
Vivimos con Chito, un amigo de Ciudad Juárez.

¿Cómo fue que decidieron mudarse juntas?
Thania: Llegó un punto en el que ella estaba durmiendo en mi casa todo el tiempo y viceversa. Sandra vivía en el Estado de México, lo cual hacia las cosas más complicadas, así que cuando nos hartamos de esa falta de estabilidad, decidimos mudarnos juntas.

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¿Cómo es la dinámica laboral?
Thania: Sandra hace los tiros y entre las dos hacemos la post y el food styling.

Viven en la colonia Guerrero, la cuál tiene un estereotipo de ser algo ruda, ¿cómo ha sido su experiencia? ¿qué tan cierto es esto?
Sandra: De los primeros lugares a los que me llevó a comer Thania fue aquí en la Guerrero, desde entonces me encantó, igual cada una por su lado desde chicas vivimos en barrios y desde que estamos juntas hemos vivido en el área del Centro.

¿Cómo manejan las cosas cuando se enojan la una con la otra?
Sandra: Creo que ya estamos bastante acostumbradas. No sé cómo contestar esa pregunta, mentiría si dijera que no es difícil.

¿Cuál era la visión que tenían sobre vivir juntas antes de hacerlo? ¿Qué tan cercando fue a la realidad?
Sandra: Por mi parte puedo decir que para mí todo esto es como una película que siempre vi en mi cabeza y por fin esta sucediendo tal cual la imaginé.
Thania: Para mí es todo lo que pensé exactamente, bueno y malo.

Priscila, de 31 años (izquierda) y Adriana, 30 años (derecha).

PRISCILA Y ADRIANA

VICE: ¿A qué se dedican?
Adriana: Soy productora.
Priscila: Yo soy socia y directora de producción en Dalichegar, una agencia de publicidad mexicana.

¿Cómo se conocieron?
Priscila: Por destino, Ley de la atracción, o como le quieran llamar. Nos conocimos a través de una aplicación de celular.

Adri y yo nunca habíamos tenido ese tipo de aplicación, pero por circunstancias de la vida y la ayuda de algunos amigos, el 15 de noviembre del 2012 las dos nos conectamos, Adri desde Miami, dónde vivía desde hacía cinco años, y yo desde Cancún, dónde estaba de vacaciones. De un simple: "hola, ¿cómo estás?", empezó una relación donde un mes después nos conocimos personalmente en un lugar elegido por las dos (Cancún). De ahí el sentimiento fue creciendo y fortaleciéndose cada día, lo que nos hacía viajar por lo menos una vez al mes para vernos. Después de seis meses decidimos que queríamos vivir juntas y juntas decidimos que Adri se vendría a vivir a México primero, si después de unos meses no le gustaba, nos iríamos a Miami. Pero gracias a Dios le gusta México. Ya llevamos tres años felices viviendo juntas en la Ciudad De Mexico y un año y medio comprometidas.

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¡Felicidades! ¿Cómo pasó?
Priscila: Adri no conocía Europa y decidimos ir de vacaciones. Ella moría por conocer París e ir al puente de los artistas que sale en las películas, así que decidí aprovechar y proponérselo ahí, pero antes me puse muy borracha porque me moría de pena.

Queríamos casarnos ya, pero después salió la oportunidad de comprar el departamento y decidimos esperar, ya que Adri, que es brasileña, quiere hacer algo medio en grande y que venga su familia de Río.

Foto cortesía de Priscila y Adriana.

Se acaban de mudar a este departamento pero no es el primero que comparten, ¿cierto?
Priscila: No, ya habíamos vivido juntas en otro departamento rentado pero decidimos comprar éste después de comprometernos, así que estamos muy contentas porque es algo que hemos construido y soñado juntas.

¿Cuál ha sido la mayor dificultad en su relación?
Priscila: Seguramente la diferencia cultural y de personalidades. Una brasileña súper "open mind" que vivía en Miami con una mexicana de familia cristiana con hábitos "muy tradicionales". Eso sin duda fue un reto que poco a poco nos acoplamos con nuestras diferencias.

¿Quién está decorando el departamento?
Adriana: Lo hacemos juntas. Todo lo que compramos lo hacemos con mutua aprobación, si algo no le gusta a una y a la otra sí, lo platicamos, lo visualizamos y llegamos a una conclusión donde ambas estamos de acuerdo.

Tienen un tatuaje en pareja. ¿Cómo lo decidieron?
Lo del tatuaje fue sencillo y divertido. Estábamos de vacaciones en Miami, y una noche fuimos a cenar y tomamos un poco más de lo habitual, de ahí fuimos a otro bar y luego a otro, y de regreso al hotel pasamos por un estudio de tatuajes, nos miramos y dijimos: "¡Te reto a que te tatúes conmigo!"

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Entramos, nos tatuamos y al otro día cuando nos despertamos crudas y miramos a nuestras manos nos caímos en carcajadas. Se nos hizo loco y divertido, igual nunca nos arrepentimos.

Alex, de 28 años (izquierda) y Gabriel, de 24 (derecha).

ALEX Y GABRIEL

VICE: ¿A qué se dedican?
Alex y Gabriel: Somos chefs y tenemos una empresa juntos llamada GALE Cocina (es una mezcla de nuestros nombres).

¿Cuánto tiempo llevan juntos?
Llevamos dos años y cinco meses juntos.

¿Cómo fue que decidieron mudarse juntos?
Alex: Nos conocimos en la chamba y empezamos a salir, muy casual, hasta que me corrieron de mi primer depa y decidimos rentar juntos con tan sólo dos meses de relación. ¡Traz!
Gabriel: Bastante rápido.

Además de vivir juntos tienen una empresa y trabajan en el mismo restaurante, ¿qué es lo más difícil? ¿Cómo sobrellevan esta situación?
Alex y Gabriel: Creo que estamos bien, pero todo es difícil. No es nada fácil vivir y trabajar en el mismo lugar porque a veces los problemas laborales se convierten en personales, pero estamos aprendiendo a separarlos. A veces.

¿Qué hacen cuándo se pelean?
Alex: Alguien amanece en el sillón.

¿Qué creen que es lo mejor de vivir en pareja?
Alex y Gabriel: ¡La cochadera! Y los desayunos en casa, claro.

Maite, de 27 años (izquierda) y Paloma, de 24 (derecha).

MAITE Y PALOMA

VICE: ¿Cómo se conocieron?
Maite y Paloma: Nos conocimos en la universidad mientras estudiábamos comunicación.

¿Por qué decidieron mudarse juntas?
Maite: Llevamos un año y diez meses juntas. Al año nos mudamos en Tijuana, de donde somos. Creo que es una larga historia pero en resumen, yo ya tenía mucho tiempo viviendo sola.
Paloma: Y yo me salí de casa. Entonces más que una decisión, sólo fue algo que sucedió, no creemos haberlo decidido, nunca lo hablamos realmente, sólo pasábamos mucho tiempo juntas y era más fácil estar juntas y compartirlo todo.

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¿Cómo fue el proceso de encontrar un lugar dónde vivir en una ciudad nueva?
Maite: Yo llegué a un hostal y ahí estuve como tres semanas o un mes valiendo y Paloma se estaba quedando con un amigo. Ya nos estábamos volviendo loquitas, pero tocó que una amiga se estaba mudando y me ofreció su cuarto. La neta nos tocó suerte, no tuvimos que pasar por todo ese pedo del aval y las referencias y pagar deposito. En seis meses si vamos a tener que hacer eso de todos modos.

¿Cuántos viven en este departamento?
Maite y Paloma: Vivimos cinco y un gato. Tres son alérgicos al gato, por cierto.

Daniel (izquierda) y Víctor (derecha), ambos de 30 años.

DANIEL Y VÍCTOR

VICE: ¿A qué se dedican?
Daniel: Soy realizador y editor de video, y productor de fiestas.
Víctor: Yo soy traductor.

¿Cómo se conocieron?
Daniel: Conocí a Víctor en la presentación del primer número de Anal Magazine, que él fundó, pero ese día no le hablé, sólo lo vi de lejos. Al día siguiente me di cuenta que además salía desnudo en la portada de la revista. Me prendió mucho y lo busqué en Facebook. Sinceramente tenía ganas de cogérmelo así que lo invité al Patrick Miller con el plan de irme con él esa noche. Cuando lo vi en persona me pareció la persona más encantadora del mundo y de ahí nunca nos dejamos de ver.

¿Cuánto tiempo tienen viviendo en este departamento? ¿Cuál sería la anécdota más memorable que han vivido aquí?
Víctor: Estamos a punto de cumplir cuatro años aquí.
Daniel: Cada año hacemos dos fiestas grandes: mi cumpleaños y el de Víctor. Cada vez es memorable porque las fiestas se ponen muy intensas y llega mucha más gente . En el último cumpleaños de Víctor un tipo se quedó inconsciente en el sillón y a las ocho de la mañana escuchamos ruidos. Corrimos y el tipo se estaba orinando en nuestra sala. Tuvimos que limpiar todo en el momento. No es una anécdota bonita pero sí memorable. Ya estamos hechos a la idea de que en una buena fiesta siempre pasa alguna cosa de ese estilo.

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¿Qué es lo que tiene este departamento que lo hace diferente o especial comparado con el resto en los que han vivido?
Daniel: Tiene la distribución más rara del mundo y tiene tantas puertas que se puede dividir la casa en dos partes. Me gusta decir que tiene un ala oriente y un ala occidente. Además tenemos dos balcones, nuestro mejor amigo vive en el departamento de arriba y encima de todo la renta es una ganga.
Víctor: Antes de vivir en este departamento vivimos en López, en el Centro, ahí fue donde empezamos a vivir juntos, y si bien era nuestro primer departamento —lo que ya lo hace especial— también era un espacio que era más difícil adaptar a nosotros. Creo que hemos logrado hacer este departamento nuestro, convertirlo en una verdadera expresión de quiénes somos y de lo que nos gusta.

Los dos trabajan en casa, ¿cómo funciona eso?
Daniel: Víctor siempre trabaja en casa, yo a veces tengo llamados fuera y a veces trabajo en casa. Tenemos la ventaja de que el departamento tiene tres recámaras: una es en donde dormimos, otra funciona como el estudio y biblioteca de Víctor y el otro como mi estudio; entonces tenemos la privacidad suficiente aún estando es la misma casa.
Víctor
:
Bien, creo que hemos aprendido a respetar el espacio del otro, sin eso sería muy difícil pasar tanto tiempo juntos.

¿Qué es lo más difícil de vivir en pareja?
Víctor: Lo más difícil para mí está son esos vicios personales cotidianos que no saltan a la vista antes de vivir con alguien, en aprender a tolerar algunos y a querer otros porque al final forman parte del otro.
Daniel: Antes de andar con Víctor no había tenido ninguna relación tan seria como ésta y como nos fuimos a vivir juntos casi desde el principio, no tengo mucha idea de cómo es tener una pareja con la que no vives. Lo más difícil siempre han sido los detalles más tontos de la vida cotidiana como decidir a quién le toca sacar al perro o a quién le toca lavar los trastes. Sin embargo, creo que hablando mucho hemos ido resolviendo esos pequeños grandes detalles.

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¿Y lo mejor?
Víctor: Lo mejor es saber que cuentas con el otro, crear una vida juntos y un espacio que exprese quién es cada uno y quiénes son juntos.
Daniel: Lo mejor es poder abrazarlo durante las noches y despertar todos los días junto a él, sentir que tienes ahí siempre alguien que te escucha y te apoya en todo pero que además te abre la puerta a otro mundo. Creo que los dos hemos crecido mucho individualmente desde que estamos juntos y además nos la pasamos haciendo proyectos juntos. Hemos encontrado que además de novios hacemos un muy buen equipo de trabajo juntos.

Caracol, de 29 años (izquierda) y Karenina, 27 años (derecha).

CARACOL Y KARENINA

VICE: ¿Cómo se conocieron?
Caracol: Conocí a Karenina antes de conocerla; una amiga suya trabajaba en la misma oficina que yo y me dijo que nos iba a presentar porque obvio todas las lesbianas deben conocerse y gustarse. En la oficina me tiraban carrilla. Luego también Karenina llegó a la misma oficina y el cliché se cumplió porque sí me gustó.
Karenina: Antes de entrar a esa oficina yo pensaba que el lugar estaría repleto de lesbianas, le pregunté a una amiga de ahí cuál era el porcentaje en la oficina, y me dijo: "sólo hay una oficial y se llama Caracol". Me quedé fascinada con el nombre. Luego llegué y ya sabía quién era. La primera vez que le hablé fue para pedirle comida.

¿Cómo decidieron mudarse juntas?
No lo decidimos. Simplemente empezamos a dormir juntas, a llevarnos cosas y pum, ya había pasado. Sólo lo platicamos y lo hicimos "oficial" hasta que ya era evidente.

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Además de vivir juntas, trabajan en el mismo lugar. ¿Cómo ha sido esa experiencia?
Caracol: Súper. Trabajamos en lo mismo, sólo que yo en digital y ella en lo real. Somos un buen equipo, cooperamos mucho y las cosas salen bien cuando nos ponemos de acuerdo. Nunca me aburro de verla porque es distinto estar en la oficina y en la casa. Si fue un día de chinga, las dos estamos cansadas y dormimos mucho. Al principio fue algo tenso tenerla a un lado, pero se resolvió cuando dejamos de hacernos pendejas y decidimos estar juntas.
Karenina: Pues, siempre descubro nuevas cosas de Caracol en la oficina y en la casa. No trabajamos la misma área, pero seguido trabajamos juntas y me encanta, es muy buena en lo que hace y facilita mi trabajo. Y no, no me aburre verla todo el tiempo.

¿Qué es lo más difícil de vivir juntas?
Caracol: Ella tiene mucha ropa y es difícil acomodarla. También quita las cobijas. A veces se pone "rara" y casi tengo que sacarle las palabras a fuerza. Mantener el orden en el cuarto.
Karenina
:
Dejar de ser tan pachorrudas.

¿Y lo mejor?
Caracolito: Estar desnudas, pedorrearnos a gusto, coger a la hora que sea, comer rico, ver películas en su proyector, no gastar en taxi para visitarla, irnos juntas del trabajo, leernos en voz alta, visitar mercados y platicar mucho.
Karenina: Coger cuando sea y donde sea, duplicar mi clóset (pues nos queda la misma ropa), dormir encueradas, fumarnos el gallo antes de dormir y dividirnos las responsabilidades.

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Néstor (derecha) y Pierre (izquierda), ambos de 48 años.

NÉSTOR Y PIERRE

VICE: ¿A qué se dedican?
Pierre: Soy manager de la panadería Rosetta
Néstor: Yo diseñador de moda y hairstylist

¿Cómo se conocieron?
Pierre y Néstor: Nos conocimos en la Ciudad de Mexico cuando Pierre recién había llegado de París. Años después nos volvimos a encontrar.

¿Cuánto tiempo llevan viviendo juntos?
Pierre y Néstor: ¡Demasiado! Llevamos 12 años viviendo juntos.

¿Cuáles han sido los altibajos que han definido su relación?
Pierre y Néstor: No queremos presumir pero altibajos en nuestra relación, hasta el momento, no ha habido. Nos tuvimos que separar unos meses por una etapa de transición entre México y Europa. Pero aun así, nunca nos sentimos separados.

El siguiente paso en su relación es adoptar, ¿Cómo fue que tomaron esta decisión y cómo ha sido el proceso personal?
Pierre y Néstor: Desde el inicio de nuestra relación fuimos pensando en hacer una familia. Años después se hizo evidente y natural. No nos costó trabajo.

Adoptar era el camino. Estamos en espera y faltan pocos meses. Contemplamos cambiar de casa y adaptarla a las comodidades del bebé: su propia habitación, un lugar donde jugar, donde bañarlo. En cuanto a horarios de trabajo todavía no hemos decidido qué hacer, lo que sí está bien hablado es que los dos cuidaremos a nuestro hijo de la misma manera y tiempos.

Un francés y un mexicano, ¿cómo ha sido el adaptar la cultura de ambos a la del otro a lo largo de todo este tiempo juntos?
Pierre y Néstor: Los choques culturales no han existido mucho entre nosotros. Entendemos muy bien las referencias culturales que rigen una gran parte de nuestra personalidad. Somos flexibles, adaptables y nos respetamos. Desde siempre hemos ido construyendo una vida que nos hace feliz. Se da solo. Nos proyectamos en el futuro y no nos estancamos en el pasado.

¿Qué consejo le darían a las parejas que están pensando en mudarse juntas?
Pierre y Néstor: Que en el momento que sientan que son el uno para el otro, no duden y construyan una vida juntos.