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mecanica nacional

El señor Calderón va a la ONU

Se necesitan huevos para hacer muchas de las cosas que hacen nuestros gobernantes.

Foto de la Presidencia de la República.

Se necesitan huevos para hacer muchas de las cosas que hacen nuestros gobernantes y sobra cinismo para criticar lo que no se hizo una vez que dejan el puesto. Un día después de que Felipe Calderón fuera a gritonear, o más bien, a EXIGIR a la sesión número 67 de la ONU, con una inusitada propuesta, tras seis años de enfrentamiento directo con el crimen organizado, las respuestas no se hicieron esperar.

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Foto de la Presidencia de la República.

Causó sorpresa la madriza verbal que Felipe Calderón les acomodó a los “países desarrollados” que consumen drogas sin responsabilizarse ni preocuparse de los muertos acumulados en los países latinoamericanos. Aunque ese no es un reclamo nuevo, si le sumamos la retórica sobre el tráfico de armas y sus críticas al operativo Rápido y furioso, la posición del aún presidente de México contra el apetito estadunidense para las drogas se endureció aún más. Pero más que eso, lo realmente sorprendente fue escuchar a Felipe Calderón proponer un cambio en la estrategia para el combate al tráfico de drogas.

En otras de sus muchas, muchas despedidas, esta vez en el escenario verde esmeralda de la asamblea del organismo del cual México fue uno de sus fundadores, Felipe Calderón reclamó su paso a la historia —no solo de México, en lo que ha insistido hasta el cansancio, proclamándose héroe nacional, sino a nivel mundial— sin mencionar en ningún momento lo errada que ha sido su estrategia durante este sexenio.

Un día después, el presidente recibió respuesta por parte de la ONU en voz del director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés). Ante la perorata histriónica de quien hizo una apología de la guerra, no le quedó más que decir que la ONU poco podría hacer respecto a sus reclamos.

Otros ex presidentes latinoamericanos como Ernesto Zedillo, César Gaviria y Fernando Cardoso, han propuesto una regulación de las drogas, pero no inmediata, sino cautelosa y gradual. Y no la pidieron a gritos. Muchas de las críticas a Felipe Calderón es la necedad con la que condujo su estrategia y el sangriento resultado que ya todos conocemos, al lanzarse a una guerra para la cual no estaba preparado.

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Por otro lado, el presidente electo Enrique Peña Nieto, parece preferir los reflectores, ahora alistándose para su “gira” (sic) europea. Por su designación inicial del general colombiano Óscar Naranjo Trujillo como asesor y por lo poco que ha hablado del tema, muchos dudan que esté dándole la prioridad necesaria a desarrollar un plan ó estrategia ó política pública para regular las drogas y combatir a las bandas criminales. Además, sus antecedentes como gobernador del Estado de México muestran que tal vez no sea su prioridad.

Y como dijo mi padrino, Jorge G. Castañeda en una entrevista para El País, “poco a poco hay una creciente conciencia de que este modelo no funciona. Hay cada vez menos gente que lo acepta, y más gente que está consciente de que cualquier alternativa sí implica algún tipo de despenalización o regulación”.

Pasado el trago amargo —tal vez le faltó agua tónica— en la ONU, Calderón vuelve a asumir que el país va poca madre y le gusta tanto que se quedará a turistear una vez dejado el cargo. Por aquí le dejamos un mapa de zonas que tal vez quiera evitar durante sus vacaciones.

Foto cortesía de Reporte Índigo.

@RomanCotera