Peña Nieto confiesa ser bebedor de Coca-Cola Light

La popularidad del presidente de México, Enrique Peña Nieto, no está en sus mejores niveles, y desde que se anunciará la visita de Donald Trump al país el pasado 31 de agosto, un día antes de su cuarto informe presidencial, puede que se haya visto más afectada. Un nuevo capítulo polémico sucedió el pasado 8 de septiembre durante la inauguración del Centro de Innovación y Desarrollo de la Industria Mexicana de Coca-Cola, en la Ciudad de México.

En abril de este año el periódico Reforma publicó los resultados de una encuesta nacional (a 1,200 personas) donde el nivel de aprobación de Peña Nieto era del 30 por ciento. Las cosas para el presidente empeoraron, pues según un artículo de Animal Político publicado la semana pasada con datos de Parametría, solo "dos de cada 10 mexicanos" aprueba la gestión presidencial. Y tal vez lo sospeche el mismo presidente, pues el jueves pasado Peña Nieto aseguró ser fanático de la Coca-Cola –bueno de Coca Cola Light– pero aclaró que no sabía si era buena o mala publicidad para la empresa transnacional.

"Les puedo decir que el Presidente de la República toma Coca-Cola todos los días… Coca Cola Light" dijo Enrique Peña Nieto, y agregó: "Espero que esta sea una buena publicidad para los productos de ustedes o no lo se ya, pero me confieso como consumidor de sus productos".

El anuncio del Presidente "consumidor" de refrescos y promotor de ellos no es coherente con la política gubernamental asumida por su administración en combate a las bebidas azucaradas –incluidos los refrescos– debido a los altos niveles de obesidad y de diabetes de los mexicanos.

Este año la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) publicó que "uno de cada tres adolescentes de entre 12 y 19 años presenta sobrepeso u obesidad", y uno de los culpables de esta situación es tener malas costumbres alimenticias.

La consecuencia de comer comida chatarra, beber bebidas azucaradas o simplemente no llevar una dieta balanceada y no hacer ejercicio, conlleva a problemas de salud como la diabetes.

Según información de la Organización Mundial de la Salud publicada en abril pasado, México es el país latinoamericano con más muertes relacionadas con la diabetes, siendo ésta la cuarta causa de muerte entre los mexicanos. En México hay 6.9 millones de mexicanos viviendo con diabetes, según información de la Federación Mexicana de Diabetes A.C., basada en datos de 2014. Para dimensionar el problema de salud, es como si todo el estado de Puebla (y un poquito más) padeciera esta enfermedad.

Desde el año 2014, en México entró en vigor una ley para disminuir el consumo de bebidas no alcohólicas endulzadas, entre ellas los refrescos de cola. La legislación aumento el pago de impuestos de dichos productores en un 10 por ciento (un peso más por cada litro), mismo que se vería reflejado en el incremento del precio al público y por consecuencia afectaría el bolsillo de los consumidores, que se esperaba dejarían de comprar ese tipo de bebidas, y buscarían opciones más sanas (y baratas).

Una investigación reciente dijo que la medida estaba teniendo efectos positivos y logró que los mexicanos dejaran de beber refrescos sin control. Y por su parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en un artículo publicado por Forbes, aseguró que de 2014 a la fecha ha recaudado más de 53 millones de pesos, gracias al "dulce" impuesto.

Por todo lo anterior, no entendemos muy bien esta "promoción" presidencial a la Coca-Cola, aunque sea Light. Pero bueno, tampoco entendimos por qué Trump visitó México.

Quizás debamos presentar a Enrique Peña Nieto con Pat Reydi, la norteamericana radicada en Veracruz aficionada a coleccionar objetos de la marca Coca-Cola. Seguro se llevarían bien.