Cómo el primer mes de Trump cambió la manera en que el mundo ve a EUA

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Cómo el primer mes de Trump cambió la manera en que el mundo ve a EUA

“Por primera vez, no pensé en Estados Unidos como un poder imperial masivo, sino como un país vulnerable a las malas decisiones”.

Si eres como la mayoría de los estadounidenses —incluyendo al presidente— realmente te importa lo que otros piensen de ti, incluso si finges que no. Tal vez publicas mucho en Instagram, tal vez necesitas insistir que tu partido o la inauguración presidencial fue un gran éxito al que todos asistieron. O tal vez no puedes responder a una pregunta sobre el antisemitismo sin irte por la tangente y hacer una diatriba sobre lo popular que eres.

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Si a ti, como a muchos de nosotros, te preocupa tu imagen, te podría consternar que el nuevo presidente no sea apreciado por una gran parte del mundo. Eso es probablemente porque Donald Trump dice que está a punto de poner a "Estados Unidos primero", un slogan aislacionista que fue utilizado por primera vez por las personas que no querían unirse a la Segunda Guerra Mundial. Para Trump, esta frase significa prohibir la entrada a Estados Unidos a la gente de algunos países de mayoría musulmana, la construcción de un muro en la frontera sur, la renegociación de tratadoscon bastante antigüedad, y echarse para atrás en los acuerdos internacionales.

El candidato Trump nunca fue el favorito de la mayor parte de la comunidad internacional, pero desde que asumió el cargo, la situación en Estados Unidos se ha vuelto aún más alarmante para quienes no son estadounidenses. Con Trump al volante, ha habido un aumento en los crímenes de odio, y el padre de un hombre indio que fue baleado en un ataque racialmente motivado en Kansas llegó a decir que los padres no deben enviar a sus hijos a Estados Unidos. Luego, durante el discurso de Trump del martes en una sesión conjunta del Congreso, anunció un programa gubernamental aparentemente diseñado para alimentar la indignación provocada por los crímenes cometidos por inmigrantes, a pesar de que cometen menos crímenes que los no inmigrantes.

Con la curiosidad de saber cómo han cambiado las actitudes de los extranjeros hacia Estados Unidos en el ajetreado mes desde la inauguración de Trump, me puse en contacto con algunos de los editores de las ramas internacionales de VICE y les pregunté qué pensaban de Estados Unidos en estos días. Esto es lo que me dijeron:

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Stefan Veselinović, Serbia:

Por primera vez, tengo la sensación de que Serbia está unos pasos por delante de Estados Unidos. Por supuesto, somos más pobres y menos afortunados que ellos, pero espero que tengan cuidado: están siguiendo nuestros pasos al elegir a populistas manipuladores. Tenemos una larga historia de ese tipo de líderes. Siempre podemos darles algunos consejos sobre cómo manejar a los rusos, que a menudo han sido visitantes no deseados aquí, especialmente en tiempos de elecciones. Sin mencionar la libertad de prensa, las amenazas y los asesinatos de periodistas, las órdenes demenciales y las prohibiciones ilegales. Para nosotros, estos son hechos casi cotidianos, y pueden suceder con la misma frecuencia para ellos también.

Nada ha cambiado en términos de mi opinión hacia Estados Unidos, porque nunca pensé que podrían evitar cometer los mismos errores que el resto del mundo. Lo único que no esperaba son tantas quejas de sus liberales.

Mi único consuelo es lo que ha estado sucediendo en el último mes. En vista de que la democracia estadounidense ha sido construida sobre un terreno más o menos firme durante siglos, no caerá de rodillas tan fácilmente. Tal vez sean capaces de mostrarnos en Europa cómo se ve cuando las instituciones fuertes controlan la tiranía de un gobernante. Una vez más, la pelota está en su cancha.

Renaldo Gabriel, Indonesia:

Definitivamente plantea algunas preocupaciones. Parece que Estados Unidos se enfrenta a una condición bastante dividida ahora más que nunca. El hecho de que Trump esté detrás del volante parece haber alimentado el fuego de todos los problemas institucionales de Estados Unidos. La combinación de un proceso electoral confuso, la insistencia de Trump de hacer berrinches públicos, y el continuo estancamiento político; parece que la democracia está fallando incluso para los estadounidenses, lo cual es un asunto terrible viniendo de "la tierra de los libres".

José Luis, México:

La llegada de Trump a la Casa Blanca me hizo pensar en algunos aspectos de Estados Unidos que nunca había contemplado. Al principio no podía creer su victoria; pero el día en que tomó el cargo vi en todos los canales de noticias las protestas masivas contra su presidente recién electo. Por primera vez, no pensé en Estados Unidos como un poder imperial masivo, sino como un país vulnerable a las malas decisiones.

Lamentablemente, un día o dos después de eso empecé a leer sobre personas particulares con comportamientos racistas contra los inmigrantes. Es demasiado pronto para saber si un presidente como Trump puede hacer que el racismo vuelva a florecer, pero estos dos hechos me hicieron pensar que es muy importante pensar en una nación en términos de sus individuos, no sólo de su gobierno. Hablando específicamente de las políticas de Donald Trump y de un muro construido sobre una línea arbitraria entre humanos, mi actitud no ha cambiado: sigo pensando que ambos son retrógrados y racistas.

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Joel Golby, Reino Unido:

Siempre he percibido a Estados Unidos como una especie de expresión tamaño país del alarde y la soberbia: Siempre ha sido, desde mi punto de vista al otro lado del estanque, una especie de versión brillante, confiada y segura de lo que Gran Bretaña sólo podría aspirar a ser en sus sueños más salvajes. Esencialmente, Estados Unidos significa fumar puros, dar balazos al cielo seco del desierto mientras gritan "yee-harr", gente híper-hermosa de Los Ángeles, los malhumorados neoyorquinos, ondulantes barras y estrellas; un ejército perfectamente adiestrado y extremadamente enfadado, una gran franja de casas residenciales con jardines perfectamente cuidados, con sistemas complejos de rociadores y una cochera gris perfecta, y en ella un brillante coche de fabricación estadounidense, y en cada casa —cada casa tiene un desorden de fotos familiares retocadas, perfectamente enmarcadas, en la repisa de la chimenea— hay un papá estadounidense, con un fino bigote entrecano, puliendo su rifle en silencio y amenazando con dispararle al novio de su hija si tienen sexo. Eso, para mí, es Estados Unidos.

Post-Trump, ese brillo se ha desgastado. Para mí Estados Unidos parece más que nunca una tierra de desorden, un lugar donde la "izquierda" y la "derecha" se han transformado en dos identidades híper-caricaturizadas. Y en ese sitio —en el polvo rojo y el arroyo— hay una pérdida de identidad sin objetivo. ¿Quién son, Estados Unidos, ahora que la mitad de ustedes odian a Trump, y la otra mitad piensa que sus maniobras ruidosas e idiotas de inclinación bélica son el camino a seguir? ¿Cómo puede Estados Unidos tener una sola identidad de nuevo, cuando sus dos corazones ideológicos están enfrascados en una batalla? Esencialmente: ¿Quiénes son, si no están seguros de sí mismos? Un águila calva se posa en una rama fuerte en un acantilado rocoso sobre un largo río épico y errante. El sol se pone detrás suyo en el cielo. Y, lentamente, con un grito triste, llora una sola lágrima. Eso es Estados Unidos ahora mismo. Sin embargo, por favor sigan haciendo buena televisión, la necesitamos.

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Julian Morgans, Australia:

Trump no ha cambiado mi percepción de Estados Unidos, sólo la ha reforzado. Mira, siempre he visto a Estado Unidos como una sociedad que lleva tres cervezas en una noche de fiesta. La música está sonando, todo el mundo habla rápidamente (y en voz alta) sobre sí mismos; las opciones son grandes e interminables.

En comparación, en Australia todo es promedio. Celebramos a los personajes promedio, los paisajes planos, y nos preocupamos por nuestros pequeños problemas, moderadamente preocupantes. La desgracia en Australia parece alguien que necesita asistencia social. Pero la desgracia en Estado Unidos se parece a los suburbios exteriores de Detroit y a los tiroteos en las escuelas. Estado Unidos es esta maldita confusión de sueños y angustia. Estados Unidos está loco, así que la transición de Obama a Trump parece completamente natural. ¡Por supuesto Trump! ¡Por supuesto!

Markus Lust, Austria:

Hubo una vez una época en que Estado Unidos era considerado bastante cool en el corazón de Europa. La gente incluso llevaba la bandera de las barras y las estrellas como una moda, y no estoy hablando de los rednecks europeos de los suburbios de los Alpes, sino de los verdaderos aficionados a la moda en Viena. Lo recuerdo como si hubiera ocurrido el año pasado. (De hecho, fue el año pasado.) Pero también recuerdo una época en que Estados Unidos y todas las cosas que representaba eran considerados el equivalente contemporáneo de la esvástica y un símbolo de todo lo malo del mundo. Y esa época fue sólo unos pocos años antes, cuando George W. Bush era presidente. Ahora parece que volvemos a los años de Bush.

Benjamin Wirström, Suecia:

Para ser honesto, en todo caso, mi actitud hacia Estados Unidos ha mejorado. Definitivamente fue sorprendente que Trump venciera a Clinton (si ganar el colegio electoral significa siquiera vencer a tu oponente), pero al mismo tiempo no fue totalmente inesperado, ya que siempre quedó dolorosamente claro a lo largo de las elecciones cuántas personas apoyaban con fanatismo cada palabra que salía de su asquerosa boca.

Así que, mientras todos nos preparábamos para el inevitable apocalipsis, algo sucedió: la gente no iba a quedarse calmada. Las protestas estallaron por todo el país después de su inauguración y continuaron en respuesta a su prohibición de ingreso al país. Sólo muestra cómo los estadounidenses pueden unirse en tiempos de necesidad; cómo la gente evitará someterse al fascismo y se pondrá a luchar, y eso es realmente inspirador. ¡Vamos Estados Unidos!

Matern Boeselager, Alemania:

La elección de Trump no cambia realmente la forma en que veo a Estados Unidos, ya que sabíamos desde antes que el país tenía problemas y que había mucha gente dispuesta a votar por él. Ahora que ha sucedido, es muy triste y también bastante aterrador. A los alemanes les gusta burlarse de las ambiciones de poder de Estados Unidos, pero en realidad no estamos preparados para un mundo en el que Estados Unidos no asuma responsabilidad alguna. ¿Qué se supone que debamos hacer, conseguir nuestras propias ojivas nucleares?

Sí, estamos muy preocupados. Es como haber tenido un amigo fuerte de tu lado que siempre mantenía al bully del vecindario a raya. Y entonces de repente ves a ese amigo fuerte compartiendo cigarros con el bully, y luego ambos te señalan y empiezan a reírse. No tenía por qué suceder y es muy aterrador.

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