Este artículo fue publicado originalmente en VICE MéxicoEn Venezuela cada día se producen entre ocho y diez asesinatos en todo el país. Los fines de semana la cifra puede elevarse hasta 50 o 70 solo en la ciudad de Caracas, la capital que actualmente tiene la tasa de homicidios más alta del mundo entero. En 2015, según cifras oficiales, casi 18 mil personas fueron asesinadas en Venezuela. Sin embargo, estos números no concuerdan con los emitidos por el independiente Observatorio Venezolano de Violencia que asegura que casi 28 mil personas perdieron la vida de manera violenta en el país. La mayoría de estas muertes ocurrió en robos, secuestros y asesinatos a manos de sicarios. En Venezuela puedes ser asesinado por llevar un teléfono de última generación, un coche llamativo o cualquier objeto de valor que para el maleante sea atractivo. La delincuencia se ha vuelto demasiado aleatoria y anárquica que existen casos tan descabellados como muertes derivadas de discusiones en el tráfico, rencillas políticas o simples miradas a la chica de otro.
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Las madres que aparecen en este proyecto tienen que vivir con la pérdida de sus hijos y luchar por conseguir justicia. Por desgracia, la impunidad es otro mal en el sistema judicial venezolano. Junto a los retratos de las madres, aparecen las fotografías de la ausencia del hijo asesinado a través de espacios y objetos que le pertenecían, buscando imaginar una historia viva, que dentro de los corazones de estas mujeres, nunca se ha apagado.Albis Hernández, madre de Esteban, estudiante de 17 años de edad, asesinado a manos de un policía en un supuesto encuentro criminal. Esteban iba de pasajero en una moto junto a un amigo suyo del colegio. Los dos llevaban sus uniformes que los delataban como estudiantes de bachillerato. A unas calles de donde los interceptó la policía, se había producido un robo en una panadería.
ALBIS
El dueño le dijo a la policía que los atracadores habían sido unos muchachos jóvenes. A Esteban y a su amigo les dieron la voz de alto, se asustaron, uno de los policías disparó y le dio por la espalda a Esteban. Murió en el acto. Posteriormente, el dueño de la panadería no los identificó como los ladrones.
CONSUELO
Lo único que sabe es que unos hombres lo atacaron con bates de beisbol y luego lo sentenciaron de un disparo, o quizá dos, no lo sabe. Su cuerpo fue encontrado dos días después en un terreno baldío cerca del supermercado donde había ido a hacer sus compras.
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GLORIA
Omar y su madre se bajaban de un pequeño autobús cuando fueron sorprendidos por uno de los habituales tiroteos de la zona entre bandas que se pelean el territorio. Gloria llevaba a Omar de la mano y sintió el peso del cuerpo de su hijo caer, fulminado por una bala en la cabeza.Una bala perdida de una de las pistolas de esos muchachos.
MARÍA DEL CARMEN
Sabe que sus hijos no andaban en asuntos legales. Se quisieron salir, pero no los dejaron. Hoy cría a la hija de uno de ellos.
MARÍA HELENA
Su hija Eliana, de 12 años, recibió un disparo en la cabeza en el medio de una balacera entre bandas rivales y murió en frente de su casa. Su nieto, Erasmus, de 20 años, murió por una bala perdida.
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OLGA
Vivía en Barquisimeto. Un mediodía fue a comprar un pollo asado y cuando subía al auto de vuelta, vio venir a un hombre con un arma en la mano. Vio el peligro, al parecer hizo un gesto que no gustó al pistolero. Cinco o seis tiros entraron en su cuerpo. Por nada. El asesino finalmente no se llevó el coche.
YNGRIS
La razón de su asesinato fue porque William trató de mediar una pelea entre el asesino y un amigo de él. Julio M, como se llama el supuesto asesino, huyó del país y nunca fue juzgado.
JENETH
Supuestos policías jugaron al tiro al blanco con muchachos que protestaban el 12 de febrero de 2014. Una bala acertó en la cabeza de Bassil. Todos los vimos.
CARMEN
Lo último que le dijo Jimmy a su madre fue a través de un mensaje telefónico que decía: "hágame una comidita para amortiguar que ya voy para la casa".