Un policía filipino murió durante una redada en una pelea de gallos después de que uno de los gallos cortó accidentalmente la arteria femoral del hombre causando una pérdida de sangre masiva.
El teniente Christian Bolok estaba recogiendo al gallo como evidencia durante la operación del 26 de octubre en el centro de Filipinas cuando la cuchilla atada a la pata del ave le cortó la arteria. Murió de camino al hospital.
Las peleas de gallos son un pasatiempo común en Filipinas, donde se apuestan grandes sumas de dinero al ganador de lo que suele ser una pelea a muerte entre dos gallos.
Con una historia que abarca siglos, se ha convertido en una industria legal de miles de millones de dólares en el país del sudeste asiático donde las peleas se transmiten por televisión y puedes encontrar granjas de cría en todas partes.
Sin embargo, este año se prohibieron las peleas en un esfuerzo por frenar la propagación del coronavirus en un país con el peor brote en el sudeste asiático, donde ahora pocos lugares pueden operar legalmente.
La redada policial fue parte de un esfuerzo por aplanar la curva en un país donde los casos de coronavirus han aumentado a 373.144.
El gobierno provincial de Sámar del Norte elogió el servicio "desinteresado" de Bolok para hacer cumplir las regulaciones de la cuarentena comunitaria. Varias personas que participaron en las peleas de gallos dieron positivo a coronavirus, dijo la provincia en un comunicado.
"Estoy muy afligido porque hemos perdido a un hermano que sacrificó su propia vida en nombre del servicio", dijo el jefe de la policía provincial, Arnel Apud, en un comunicado que le enviaron a VICE News.
Esta es la primera vez en más de dos décadas que pierde a uno de sus hombres en una redada de pelea de gallos, le dijo Apud a la Agence France-Presse en una entrevista aparte.
Tres personas fueron arrestadas durante la fatídica redada y la policía confiscó siete gallos de pelea y fajos de dinero en efectivo utilizados para hacer apuestas.