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'Star Wars: Battlefront' no es un muy buen juego

Lograron que las armas se vean y suenen tan increíble como en la película, pero eso no se traduce en algo emocionante o que se sienta bien cuando apuntas y aprietas el gatillo.

Todas las capturas de pantalla son cortesía de Electronic Arts, Inc.

En el cielo azul despejado de Hoth, otro piloto rebelde de Ala-X se va sin explicación directo a un acantilado. Cuatro rebeldes corren por un pasillo, pero ninguno parece rebasar al otro y se quedan atorados. Aparece Luke Skywalker, todo el mundo comienza a lanzarle granadas, Luke Skywalker decide irse a casa. ¡Es como si estuvieras en la película!

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En Star Wars: Battlefront puedes ser parte de los buenos o de los malos y puedes luchar contra muchos otros jugadores en línea con naves espaciales, sables de luz y granadas. En un rato voy a tocar la aterradora parte cultural de las cosas, pero desde ahora dejemos claro que Star Wars: Battlefront no es un muy buen juego.

Los mensajes publicitarios de EA (Electronic Arts, Inc.) han dejado claro que el juego está dirigido a los fans de Star Wars en lugar de a los gamers. Esta mentalidad pareciera ser de mal gusto —una implicación con desdén de que el juego es un poco más que contenido estético para ser consumido de manera pasiva.

Para ser franco, esta mentalidad se nota. Se ha puesto muchísima atención y cuidado en recrear el tono estético de Star Wars. Las explosiones de sonido en lo-fi, que fue lo que Lucasfilm utilizó en la trilogía original, son maravillosas y los sables de luz lucen y suenan igual que en las primeras películas. La voz en off de Darth Vader por alguna razón ya no está, pero verlo caminar lentamente por ahí cometiendo un montón de asesinatos chidos es algo evocador y emocionante.

Ser Darth Vader es una porquería. La forma en que te mueves y atacas es atípicamente mecánica (sí, sí, es casi un robot, pero ya sabes a lo que me refiero) y la diversión de matar a los secuaces suele ser interrumpida por un Jedi. Entonces llega el momento de tener un duelo con sables de luz, el cual tiene la coherencia y la finura de dos borrachos tratando de luchar con los ojos cerrados. Una vez más, divertido de ver, pero horrible para ser parte de ello.

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Pilotear naves es aún peor. El control de las naves es lento y flotante como el de las maquinitas de videojuegos. Las batallas en el aire son algo aburridas y lentas, los mapas son demasiado pequeños como para que puedas planear con libertad, y tratar de aterrizar en los diminutos espacios de tierra sin estrellarte nada más no es divertido. Muchos jugadores en línea ni siquiera saben de los power-ups que te permiten volar naves.

Este sistema de power-ups pretende democratizar la diversión al regar los power-ups por todos lados para que cualquier persona los agarre y los disfrute, pero esta abstracción hace que disminuya la conexión entre el ambiente y el jugador, haciendo que los mundos se sientan más como magníficos dioramas muertos. En las breves horas en que el juego destaca, el espectáculo en sí pude satisfacer a la mayoría de los jugadores —las grandes batallas del modo Supremacy/Walker Assault incluyen a todas las personas, todas las armas, todo el impactante sonido de John Williams. Pero en la mayoría de los modos, las deficiencia de Battlefront no pueden ocultarse.

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En primer lugar, el tiroteo es aburrido. Logran que las armas se vean y suenen increíble como en la película, pero eso no se traduce en algo emocionante o que se sienta bien cuando apuntas y aprietas el gatillo. Jugar en tercera persona en lugar de en primera hace que el disparar se sienta mucho mejor, pero para muchos esa no es la mejor solución.

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¿Cuál es el segundo gran problema? Hay mierda por todas partes. El enfoque mezquino de Battlefront te obliga a jugar un match antes de poder desbloquear el detonador térmico. Aprecio el valor de hacérsela más fácil a los jugadores menos experimentados, pero carajo, déjenme tener una granada.

La progresión es tediosamente lenta, tal vez es un esfuerzo en vano por disimular lo poco que el juego tiene para ofrecer. Tienes que jugar unas cinco horas antes de que puedas usar un jetpack, y me molesta demasiado que no me dejen usar un jetpack antes. Fuera de broma, este es un pésimo requisito, pretenden que los jugadores inviertan una gran cantidad de tiempo para tener acceso a todas las cosas que necesitan para que el juego sea divertido por más de un corto período de tiempo.

Se podría argumentar que el juego se diseñó desde un principio con sesiones breves, pero, en gran medida, el juego premia el comportamiento opuesto. Los que más juegan tienen acceso a versiones más chingonas de cualquier artículo y mejores experiencias, lo que es imposible para cualquiera que entre a jugar sólo por media hora. A los pocos días es frustrante que te estén matando con armas que tú no puedes tener —denle una semana y va a ser aún menos divertido.

El que el juego haya sido tan simplificado podría sugerir que los jugadores menos calificados no llegarán a confundirse, pero no significa que se la pasarán bien. Si se considera el panorama más amplio de los tiradores en línea, es seguro decir que la simplicidad pura no es un modelo inútil al cual aspirar. Sin embargo, la simplicidad sin elegancia es retrógrada, y es justamente lo que el diseño de Battlefront parece hacer. Sin tomar en cuenta los visuales de Hoth, este juego parece anticuado, lleno de viejas y malas ideas. Las misiones cooperativas tienen misiones que podrían considerarse de relleno.

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Las misiones que no son en línea son sencillas pero divertidas, te dan chance de sumergirte en la atmósfera de los mundos al mismo tiempo que te hacen sentir como si estuvieras realmente en las películas, es decir, corres como loco con un sable de luz y rara vez entras en cualquier tipo de situación significativa. La IA es una basura, pero, ¿a quién le importa? Hay monitos que están ahí para que les dispares o para que uses tu sable de luz. Esa es la definición que encontré de los Soldados Imperiales.

Con sólo unos cuantos mapas y unas cuantas armas para jugar, es difícil no poner cara de sorpresa cuando ves el precio del DLC de Battlefront (50 dólares). Lo peor es que Battlefront pierde la mayor parte de su atractivo después de una o dos horas. Es mucho más hermosos y divertido verlo que jugarlo, así que está genial para cualquier persona que quiere estrenar una nueva tele. Aparte de eso, es simplemente un manera muy cara de sumergirse en La guerra de las galaxias.

Con mucho gusto te digo que como juego no es digno ni de tu tiempo ni de tu dinero, pero, ¿vale la pena como algo representativo de Star Wars? o ¿Vale la pena si amas Star Wars? En ese sentido, no tengo ni pinche idea. Me encantan las películas originales, crecí leyendo los libros y jugando la mayoría de los juegos de La guerras de las galaxias, y actualmente estoy enganchado con el brillante Asalto Imperial, pero es todo.

Vivimos en una realidad en la que Hasbro lucha para mantenerse al día con la demanda de juguetes de personajes de películas que no han salido a la pantalla grande —personajes que sin duda podrían ser una mierda. El universo de Star Wars sigue siendo fantástico, pero Star Wars como marca se ha convertido en un ente aterrador, un medio que no deja de proporcionar cosas a un público que en gran parte no es crítico, sino simplemente agradecido por tener nuevas oportunidades para consumir. Antes esto era comprensible, pero con la nueva máquina de dinero Disney a todo vapor, es una mentalidad que cada vez me cuesta más trabajo entender. Así que si en realidad amas los video juegos, no es un gran juego. Y si realmente amas Star Wars: no tengo la menor idea.

Star Wars: Battlefront estará disponible para PlayStation 4, PC y Xbox One.

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