Adolescente reúne a sus amigos para espiar y asesinar a su ex novia

Este artículo se publicó originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.

El 12 de enero de 2016, Wade Anderson salió de trabajar y regresó a la casa que compartía con su esposa y su hijastra en Regina, capital de la provincia Saskatchewan. Ese día, Anderson encontró a su hijastra Hannah Leflar acostada boca abajo, sin vida en el piso de su habitación. La habían apuñalado diez veces.

Después de un juicio de alto perfil realizado en Canadá, el asesino de Leflar, Skylar Procker, de 19 años, fue sentenciado a cadena perpetua por un tribunal de Regina. Será considerado ponerlo en libertad después de una década de estar tras las rejas.

Leflar, de dieciséis años, fue asesinada por su ex novio. Después de que terminara su relación de ocho meses en mayo de 2014, Prockner tenía la intención de vengarse, según documentos judiciales. Empezó a fantasear con la idea de hacerle daño y comenzó a acosarla. La amiga de Leflar, Brenna Ecker, de 19 años, le dijo a CBC que después de la ruptura, se intensificó la conducta controladora de Prockner.

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"Él tenía esa idea de: 'eres mía para siempre'. Como que nadie más la podía tener si no era él", dice, alegando que Prockner trataba de contactar a Leflar incesantemente y la acosaba en su casa y en la escuela.

En octubre de 2014, después de descubrir que estaba en una nueva relación, Prockner y varios amigos aún sin nombre hicieron un plan para asesinar al nuevo novio de Leflar. Los documentos de la corte declaran que nombraron al plan como el "Proyecto Zombify" y compraron bates de béisbol y cuchillos para estar preparados, pero abortaron la misión cuando la pareja decidió terminar la relación.

En enero de 2015, la violencia de Prockner se salió de control. Después de revisar las redes sociales de Leflar con una cuenta falsa de Facebook, descubrió que estaba saliendo con alguien otra vez. Se reunió con un amigo para atraer a Leflar y hacer que se encontrara con él justo después de la escuela. Como eso no funcionó, los dos muchachos fueron a su casa. Mientras su amigo –que se ha declarado culpable por homicidio de segundo grado, esperaba dentro de la casa, Prockner apuñaló a Leflar hasta matarla.

Aparte de la tragedia de que le quitaron la vida a una adolescente, lo que hace que el caso de Leflar sea particularmente impactante es que Prockner no se esforzó mucho por ocultar sus planes del asesinato. De hecho, muchos estudiantes en su escuela sabían sobre las intenciones asesinas de Procker.

"Fue sorprendente, pero al mismo tiempo, no lo fue", le dijo a CBC News su compañera Deanna Polsom. "Mucha gente lo sabía, pero dicen que pensaban que estaba bromeando. Estaban "muy sorprendidos", pero dijeron que no tenían la culpa, aunque ellos lo supieran y debieron habérselo dicho a alguien".

Según los documentos de la corte, Prockner reclutó amigos para ayudarle a acosar y a atormentar a Leflar en los meses previos a su muerte. Una amiga incluso se inscribió en el mismo curso de entrenamiento de pilotos que Leflar específicamente para informarle sobre lo que hacía. Y varios adolescentes estaban enterados del primer plan de "Proyecto Zombify".

"Éstas personas decían que eran sus mejores amigos, y éstas fueron las personas que contribuyeron a que la asesinaran," dijo Polsom.

A pesar de todo, ninguno se enfrenta a cargos. "gracias a los testigos se ha logrado obtener justicia para Hanna", explicó el fiscal Chris White.

Conforme el polvo se asienta en el veredicto, muchos se preguntan cómo es posible que tanta gente supiera de las intenciones de Prockner y nadie haya hecho nada. "Para los adolescentes que tienen relaciones a través de las redes sociales, en especial cuando incluyen acoso o abuso, es muy difícil que sepan cómo reaccionar porque no saben a quién acudir", explica Keetha Mercer del Programa de Prevención de la Violencia en la Fundación de Mujeres de Canadá.

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"Los estudios demuestran que los programas de prevención de la violencia en las escuelas son altamente efectivos, incluso años después de asistir a un programa, los estudiantes experimentaron beneficios a largo plazo, tales como mejores relaciones de pareja, la capacidad de reconocer y dejar una relación destructiva, aumentar la autoconfianza y asertividad, y para las personas a las que tratan injustamente la capacidad de romper el silencio".

Mercer dice que todo el mundo tiene un papel que desempeñar para eliminar la violencia contra las mujeres jóvenes como Leflar. "Es importante hablar y desafiar las declaraciones que justifican la violencia cuando las oyen, responsabilizar a los agresores por sus acciones y no estar de acuerdo con las excusas de por qué ocurrió la violencia", dice.