FYI.

This story is over 5 years old.

Creators

Siler lleva 18 años tapizando la CDMX con su nombre, ¿por qué?

Seguimos al graffitero por dos días de pinta y nos cuenta los secretos de su pasión y vicio: pintar todo lo que se ponga en frente.
K
fotografías de Kishi
Fotografías cortesía de Siler

“… Va a estar súper divertido que le tenga que explicar a mis papás que me llevaron a la cárcel por estar con unos graffiteros en la parte más culera del centro de la CDMX a las 2:00 am, jodiendo.” Ese fue mi pensamiento mientras, con dificultad, aceleraba el paso y trataba de alcanzar a Siler, Dunk y Kishi (el fotógrafo que me acompañaba), cuando escuchamos que se abría un portón y un perro ladraba acompañado de la voz de un señor decía: “Dejen de pintar hijos de su puta madre”.

Publicidad

La voz no había terminado de articular la oración, cuando ellos tres ya se encontraban casi en la otra calle y yo recién comenzaba a caminar a paso veloz; para cuando los encontré poco después, Dunk y Siler ya estaban pensando en el siguiente lugar para rayar. Los “héroes de barrio”, como los llama Dunk, suelen ser más peligrosos que la policía, ya que, en el mejor de los casos, son los únicos que pueden demandarte por vandalismo si te encuentran graffiteando una pared pero, para que existan consecuencias, necesariamente te tienen que atrapar y entregar. En el peor escenario, suelen ser quienes tienen las reacciones más violentas, pues es facil confundir a un graffitero con un asaltante o cualquier otro tipo de persona que quiere agredirte en tu propiedad. En todo caso, con el simple coraje de ver vandalizada tu casa, bastaría para pensar en meterles una deliciosa paliza.

Siler, uno de los fundadores del HCNK, lleva 18 años recorriendo la ciudad, casi siempre de noche, y marcandola con sus “ bombas”. Fuimos dos noches con él para ver cómo hacía lo propio en compañía de Dunk, otro miembro del HCNK (crew o clica a la que pertenecen y que está formada por otros graffiteros como ellos: carpa, pen, new, etcétera).

Esto es una bomba.

Los esperamos a media noche en el metro Chabacano, sobre Tlalpan. Hasta el momento nos manteníamos escépticos de lo que podría pasar durante la noche porque Siler se mantenía sumamente hermetico en la comunicación por redes sociales. Llegaron por nosotros y entregamos las latas de aerosol que nos pidieron para hacer la nota y los acompañamos a rayar un skate park en Tlalpan. Ahí, también conocimos a Exel, un graffitero de L.A. que se encontraba hangeando con ellos durante la noche y que los conoció a través de PEMEX.

Publicidad

La ironía de la primera noche, fue cuando se encontraban viendo a la pared con las manos esposadas sobre Av. Popocatépetl en la Benito Juárez porque unos vigilantes, que a su vez llamaron a otras patrullas, los habían cachado rayando una barda. Poco antes, Siler nos había contado de cómo en realidad la policía no representa un peligro para el graffitero en la ciudad, y el verdadero problema son los asaltantes o las diferentes situaciones con las que te puedes encontrar durante la noche en la CDMX, (asaltos, sexo clandestino en la vía pública, vagabundos agresivos y gente sospechosa que se acerca a ver qué estás haciendo, entre otros). Pero esto no era el caso, era una avenida transitada de Coyoacán a las 3 de la madrugada y, si bien, llegó un momento en el que estaban rodeados por dos patrullas y 10 policías, sólo bastó con unas varias horas de insistirle a los agentes que los dejaran ir a cambio de tapar su graffiti con aerosol cromo para que pudieran irse tranquilamente. En la segunda noche, sólo fueron necesarios 100 pesos y la diestra palabra de Dunk a un grupo de vigilantes en el centro de la ciudad, quienes les dieron permiso de rayar las cortinas y paredes de los comercios que, a esa hora, ya se encontraban cerrados.

Su estilo no va de hacer un arte o de plasmar alguna pieza magistral efímera sobre una pared, tanto como va de ver hasta dónde pueden llegar en este intento de apropiarse de una ciudad, de salir todas las noches a rayar por igual una barda en Iztapalapa o un espectacular sobre Tlalpan.

Publicidad

Mira lo que Siler y Dunk nos cuentan al respecto:

CREATORS: ¿Tienen muchos problemas con la policía?

Dunk: Aquí está bien fácil, en comparación con otros lados y países donde tienen más "educación". Aquí, como faltan muchos recursos, la situación se presta a que haya mucha corrupción.

Siler: La policía en México no es un tema peligroso cuando hablamos de graffiti. Hay más problema con la gente que, además del graffiti, está involucrada con la delincuencia; aquí el graffiti es el paraíso para cualquier escritor.

D: Puedes pintar y dedicarle mucho tiempo, por eso muchos extranjeros están llegando a graffitear acá. También porque los graffitis duran más tiempo sin que los borren.

O sea, sí tienen un circulo donde ubican quién es el graffitero extranjero que acaba de llegar, ¿cierto?

S: Sí. Entre la misma gente se avisan: “oye wey, ya viste que llegó tal”, y así. Y muchas veces aunque no te avisen que está en la ciudad “tal” graffitero, vienen y pintan, entonces uno que anda en la calle, se da cuenta.

D: Como graffitero cambia mucho tu perspectiva del panorama. Ya no ves un panorama gris de cemento; cuando veo una ciudad, veo más bien un spot que puedo pintar o un lugar donde puedo poner mi nombre. También es un lenguaje universal, porque te encuentras a otras personas en otros lados que tienen tu misma idea o ideal.

¿Cuál es el ideal?

D: Pues pintar, nada más pintar.

S: Hay extranjeros que vienen y sólo pintan el metro, por ejemplo.

Publicidad

D: Yo he salido a otros países y así como la gente quiere ir a Disneylandia, yo voy a querer pintar. Quise ser el rey del barrio y entonces pinté y pinté, y después de un tiempo ya todos conocían mis cosas. Es poner una banderita en los lugares a los que hemos llegado.

Ese “te conocen”, es más bien que conocen tu firma o tu pseudónimo, ¿no? Porque, por ejemplo, tú (Siler) no quieres que relacionen tu cara o tu nombre real con el “Siler” graffitero, de hecho sentimos mucho hermetismo en la comunicación para poder lograr la entrevista.

S: Te voy a decir algo y no lo tomen a mal. Ustedes, ¿cómo saben que yo, ahorita, no los iba a robar o a hacerles otras cosas? Ustedes me pueden decir “es que yo soy el de la revista, o de “tal” lado”, y yo les digo:“dame tu teléfono, dame los botes de pintura y hasta los tenis”. Así como está la situación en el país, tú no te puedes confiar de nadie. No es en mala onda, pero conocemos extranjeros que vienen, los contactan por internet y a la mera hora los terminan asaltando, les roban las cámaras, etcétera, confiados en que la gente es buena y pues no.

Sí, pero desde la parte creativa y de diseño, usualmente un artista quiere que conozcan su trabajo, ¿no? Con ustedes es como un mensaje en dos vías: por una parte está ésta obsesión con que todos conozcan su nombre y al mismo tiempo no quieren que se sepa quienes son.

D: Es que se ha ido distorsionando la idea hasta que ahora ya los confunden (a los graffiteros) con muralistas y piensan que también son grafiteros sólo por tener un aerosol en la mano. Ahora cada quien tiene una percepción diferente del graffiti.

Publicidad

¿Por qué para ti un muralista que trabaja con aerosol no es necesariamente un graffitero?

D: El graffiti empezó sin permiso. Hay quien hace muchas cosas que se ven muy bien con aerosol, pero no necesariamente han vivido lo que uno vive como graffitero. A un muralista tu le puedes preguntar: “oye, ¿tú has graffiteado en Tepito y te han correteado con un machete?”, y te va a decir que no, nunca. En Tlalpan te corretean los jotos. A la gente normal le cambias la rutina, si te ven graffiteando piensan “chale, ¿estos qué están haciendo? ”, y automáticamente levantan la guardia, nos vemos muy sospechosos en la noche.

S: Está chido, pero es puro desmadre.

¿Cuantos tiempo llevas rayando?

S: 18 años, del HCNK soy el más longevo.

¿Rayas todas la semanas?

S: Todos los días. Si no se puede todos los días, por lo menos tres días a la semana.

O sea, ¿todos los días sales a dejar un “Siler” en algún lugar?

S: Sí, aunque sea uno o dos.

¿Por qué?

S: Porque ya es un vicio. Están los weyes que les gusta la piedra, a los que les gusta la mota o hacer ejercicio, a mi me gusta rayar.

O sea, ¿sientes euforia cuando sales a rayar?

S: No siento euforia, eso fue al principio. Ahorita ya es más como un trabajo.

Pero de un trabajo obtienes algo, ¿qué obtienes de acá?

D: Nada, el graffiti no me ha dejado nada. No me deja dinero, no gano nada, no me deja nada. Lo que me gusta es que lo hago porque me gusta.

Llevas 18 años graffiteando y siempre has hecho “Siler”, 18 años haciendo “Siler” todos los días, ¿por qué?

Publicidad

S: No sé, me gustó el nombre.

Sí, ¿pero por qué?

S: No sé, es más por la destrucción. Podría invertir mi tiempo en un fin de semana que no hago nada productivo en salir a pintar un mural o un graffiti legal, pero no me gusta, no tengo la paciencia ni el tiempo, lo mio es estar en la noche. A mi me da hueva salir en el día, primero por el sol, luego por tener que pedir un lugar donde pintar. A veces puedo salir en el día y aun así pinto sin permiso y no me gusta. Prefiero salir en la noche, en la noche está chingón, en la noche se puede todo.

¿Tu objetivo es ir perfeccionando y decir: “este Siler me quedó mejor que el otro”?

S: No, nada más es por hacerlo.

Okey, es que quiero entender esa parte obsesiva de rayar tu nombre sin un fin en realidad.

S: La obsesión es más bien por estar en toda la ciudad.

Una vez que se ubica tu bomba, es fácil identificarla repetitivamente en toda la ciudad, podría pensarse que sí estás en todos lados.

S: Es bien chistoso, pero yo personalmente no me veo. O sea sí veo graffitis míos, pero siento que me falta tener más en más lugares. Para llenar la ciudad me falta una vida.

¿Sabes un aproximado de cuántos graffitis tienes?

S: En total no. Lo que sí sé es que durante el 2017 hice 900 graffitis y eso sí lo tengo contado y en foto. A veces dejo de pintar una semana o por temporadas, pero de repente salgo y ya hago algo grande, no de tamaño pero en una noche me puedo aventar por lo menos 15 graffitis.

Publicidad

Entonces, prefieres estar en más lugares que hacer un graffiti gigante como los de Sinko.

S: Lo de Sinko es diferente por que el usa extinguidor. Es caro comprar pintura, pero todo se puede y todo se hace, el problema es el dinero. Antes se podía robar pintura muy fácil, ahora ya no.

Cuánto dinero gastas en pintura para una semana normal

S: Con eso de que ya subió, puedo gastar como $1,500.00 o $2,000.00 pesos a la semana en pintura. Luego hay veces que haces negocio y cambias cosas por pintura. Quien va a querer pintar lo hace como sea y como pueda. Por ejemplo, está Smithe One, Seher One, que hacen murales y cosas así, pero lo nuestro no es eso, lo nuestro es en la noche. Sí puedes hacer cosas de colores, pero en realidad no vas a salir a la calle para que te quiten 20 o 30 latas de aerosol, a nosotros nos quitan cinco. El otro tema también son las cámaras, hace 10 o 15 años no habían y no por eso no había tanto problema. No es un delito tan grave, pero si te llega a ver una cámara ya valió verga todo.

¿Qué es lo peor que te puedes esperar si te agarra un policía?

S: Nada, hablar con él. Es más cabrón que te agarre el dueño de la propiedad, ahí sí puedes ir a la cárcel o pagar una multa muy alta, pero siempre y cuando sea el dueño, es el único que puede poner una demanda.

Pero si te ven en todos lados, ¿puede suceder que digan “hay que agarrar a ese tal ‘Siler’ que está vandalizando las calles”?

Publicidad

S: Aquí en México no, según hay un (protocolo) antigraffiti, pero yo creo que es de chocolate porque en otros países hay antigraffitis cabrones, acá no.

¿Cómo funciona en otros países?

S: Ven a los que tienen más spots rayados con su nombre y te buscan. Empiezan un archivo con fotos de dónde has rayado y cuando ya es demasiado grande, te buscan con gente de los crews o gente cercana y te encuentran. Pueden buscarte en casa de tu familia, de tus tíos o donde sea; allá te encuentran porque te encuentran.

Pero eso no pasa acá.

S: Y no creo que pase nunca. Hay policías que me agarran y me preguntan que qué pinto y pues hasta ahí, chido, (risas). No es tan delito; en ese caso, yo creo que ya hubieran agarrado a otros. Acá sólo les das mordida y ya, yo he pagado hasta 15mil pesos en una multa porque pinté unas bardas que no sabía que eran de hacienda.

Me dices que lo tuyo va más por el lado de la destrucción. Entonces, tú sí lo relacionas la intención de perjudicar propiedad privada.

S: No lo hago por dañar una fachada -a menos que sea del gobierno, ahí sí me vale verga– en realidad no me importa tanto, si tienen dinero para borrarlo que lo borren, si no, me da igual que sea una casa o un vagón del metro.

No es por dejar un mensaje.

S: No, nada.

Sigo tratando de entender por qué haces esto.

S: Por cagarle el palo a la gente.

¿Cómo escogiste ‘Siler’?

S: Yo hacia un tag* que decía “Slap”, empecé a hacer “Slap” por los cómics. Había un programa de Batman en la tele en el que cuando le pegaban a alguien - al Güasón o así-, salía “Slap”.

Publicidad

En la secundaría cambió el tag y empecé a pintar “iler”; luego un carnal empezó a hacer unas placas que decían “serio” y dije “esta bien chida tu ‘S’” y me dijo que si quería la podía usar, entonces le agregué la “S” y se quedó “Siler”. Esa fue mi identidad al ver que otros graffiteros ya tenían un estilo que con sólo ver una letra ya sabías que era él. Entonces empecé a hacer bocetos hasta que ya se quedó el que uso hasta ahora.

Ya que hiciste tu sello, ¿cuál es la importancia de hacer un crew y no ser sólo tú, Siler?

S: No es tan importante hacer un crew, eso se va dando por las personas con las que vas conviviendo y con quienes empiezas a llevar buenas amistades hasta que todos deciden hacer una banda o un crew y es cuando nace todo. El HCNK nació cuando jugábamos maquinitas y un amigo retaba a otro y salía HCNK: “Here Comes a New Challenger” y un amigo dijo “mira, hay que usar esas letras”

¿Qué es el HCNK? ¿Han cambiado los integrantes?

S: HCNK es el crew, no se rotan pues somos un grupo de amigos que nos seguimos viendo pero no todos siguen rayando. Lleva como 15 años.

¿Quienes son el HCNK?

S: Lo formamos con algunos de la prepa y el barrio, éramos como 20 personas y desde entonces nos seguimos viendo, pero los que en verdad pintamos somos 5 o 6. Somos Dunk, pen, de repente sale carpa, ahora volvió a salir nave, dizec.

¿Ese es el fin de todos, llenar la ciudad con su nombre? ¿o es sólo el tuyo?

Publicidad

S: Es la esencia, cada quien hace su estilo y su nombre y lo plasma a su forma. Puede que lo veas tres años y después lo dejas de ver porque dejan de pintar, por las razones que sean. A mi no me pasa así, afortunadamente yo puedo seguir pintando.

¿Qué te ha llevado a seguir pintando por 18 años?

S: Cosas buenas y cosas malas. Cosas buenas porque conozco muchos lugares y a muchas personas. Cosas malas porque he perdido mucho tiempo, muchos desvelos y mucho dinero.

Durante estos 18 años que has dejado “siler, siler, siler”, ¿en qué ha evolucionado lo que haces?

S: En nada porque hago las mismas letras, pero he notado que mucha gente sale a hacer lo mismo: atascar la ciudad, y eso está bien verga porque los chavos de ahora son los que siguen, uno va de salida, pero ellos son los que quieren comerse el mundo y a la ciudad y eso está padre.

¿Te gusta inspirar a que otras personas hagan lo mismo que tú, atascar la ciudad?

S: No me gusta inspirarlos, pero si ellos se inspiran está chingón, y gracias.

¿Hay algún graffiti que hayas hecho y que le tengas cariño o que sea tu favorito?

S: No tanto el graffiti como el spot.

¿Te duele que los borren?

S: Sí, hay algunos que me costó mucho trabajo pintar por la gente o la policía y que al otro día ya no está y pues, no mames.

¿Estudias el lugar?

S: Algunos sí, algunos no. Quizás paso varios días pero, usualmente lo hacemos a la brava.

Eliges spots.

S: Sí. A veces son los que me vaya encontrando pero la verdad ya no está chido salir a pasear, entonces elijo mis spots y hago un ruta en la noche para ir rayando. Y de ahí entre más dificultad tenga para rayar, es más el cariño que le tengo. Mis favoritos son los aéreos: las partes de arriba de las azoteas, las marquesinas, o atrás de un espectacular. Es más laborioso, es más estratégico y es más ejercicio.

Publicidad

¿Tú (Exel) cómo viniste a dar con Siler para graffitear en México?

X: Somos de la misma clica, de LOLC, es la clica en la que estoy yo en California, hay unos en Brasil y otros en Madrid.

¿Cómo se hace un crew de personas en diferentes países?

X: Por un amigo que se llama PEMEX, que es quien me llevo a LOLC, pinta mucho y vino a México y los conoció. Puro networking.

¿Tú como “Dunk” a qué te dedicas?

D: Cómo todos, trato de vivir de lo que más me gusta hacer. Siempre nos han gustados los stickers de todo, hasta de cuando te compras unos tenis. Hay diferentes calidades, y como a mi me gusta que tengan una buena calidad, trato de perfeccionarlos y hago stickers de mi marca Plural Street y también para apoyar a otras marcas que no puede hacer un tiraje grande. Yo no estudié diseño gráfico pero siempre he estado en ese ramo de las artes trágicas, entonces siempre he trabajado en eso.

¿Lo de “Dunk” está de la mano o va separado de tu marca? Me doy cuenta que Siler sí separa mucho una cosa de la otra.

S: No puedes mezclar tu vida personal con el graffiti porque mucha gente lo ve mal, la mayoría de la gente te dice: “no mames, qué edad tienes y sigues haciendo lo que hacen los niños de 15 años”. No entienden el por qué uno lo hace.

D: Yo trato de no combinar el trabajo con el graffiti porque en el graffiti siempre hay problemas, cosa que no debe suceder en el trabajo. Siempre tiene que haber buena vibra entre el cliente y el proveedor, etc.- El cliente siempre tiene la razón (risas). Aún así, uso mi perspectiva desde el graffiti para dar recomendaciones; en el graffiti tratamos de elegir lugares y estilos donde se vean nuestros nombres y con las marcas y la publicidad es igual. No sólo hago stickers, hago instalaciones de vinilos, cajas de luz, lonas y demás que la gente normalmente no sabe cómo poner, pero yo en el graffiti no veo limitaciones a dónde poner mi nombre, no busco una superficie plana: busco donde mi nombre se pueda ver y me acomodo a las cosas, así es en todo lo demás.

Publicidad

¿Graffitearías Bellas Artes?

S: No.

O sea, ¿sí hay un límite?

S: Arte con arte no se lleva y no está chido. No hay limites pero no vas a ensuciar algo que está chido. Si se pudiera igual y sí, pero no está chido, aunque en todo caso, esto puedo decir ahorita y tal vez mañana lo haga.

D: Uno no sabe cuándo se presentará la oportunidad y todas las que se nos han dado, las hemos tratado de aprovechar.

¿Qué anuncias? ¿A qué te lleva a anunciar un nombre? Una marca anuncia desde calidad en tenis hasta Banksy que representa un mensaje en contra del sistema.

D: El graffiti es una lucha de egos. Todo mundo anda viendo qué spot ya le ganaron.

S: Es el reconocimiento de estar en la ciudad. Es un circulo vicioso.

D: Inconscientemente rompes rutinas. Todo pelean por ser el mejor y es efímero porque nunca va a durar tanto. Muchos le quieren dar un significado a algo que no tiene pies ni cabeza.

¿Entonces a lo que haces no lo llamarías arte urbano?

S: Pues es que yo no tengo un mensaje.

D: Pues no, en realidad no estamos en contra de nada.

Liss documenta cosas de todo lo que pasa, síguela aquí .

Relacionados:

El Gigante de OBEY lanzó su exhibición más grande hasta ahora en L.A.

Hacia un diseño gráfico latinoamericanista: una charla con San Spiga

¿Quién es el hombre que está poniendo su cara por todo el mundo?