Ilustración: @sinmuchasfotos.
Artículo publicado por VICE México.Alguien lo ha hecho de nuevo. La fuente interminable de sacrilegios de nuestra actualidad está lejos de agotarse. Después de hablar sobre aquél individuo que, mientras estaba en cristal, entró a una iglesia a masturbarse, ahora llega otro que disfruta de vandalizar iglesias como si fuera un niño regañado.La persona culpable de la fechoría decidió hacerlo con un estilo apropiado. Según se puede ver en fotografías de las cámaras de seguridad de la Iglesia Presbiterana Ironbridge Church en Pennsylvania, EUA, este hombre —quien aún se mantiene prófugo—, derrochaba porte con una gorra que declaraba su aversión al cristianismo: “I <3 Jesus”. Pero irónicamente este hombre no parece, como tal, amar a Jesús de acuerdo con su elección de vestimenta.
Caminando con serenidad y paz, “como si estuviera en una misión”, acorde al reverendo encargado de la iglesia, el hombre aún no identificado entró a la iglesia por la puerta principal. Después de examinar que estuviera vacía de momento, subió a las oficinas del segundo piso, agarró una canasta llena de Biblias y se dispuso a arrancar hojas mientras caminaba alrededor del recinto. Al terminar con esta primera parte de la misión, se acercó a una de las oficinas para romper una ventana y hacer un par de intervenciones artísticas con aerosol en las paredes.Dada la naturaleza de los actos de este individuo, no sabemos con seguridad si se trata de un complejo performance artístico o solo un tipo con mucho resentimiento hacia su iglesia local. Esperemos lo atrape pronto la policía local para cuestionarlo y/o sugerirle nuevas tiendas de gorras y sombreros.
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Caminando con serenidad y paz, “como si estuviera en una misión”, acorde al reverendo encargado de la iglesia, el hombre aún no identificado entró a la iglesia por la puerta principal. Después de examinar que estuviera vacía de momento, subió a las oficinas del segundo piso, agarró una canasta llena de Biblias y se dispuso a arrancar hojas mientras caminaba alrededor del recinto. Al terminar con esta primera parte de la misión, se acercó a una de las oficinas para romper una ventana y hacer un par de intervenciones artísticas con aerosol en las paredes.Dada la naturaleza de los actos de este individuo, no sabemos con seguridad si se trata de un complejo performance artístico o solo un tipo con mucho resentimiento hacia su iglesia local. Esperemos lo atrape pronto la policía local para cuestionarlo y/o sugerirle nuevas tiendas de gorras y sombreros.