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Parques temáticos abandonados de Japón

Guau, Japón es realmente un agujero lleno de mierda y destartalado que nunca deja de sorprendernos. Esta vez hemos estado explorando el abandonado Navel [ombligo] Land, en la económicamente indigente y portuaria ciudad japonesa de Arao.

Guau, Japón es realmente un agujero lleno de mierda y destartalado que nunca deja de sorprendernos. Esta vez hemos estado explorando el abandonado Navel [ombligo] Land, en la económicamente indigente y portuaria ciudad japonesa de Arao. Creemos que ellos querían decir "Naval."

El crack no es muy popular en Japón y como resultado, sitios abandonados como este parque temático son generalmente dejados en un buen estado. En cualquier equivalente occidental estarías jugando entre agujas y colchones meados. Sin embargo, no son los únicos testigos ocasionales de que no eres la primera persona que lo ha visitado, es curioso cómo a menudo estos recordatorios son murales de 2Pac.

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Después de presentar nuestros respetos a Shakur, nos deslizamos a través de una ventana estrellada contra un gran edificio entablado? (boarded up). Siguiendo algunas señales a través de lo que parecía un museo, acabamos en un túnel negro. Utilizamos el flash de nuestras cámaras y las luces de los teléfonos para desplazarnos, por lo que nos costó un rato darnos cuenta de que estábamos en un acuario abandonado, todavía lleno de agua estancada.

Papeleras y extintores han sustituido a los peces tropicales.

Después de seguir una serie de personajes de dibujos animados japoneses muy alegres, al final nos encontramos en una exhibición de origami que había sido toqueteada y se había quemado.

Esta cabeza de tiburón es bastante guay.

Nos dirigimos al este del parque, a un gran invernadero abandonado lleno de  de plantas mueren y plantas que habían dedicido hacerse cargo del lugar. Escalando a través de la ventana del lavabo, nos encontramos hasta las rodillas de capas de hojas secas, pétalos caídos, y pájaros muertos.

Nos encontramos con un callejón de bolera haikyo (ruinas para los japoneses). Dejamos el coche fuera y nos dirigió hacia las puertas gigantes. El lugar tenía un aspecto muy triste y desolado.

Subimos a través de una pequeña ventana a la sala de calderas y nuestros pasos crujían a través de un suelo lleno de mierda de rata, lo que nos llevó a un punto negro detrás de los carriles, que estaba lleno de clavijas y pelotas de bolos.

No fue hasta que nos aventuramos más allá, que nos dimos cuenta que este edificio no estaba tan muerto como habíamos supuesto. Había una limusina de la casa de la moneda aparcada en uno de los carriles. Las limos no son habituales en Japón, y por lo general están asociadas con cualquiera de la realeza J-pop o con Yakuza.