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El número de perder los estribos

El retratista de lo paranormal

Peter Stichbury se gana la vida haciendo retratos de personas abducidas por extraterrestres.

Cuando Peter Stichbury tenía siete años, le pareció ver algo surcando el cielo a plena luz del día. Aunque el artista neozelandés no cree que se tratara de ningún objeto fuera de lo normal, a nivel creativo aquel episodio supuso toda una conmoción para él: a sus 46 años, Stichbury sigue tan fascinado por los ovnis como siempre y a eso es a lo que dedica ahora su obra. Su última exposición, que pudo verse el pasado otoño en la galería Tracy Williams Ltd. de Nueva York bajo el título Anatomy of a Phenomenon, estaba compuesta por pinturas de personas que aseguraban haber tenido una experiencia relacionada con ovnis, vinculada o no con extraterrestres.

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Uno de los retratos, el de una joven rubia con la mirada baja, está inspirado en el viaje que el psiquiatra y profesor de Harvard John E. Mack realizó a Zimbabue después de que 62 niños afirmaran haber avistado un platillo volante y "extraños seres" durante la hora del recreo. En lugar de mostrar a la chica muerta de miedo, Stichbury decidió dotarla de una expresión ausente para evitar que la obra resultara demasiado unidimensional. Su intención es reflexionar en qué manera un suceso de esta naturaleza "podía modificar la psique de los testigos a lo largo del tiempo", y cómo "los experienciadores" (como denomina el Dr. Mack a los que aseguran haber avistado un ovni) hablan de estos fenómenos con una gran variedad de emociones, excepto con miedo.

Aparte de los extraños acontecimientos en sí mismos, lo que le fascina a este artista de la pseudociencia de la ufología es el "catálogo de personajes complejos que lo habitan, la intriga y las luchas internas", además de las inherentes contradicciones que subyacen en esta clase de sucesos paranormales. Así, no es de extrañar que su obra anterior se centrara en las expresiones radiantes pero vacías de modelos y actrices.

"El fenómeno de los ovnis es absolutamente confuso y, en primera estancia, ridículo", opina Stichbury. "Es muy fácil ridiculizar y marginar a las personas que se atreven a desafiar la realidad comúnmente consensuada. Pero después de dos años investigando el tema, creo que hay fenómenos que no pueden explicarse simplemente a partir de la concepción convencional de la física y del universo que tenemos actualmente".

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"Lo friki es un arquetipo muy atractivo y un punto de vista muy interesante que explorar", dice Stichbury. "Muestra un tipo de objetividad completamente independiente del pensamiento grupal y del consenso colectivo más amplio". En este sentido, resulta muy significativo que una de sus citas favoritas sea de Stanton Friedman, el conocido investigador del incidente Roswell,: "No me aburras con pruebas, que yo ya me he formado una opinión".

Los sucesos que retrata Stichbury provienen de diversas fuentes, desde documentales de ovnis a podcasts de temática paranormal o investigaciones realizadas por científicos y periodistas. Stichbury ha compartido con nosotros dos de los encuentros con ovnis más extraños con los que se ha topado. Historias que han inspirado sus característicos retratos.

Los avistamientos de Colares, Brasil

"Los avistamientos tuvieron lugar a lo largo de varios meses en el año 1977 en las islas brasileñas de Colares", nos dijo Stichbury. "Cayeron rayos de luz desde el cielo que producían quemaduras a los habitantes de los pueblos de la zona y hasta les dejaban pequeñas marcas en la piel. Para mí, lo más interesante del caso es que las Fuerzas Aéreas Brasileñas llegaron a organizar la denominada Operación Platillo Volante para investigar y documentar lo que estaba ocurriendo. Llegaron a entrevistar a miles de testigos en toda la región. Se trata de un casi prácticamente único, en el que existe un conjunto de pruebas físicas reunidas con meticulosidad. La mayoría de la documentación clasificada en su día como secreta por el gobierno en relación a este caso ha sido puesta a disposición del público, incluyendo fotografías de los fenómenos aéreos y dibujos realizados por los militares. Es plausible que fuera una maniobra militar, una forma de guerra psicológica o que estuvieran realizando pruebas con un nuevo tipo de arma sobre los pobres campesinos, pero yo, personalmente, creo que es un caso legítimo. Las fotografías del ovnis son algunas de las mejores que se han hecho nunca".

Vuelo 1628 de Japan Airlines

"Este es, desde mi punto de vista, uno de los mejores avistamientos que realizados por un piloto de avión hasta la fecha", dice Stichbury. "En noviembre de 1986, el vuelo 1628 de Japan Airlines, un avión de carga pilotado por el Capitán Kenju Terauchi, tuvo un encuentro en el cielo de Alaska con un ovni con forma de nuez gigante. También avistó dos objetos más pequeños que flanqueaban el avión. Terauchi declaró en una entrevista: 'Aquella cosa volaba como si no existiera la gravedad. Aceleraba, paraba y entonces comenzó a volar a la misma velocidad que el avión y en la misma dirección, de manera que a nosotros nos producía la impresión de que estaba inmóvil. En un instante cambió de rumbo. En otras palabras, aquel objeto volante desafiaba la ley de la gravedad'".

"Las autoridades rastrearon ovnis con el radar, y detectaron una señal cerca de la base de las Fuerzas Aéreas de Elmendorf. Alguien en la FAA (Administración Federal de Aviación) filtró los datos del radar al público. La FAA atribuyó los datos que mostraba el radar a un "fallo técnico". El capitán Teruachi fue sancionado por Japan Airlines durante años hasta que le permitieron volver a pilotar un avión".