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Música

"¡Mazamorraaaa paisa a la ordeeeen!": Detrás de la plataforma transmedia sobre los pregoneros de Medellín

Hablamos con los creadores de un innovador proyecto que busca darle visibilidad al tradicional oficio del pregón en la capital paisa.

La Jale, pregonera potente e incansable vendedora de gelatina de pata en Medallo.

"¡Mazamorra paisa a la orden!" "¡Tamalessss, tamalesss!"

"¡Medio litro de helado por tan sólo dos mil pesitos!"

"¡Escobaaaa, traperoooo, recogedorrrr!"

De pequeño, todos los días, escuchaba desde mi casa en el centro de Bogotá esos pregones que atravesaban calles y se colaban por puertas y ventanas para antojarnos de alguna delicia culinaria, de algún utensilio de cocina, de algún cachivache. Recuerdo con cariño la vez que escuché el grito de alguien que ofrecía arreglar la "de-presión", y tardé mucho en darme cuenta de que se trataba de la olla para cocinar los frijolitos, no del trastorno. Desde que tengo memoria, esta alegre gritería ha sido banda sonora de mis días.

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Lo extraño es que jamás me había percatado de su valor.

A muchos les sonará a ruido, a contaminación auditiva o a simple sonido ambiente. Sin embargo, para un grupo de personas en Medellín, estos pregones, que son el secreto de trabajo de mucho individuo de la Capital de la Montaña, son música. Y una que, en el fondo, había que reivindicar como tal, pues habla de las alegrías y de los dramas de la ciudad y sus habitantes. La creatividad de los cantos y las historias de estos warriors de las calles sedujeron tan profundamente a estos paisanos, que desde 2008 decidieron camellarle a un proyecto innovador construido en torno a este movimiento popular. Llamado Pregoneros de Medellín, se trata de una nueva plataforma en la que, entre fotografías, documentales, cápsulas en video y un futuro largometraje, cualquiera puede recorrer la capital paisa de manera virtual para encontrarse con estos artistas que, desde tiempos inmemoriales, hacen de sus cantos su principal herramienta de seducción y mercadeo en medio de la calle, con pregones como: "¡Coroncoro se murió su tía, déjela morir. Coroncoro llegó gelatina, déjela venir!", de la incansable Jale promocionando su gelatina de pata, o "¡Se le presta al pensionado y también al jubilado, no importa si está reportado!", de un hombre conocido como Pajarito y que a punta de ritmo tropical le ayuda a todos con sus trámites y hasta limones vende en su doble jornada laboral.

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Después de echarme la pasadita por la plataforma, hablé con Juliana Carabalí, la co-creadora de este tremendo proyecto que, por fin, ya está al aire para ser visto desde cualquier lugar del mundo a través de la pantalla.

VICE: Para quien anda desprevenido por la calle, el sonido del pregonero se suma a la contaminación auditiva de la ciudad con el tránsito y el ambiente rutinario; se convierte, de hecho, en algo muchas veces irrelevante. ¿En qué momento estos pregones dejan de ser algo cotidiano y se convierten en esta variedad de historias y personajes que seducen a los clientes por el oído?

Juliana Carabalí: Los pregones dejan de ser parte del ambiente cuando uno entiende que detrás del pregón hay una persona. En ese instante, hay una separación que distingue al ruido del sonido. En el caso de los pregoneros, primero fue la fascinación sonora, el registro de algunos refranes, después el acercamiento fotográfico… poco a poco el apetito de creación fue creciendo y ¡nos dejamos seducir! Pasó igual que como en las buenas historias de amor, en un momento el deseo es tal, que hay que pasar a la acción.

¿En qué momento y por qué deciden contar estas historias?

La historia se empieza a contar desde el momento en que realicé las primeras fotografías. En el momento en que los objetos, los rostros y el entorno de los vendedores empiezan a ser registrados desde su mirada, la historia de Pregoneros tuvo su "Había una vez…", por decirlo de alguna manera. ¿Por qué? Por la necesidad de expresión que surge en los artistas cuando un tema interesante los atrae, los trasnocha, ¡los sacude! Llegó un momento en que el tema se creció y otras miradas y lenguajes fueron necesarios para desarrollarlo. Ahí surgió la necesidad de lo audiovisual, y más adelante, de la mano de Thibault Durand, realizador web y co-director del proyecto, se unió la tecnología, que abrió las puertas a maneras alternativas de narrar el documental. Ahí, entusiasmados, la idea de llevar a cabo el proyecto se convirtió en una necesidad, opacada solo por la pregunta de siempre: "¿De dónde vamos a sacar la plata?"

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¿En qué consiste cada una de las vertientes de este proyecto transmedia?

Con la web-documental interactiva recorres Medellín (al estilo de Google Street View), buscando, encontrando y conociendo a los pregoneros. Es una plataforma novedosa, allí cada uno construye una experiencia documental propia, decidiendo qué recorrido hace, cuánto dura, a qué Pregonero ve primero, qué calle toma.

Las cápsulas documentales son videos cortos, pensados para televisión, una especie de abrebocas de los pregoneros: su vida, sus pregones, detalles de su trabajo… todos los que tengan un televisor tendrán acceso. Son como relámpagos de información, muy cortos pero muy sustanciosos.

El proyecto de largometraje está pensado para potenciar todo el material recogido en este proyecto y que por cuestiones de tiempo y formato no se pudieron mostrar en los videos de la web ni en las cápsulas documentales. Las historias de los pregoneros son muy interesantes, vale la pena que los espectadores antojados de más contenido puedan impregnarse de todo esa riqueza, y que el proyecto circule por otro tipo de espacios como festivales de cine de Colombia y el mundo.

La exposición fotográfica es un deleite visual, con 36 fotografías de Henry Jiménez, Andrés Zea y Ángela Carabalí. Es una declaración de amor que estos fotógrafos le hacen a los pregoneros del proyecto. Una serie muy completa que se realizó gracias a una beca de Colombia en Fotos. ¡Hay que verla! Uno escucha la ciudad a través de sus imágenes.

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El Lider, que con su potente voz no necesita megáfono para promocionar su mazamorra.

¿Cómo fue ese proceso de acercarse a estos personajes y convencerlos de contar su historia?

La operación "Se buscan Pregoneros" tuvo varias fases: en principio, el acercamiento fue a aquellos que uno podía cruzarse por el barrio, por el centro y así. Posteriormente se les pidió a todos los conocidos y a los amigos del proyecto en Facebook "Aguzar el oído pregonístico" y avisar cuando supieran de alguien que pregonara. A los pregoneros se les "persiguió" calle arriba y calle abajo. Todo el mundo se sintonizó con la búsqueda, sobretodo Ángela Castaño, nuestra auxiliar de investigación. Así tuvimos acceso a las personas que más tarde se convertirían en los protagonistas de este proyecto. Ganarse su confianza, el permiso de acompañarlos en sus labores y que nos abrieran las puertas de su casa y de su corazón, fue un proceso lento que se logró gracias al respeto, sencillez y profesionalismo con que el equipo de trabajo asumió desde el principio el compromiso de hacer documental.

¿Qué tanto entró y qué tanto se quedó por fuera del documental?

Los videos documentales de la web- documental interactiva y de las cápsulas, son solo una muestrica de todo el material que se grabó con los pregoneros. Son tantas sus historias, anécdotas, testimonios… fue tanta su entrega y tantos los matices de sus vidas que tuvimos que cortar, con mucho dolor, muchas escenas… sobretodo de los pregoneros y sus problemáticas, o de los pregoneros con sus amigos y familias, en contextos diferentes a la calle. Si todo sale bien, los verán en el largometraje, ¡de verdad que vale la pena!

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¿Por qué es importante conocer a nuestros pregoneros, no sólo de Medellín, sino de todo el país?

Porque son personas admirables, porque el pregón es una práctica que tiende a desaparecer, porque el pregón es identidad y hace parte de nuestra cultura, porque la cultura popular nos une, porque todo aquello que se hace con el corazón merece ser divulgado, porque los pregoneros enseñan a contrarrestar con valentía problemas sociales que nos afectan a todos, porque hay mucho humor, poesía y creatividad en sus cantos, y porque… ¡hay que dejarse seducir!

Los pregones son en su totalidad puro derroche de ingenio y creatividad. ¿Cuál fue el criterio para escoger a los que harían parte del proyecto?

La creatividad, la originalidad y la fuerza del pregón tuvieron que ver, pero en realidad, fueron las personas que los cantan y sus historias de vida las que nos robaron el corazón.

¿Qué le aporta este proyecto a los pregoneros aparte de visibilizar su labor y su historia?

Les aporta dignidad. La posibilidad de ser, por primera vez, protagonistas. Ellos, que son vendedores pero también cantantes, reciben a través de este proyecto lo que nutre a todo artista: un aplauso sincero. En este caso el aplauso de la ciudad y del mundo, que en coro gritamos: "¡otra, otra!".

*** Los pregoneros de Medallo emigraron del asfalto a la web. Descúbralos en www.pregonerosdemedellin.com y sígales la pista en Facebook por aquí.