Al margen del catálogo turístico, el Caribe colombiano popular se mueve al ritmo de uno de los géneros musicales más auténticos y relevantes de esta geografía. En estas calurosas tierras el fotógrafo bogotano Joaquín Sarmiento ha retratado desde 2006 el fenómeno de la champeta en Cartagena y Barranquilla, ciudades vecinas y rivales en ese país. Con un fino olfato para la fiesta y su cámara en la mano, ha logrado adentrarse en esta escena barriobajera, a veces peligrosa y salvaje, pero siempre caliente y vital, para capturar en acción a bailadores, músicos y DJs en un ejercicio visual que pone en evidencia el espíritu de esta región de muchas sangres.
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En sus fotos, esta música electrónica marginal y colombiana contiene la semilla de la alegría y del drama, de la verbena y la pandilla, los rostros de los músicos de vieja y nueva guardia, los colores fluorescentes del sonido, la iconografía fiestera, el ambiente que se vive en torno a estos animales macondianos de sonido, sound systems que son altares de una religión prohibida. Según los ojos de Joaquín, la noche es cómplice de un Caribe claroscuro que se celebra al tiempo que se olvida a través del más hardcore de nuestros bailes.Móntese en el viaje y déjese llevar al centro del asunto.
Donde la hebilla se brilla contra el hambre.Para conocer más del trabajo de Joaquín Sarmiento da click aquí.
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