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Sus habitantes tenían más de lo que ningún otro ciudadano ruso de la época pudiera imaginar: trabajos bien pagados, vivienda, una educación excelente y seguridad. Pero todas esas ventajas tenían un precio: quien viviera allí debía renunciar a su libertad y al contacto con el mundo exterior.Hoy, más de tres generaciones después, muy poco ha cambiado: en Ozersk siguen almacenándose gran parte de las reservas nucleares de Rusia y la ciudad sigue siendo tan hermética como en sus comienzos.La historia de la ciudad ahora puede verse en el documental City 40, dirigido por Samira Goetschel. La directora obtuvo acceso a su interior y pudo hablar con sus habitantes, quienes asumieron un gran riesgo al decidir hablar frente a la cámara.Nadie habla, porque si lo haces, eres un traidor. Has traicionado a tu ciudad, a tu país y tu madre patria. Y la madre patria lo es todo para ellos
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¿Qué libertades de las que disfrutamos en Occidente no están al alcance de los habitantes de Ciudad 40?No tienen ninguna libertad. No pueden marcharse. Durante los primeros ocho años, estaban obligados a permanecer en la ciudad. La libertad más esencial que tenemos es la de movimiento. Son derechos inalienables, nacemos con ellos, pero esa gente no los tiene. De hecho, ni siquiera han asimilado el concepto de que lo que les están haciendo va contra sus derechos fundamentales.
Hoy día, si quieres irte de la ciudad, tienes que solicitar visados de salida con una duración determinada, o permisos para salir a ciertas horas a lugares específicos. Esta gente vive encerrada en una ciudad, pero asegura que no se está violando ningún derecho. Así que, para ellos, el universo se reduce a esa ciudad.Si son felices, ¿crees que hay algo malo en ello?Pues lo que quiero conseguir con este documental va precisamente en la línea de lo que me acabas de preguntar. Me he esforzado mucho por contar bien la historia, porque se lo prometí, porque han arriesgado sus vidas contándomelo.Los rusos han sido representados y presentados hasta la saciedad por los medios de comunicación, Hollywood y los gobiernos como víctimas o como mafiosos, pero realmente nunca se ha escuchado su versión, así que dije, muy bien, pues dejemos que hablen.Un paseo de dos horas junto al lago es suficiente para matarte
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