Nos aseguran que nuestro problema es normal —una de cada seis parejas tiene problemas de fertilidad— y complementan su mensaje con citas inspiradoras. Nunca dejes de luchar por lo que quieres de verdad, nos dicen. Es duro esperar, pero más duro es arrepentirse; lo que no pueda ser hoy, tal vez pueda ser mañana. También nos piden que dejemos una reseña en Yelp.Aprendemos, también, que “preservación de la fertilidad” puede significar muchas cosas. El término alude a la congelación de esperma o a la fecundación in vitro, pero también hace referencia, como es el caso en este centro, a la criopreservación de óvulos, el proceso mediante el cual se inyectan hormonas para estimular la ovulación y luego se extraen los óvulos para congelarlos y fecundarlos posteriormente.En Estados Unidos, son cada vez más comunes las “sesiones informativas” gratuitas como esta en clínicas de fertilidad, principalmente gracias a dos avances logrados en el campo de la criopreservación de óvulos, según Rene Almeling, profesora de Sociología en la Universidad de Yale y autora de Sex Cells: The Medical Market for Eggs and Sperm.
El primero de ellos se produjo en 2012, cuando la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva dejó de considerar la congelación de óvulos como una práctica “experimental”. Esto permitió a las clínicas de fertilidad comercializar el procedimiento de forma más generalizada y agresiva. Luego, en 2014, Facebook y Apple anunciaron a sus empleados que sus seguros médicos cubrirían los tratamientos de criopreservación para fines no médicos.La cobertura mediática de estos nuevos beneficios de los empleados de los gigantes tecnológicos puso en conocimiento del público general y en el centro del debate el tratamiento de congelación de óvulos, al cual a menudo se hacía referencia como un método empoderador que permitía a la mujer centrarse en su carrera profesional sin renunciar a la posibilidad de concebir. En 2014, Bloomberg Businessweek publicó un artículo titulado “Freeze Your Eggs, Free Your Career” (Congela tus óvulos, libera tu carrera).TIME publicó otro con el título “Compay-Paid Egg Freezing Will Be the Great Equalizer” (La congelación de óvulos financiada por la empresa: el gran nivelador). Hal Danzer, endocrinólogo reproductivo y uno de los fundadores del Southern California Reproductive Center (SCRC), me explicó que las mujeres que acuden a la clínica “están entusiasmadas de poder hacer esto por sus carreras”. Sin embargo, un estudio de 2018 reveló que la principal razón para congelar los óvulos es la falta de pareja estable."En Estados Unidos se han duplicado los tratamientos de congelación de óvulos, pasando de 5000 en 2013 a casi 11 000 en 2017"
Almeling, por ejemplo, encuentra especialmente indignante las tácticas de marketing que utilizan las clínicas."Las sesiones informativas como la que presencié, rebosantes de pretensión y de un optimismo que roza lo agresivo"
“Para las clínicas de fertilidad, es un negocio rentable”, señaló Almeling. “Hay clínicas que organizan eventos muy sofisticados y modernos, con cócteles y vales de descuento. Si se esfuerzan tanto en montar estos eventos es porque los tratamientos representan una enorme fuente de ingresos”.Pero con frecuencia, estos centros restan importancia al coste de los tratamientos de fecundación en sus sesiones informativas. En la que yo participé, el tema del dinero prácticamente no se trató. La única vez que se mencionó de forma explícita fue al principio de la presentación, cuando un médico hizo alusión a las empresas tecnológicas que financian el tratamiento a sus empleados y los tipos de seguros que el centro acepta, y también señaló que la cobertura varía según la compañía de seguros."Las clínicas han creado toda una serie de nuevas formas de comercializar los servicios de fertilidad para hacer creer a las potenciales clientas que el tratamiento será sencillo y dará los resultados esperados"
El dinero va destinado a financiar un procedimiento plagado de incógnitas médicas. Según Almeling, nadie en la industria farmacéutica ha llevado a cabo un estudio longitudinal sobre los efectos a largo plazo de los fármacos para la fertilidad. Lo que sé sabemos es que se trata de un procedimiento sin garantías. Un estudio de 2018 llevado a cabo por la Autoridad de Fertilización y Embriología Humana del Reino Unido reveló que el porcentaje de nacimientos a partir de óvulos congelados de paciente es solo del 18 por ciento por ciclo.“Las posibilidades de un embarazo satisfactorio tras la transferencia son, aproximadamente, de entre el 30 y el 60 por ciento, en función de la edad de la paciente en el momento de congelar del óvulo”
Dina, abogada de treinta y tantos que nos pidió que no reveláramos su verdadero nombre, acudió a una sesión informativa de SCRC en 2016. De niña le extirparon un ovario y acudió a la sesión no tanto para informarse como por la consulta gratuita. “Quería saber si estaba jugando con solo media baraja de cartas”, señaló.“Fue todo muy raro”, recuerda Dina. “Nos dieron champán, lo cual no cuadraba mucho en un evento sobre fertilidad”. Además de una versión similar de la presentación que yo vi, Dina dijo que en su evento también pusieron una “lista de reproducción de bebés. Todas las canciones contenían la palabra ‘baby’, desde “Baby Baby”, de The Supremes, a “Baby One More Time” de Britney Spears.A Dina no le pudo quedar más claro el mensaje: el centro le estaba dando a entender que podía hacerse, que con este método podría tener hijos.Después de esta introducción vino la presentación propiamente dicha, que Dina calificó de “campaña muy basada en el miedo”. A medida que observaba la retahíla de diapositivas en las que se acentuaba el deterioro progresivo de su fecundidad, Dina empezó a preguntarse si todo aquello era realmente necesario. Sentada en aquella sala, de repente sentí lo mismo. Incluso yo, que no siento la necesidad de tener hijos, estaba ahí cavilando sobre la calidad de mis óvulos. Tengo 35 años. Escuchar una presentación de 30 minutos sobre cómo mi cuerpo se va deteriorando de forma exponencial cada día, semana y mes me producía ansiedad. Ni siquiera quería congelar mis óvulos. ¿Qué iba a pasar si no lo hacía?“Fue todo muy raro. Nos dieron champán, lo cual no cuadraba mucho en un evento sobre fertilidad”
Las sesiones orientativas como la de SCRC tienen éxito porque en Estados Unidos hay mucha gente interesada en informarse sobre tratamientos de fertilidad, pesa un gran estigma sobre la incapacidad de fecundar y la educación al respecto suele ser muy escasa. “Muchas mujeres pasan la mayor parte de su vida intentando no quedarse embarazadas”, dijo Almeling, lo que significa que “no piensan en su fertilidad hasta que no alcanzan la edad a partir de la cual su capacidad de producir óvulos y la calidad de estos empiezan a degenerar”. Es en ese momento cuando les entra la prisa por informarse."A medida que el médico me iba explicando los resultados, lo que significaban, cómo iría cambiando mi fertilidad con los años, los meses, empezó a entrarme el miedo y el pánico y decidí que quería hacerlo”
Poco después de empezar el procedimiento, Chen empezó a sentir algunos de los efectos más comunes de las inyecciones de hormonas, como “cambios bruscos de estado de ánimo, ansiedad y depresión”. Tal como señalaba Almeling, Chen dijo no sentirse lo suficientemente preparada para todo aquello. “Fue más duro de lo que esperaba. El desgaste emocional y físico fue muy grande. Pasaba todo el tiempo cansada y llorando”. Por lo que había leído, Chen suponía que se trataba de un tratamiento de poca importancia que no le impediría reincorporarse al trabajo poco después. Sin embargo, tuvo que estar “dos días tumbada en la cama. Y me entró una gran depresión justo después”.Nadie le había explicado a Chen las altas probabilidades de fracaso de la criopreservación de ovocitos. Solo supo de ello cuando empezó a indagar por su cuenta, y la revelación le sorprendió mucho. “No es que me engañaran, pero como te lo pintan como una póliza de seguros, pues piensas que lo es. Que es una forma de postergar tu maternidad y ejercerla más tarde, cuando quieras y sin problemas. Cuando empecé a investigar a fondo, me di cuenta de que la probabilidad de que nazca un bebé con este método no es tan elevada”.Habida cuenta de la falta de datos clínicos a partir de los cuales deducir las consecuencias a largo plazo de este tratamiento, Almeling considera que las pacientes ni siquiera están en disposición de dar su consentimiento informado a las clínicas aunque quisieran. No puede ser un “consentimiento informado real porque no tenemos datos a largo plazo que ofrecer”, dijo Almeling.Muchas mujeres quedan muy insatisfechas con el procedimiento. En 2018 se llevó a cabo un estudio en el Centro de Salud Reproductiva de la Universidad de San Francisco, con mujeres que se habían sometido a congelación de óvulos entre 2012 y 2016. Los investigadores descubrieron que, si bien un 89 por ciento de ellas esperaban quedar satisfechas con el tratamiento, cerca de la mitad “dejó de aferrarse incondicionalmente a su decisión”, y una de cada seis se arrepintió de haberla tomado.Chen se alegra de su decisión. “He conseguido un buen número de óvulos para mi edad”, dijo. Aunque sabe que no hay ninguna garantía, cree que así tiene un poco de margen. Con todo, le gustaría que las mujeres recibieran información más exhaustiva sobre los aspectos relacionados con la fertilidad, y no de “empresas interesadas en hablarte solo de una parte”.En la reunión a la que asistí, a veces me daba la sensación de estar en una de esas presentaciones para venderte una vivienda en régimen de multipropiedad, más que en un seminario médico. No tienes necesidad alguna de congelar tus óvulos. Puedes optar por no tener hijos. E incluso si me decidiera por el tratamiento, hay muchas otras opciones extremadamente más baratas fuera de Estados Unidos.Durante la presentación, SCRC pintó la criopreservación como “una esperanza de futuro”, pero se servían más del sentimiento de culpabilidad en el panfleto que nos entregaron, en el que se indicaba que “tal vez mis padres o parientes estarían encantados de contribuir económicamente a financiar el tratamiento como regalos de navidad o por mi cumpleaños, puesto que tener nietos es la máxima prioridad”.El mensaje era claro: como sigas esperando, se te va a pasar el arroz. Si quieres tener hijos, tal vez seamos tu única esperanza.Este artículo se publicó originalmente en VICE Estados Unidos.“No es que me engañaran, pero como te lo pintan como una póliza de seguros, pues piensas que lo es"