Diario de mis experiencias sexuales (y no sexuales) en Happn
Ilustración: Chris Kindred | VICE US

FYI.

This story is over 5 years old.

Sexo

Diario de mis experiencias sexuales (y no sexuales) en Happn

Después de nueve años en una relación estable y monógama, decidí sumergirme en el mundo de las aplicaciones de citas. Esto fue lo que pasó.

Este extracto hará parte de la novela Japen, por Ruge Ratcliffe.

1.

Happn1 (Alias 24)
09.11.15

Me lo instalo el sábado. A las pocas horas conozco a Happn1 (Alias 24) y a otros. Pero con él, ya el domingo estamos arreglando para vernos. Por su foto de perfil entiendo que es alto, viaja, toca la guitarra, usa musculosas y camisas floreadas, estuvo en el Sudeste Asiático. Vive a 300 metros. Tiene 24 años, cinco menos que yo, pero no importa. De hecho es algo que me intriga, lo tomo como una práctica. Nunca estuve con alguien más chico. Y últimamente tiendo a creer que toda la gente es más grande que yo.

Publicidad

El lunes nos vemos. Horas antes intercambiamos un par de mensajes. Quedamos en empezar con un porro en la plaza. Eso es idea de él y a mí me resulta un poco teen para mis 29. Cambiamos lugares, la encargada de la marihuana y el armado, soy yo. Del vino se encarga él. A último momento le escribo que en lugar de encontrarme en la esquina, me toque el timbre. Le paso la dirección.

A los cinco minutos está en la puerta. Bajo y el es alto, muy alto. Es lindo y es 24. Tiene algo en los ojos. Eso que se te va entre los 26 y los 28 años, y no tiene eso que te aparece justo debajo, después. Caminamos unos metros hacia la plaza. Dice algo sobre la lluvia y siento las gotas. A los lejos veo la plaza, demasiado iluminada. Le digo que mejor entremos a la casa, que total es lo mismo y que no pasa nada. Se lo digo a él pero más que nada a mí misma. Todavía no sé que al proponerle eso estaré inaugurando una temporada de “sexo con extraños en casa”.

Todo es rápido y natural. Entre presentación, vino y chape se queda de 23:30 a 3:30 hs.

Lo primero es el corcho que le cuesta destapar de la botella y acaba flotando adentro del vino. En el primer sorbo muerdo un pedacito y me lo saco de la boca. Después es el porro. Se ahoga a penas lo prende y tose. Yo lo miro. Es como mirar una retrospectiva de mí a los veinte o veintipico. Todo eso me enternece. No me aleja ni me da ganas de construir nada, tampoco me enfría, pero me enternece.

Publicidad

En el sillón charlamos. De repente quiero aconsejarlo, tengo experiencia en el mundo adulto. Pero intento no dar madre, ni actuar como persona mayor. Me trago las ganas. Y me vuelvo consciente de su cara viniendo hacia la mía para darme un beso. Pone una cara en particular para hacer eso. Seguro todos lo hacemos. Pero cuando la cara que se te acercó durante nueve años fue siempre la misma, simplemente dejás de notarlo.

Lo segundo, es verle la pija. Tan distinta a la única que conozco. Eso no me entristece ni me deprime, ni me detiene. Simplemente es una reflexión. Así bien literal, en el momento, antes de tocarla.

Lo tercero, es chupársela. Se la agarro con las manos, con la boca, con los labios, con las manos otra vez. No puedo dejar de investigar.
Lo hacemos en el sillón, varias posiciones. Parados. Sentados en una silla. Contra la mesa. Nunca los muebles me importaron tanto y tan poco.

Está pasando.


Lea también:


2.

Happn1.B (Alias 24)
12.11.15

Se acaba de ir 24.
23:40h. me mandó un mensaje, sutil. Fui directa. En menos de una hora estaba otra vez en la puerta de la casa.

Para ser 24 la tiene bastante clara. Se ve que ya más relajado se vuelve un poco más interesante. Conecta.

No pude cumplir mi promesa de un mismo Happn, una sola vez. Y estuvo bien, mejor que la primera. ¿Realmente hay alguna hormona o algo químico que se libera tras el segundo garche, y te hace sentir algo más? ¿O tendrá que ver con que esta vez lo hicimos en la cama? Empiezo a percibir los síntomas, y quiero vivirlos, pero de manera alerta.

Publicidad

A penas terminó dijo “acabé” entre sorprendido y disgustado. Y apenas me recosté, no para flashear amor, si no porque estaba agotada, dijo: “bueno, yo me voy yendo”, pero nos quedamos tomando cerveza y charlando en el balcón hasta las 3:00 am.

Hoy me fumó los cigarrillos y me tomo la cerveza, todo ok. Es 24.

Mientras se la chupaba me pidió que se la escupiera. “Escupila un poquito”, me dijo. Primero no entendí, con X no hacíamos eso. “¿Qué?” pregunté. Me explicó.

“No”, le dije, e hice lo que quise.

Me encanta llevarme cosas a la boca y las pijas evidentemente no son una excepción. Puedo hacer mil cosas con la lengua, con los labios. Chupar, morder, fumar, hablar, masticar, besar, están entre mi top ten de acciones preferidas. Es algo no resuelto en mi fase oral que me hace querer tragarlo todo. Cuando no es una pija son galletitas, chupetines, chicles, helado, pan, lo que tenga a mano.

Se las enrosco con la lengua, rodeándoselas hasta terminar con una rápida fricción en la
punta y mandármela hasta el fondo, hasta sentir que voy a ahogarme. Capaz es eso…
querer ahogarme. Tragarme todo.

Mañana será Happn2. Ya está todo arreglado. 37 años, rockero, diametralmente opuesto a Happn1. Más misterioso, al parecer. Más interesante y menos tierno. Eso me da un poco de miedo, me mete presión, pero es lo ideal. En la diferencia está lo que busco.

Definitivamente está pasando.

6.

Happn2.B (Alias Rocker) Se concreta.
19.11.15

Happn2, alias Rocker, es un fiasco. Un delirio, un sátiro, un raro, un insolente, un egoísta. Ahora entiendo por qué semejante caño usa Happn. Apenas entró se me abalanzó. No solo para besarme, ya me desabrochaba el pantalón e intentaba meterme los dedos. No me molestó, besa bien. Muy bien. Y se le nota en los brazos, en las manos, en la postura de la espalda, que sabe cómo arrancar. Lo frené porque pensé que capaz era de los de tipo “sexo violento” o “serial killer”. “Pará, vas muy rápido”, le dije mientras me lo sacaba de encima. “¿Voy muy rápido?” me preguntó, “Ok” y se fue a la cocina como si fuera suya.

Publicidad

Quería explicarle por qué a penas uno entraba a mi casa hay 3 maderas del piso que no están, por qué al hacer dos pasos el piso parece querer abrirse pero no va tragarte. Contarle que últimamente el agua se me va por todos lados, que hace unos días inundé mi casa y la de mi vecino, y que creo que todo eso tiene alguna explicación simbólica que no estoy entendiendo. Antes de Rocker, la casa me decía no dejes entrar a nadie, no lo dejes entrar. Tres maderas hinchadas en el piso me imposibilitaban salir o entrar por la puerta de otra manera que no fuera de costado, sosteniendo la respiración. Y a excepción de mi nariz, ninguna otra cosa me sobresale demasiado en el cuerpo, ni las tetas, ni la panza, ni el culo, soy lo que se dice: ¿etérea?

Después de una breve charla en la que solo habló de su banda y apenas pude meter dos palabras sobre mí, cogimos. “Tenés que venir el martes a vernos tocar. ¿Vamos a la cama?”. ¿Era una pregunta o una orden?. “Dale”, le contesté como si aceptara ambas invitaciones.
Ya en el cuarto me sacó la ropa y me senté a ver cómo se sacaba el pantalón. Quería tener una buena vista de su pija, sabía que iba a ser diferente a todas. A las dos que conocía hasta el momento… y sí, era distinta. Más blanca, más larga, más fría. Más como él.

A penas terminó (él), se vistió. Lo miré pensando: “Para este tipo, sí que el tiempo es sagrado o yo soy un depósito de esperma” (lo pensé, pero nos cuidamos, soy generación 2.forro .alcoholengel .whatsappdeyallegué.) Salió de la habitación y pensé que se venía la gran “Gigoló”. Creí que iba a salir y encontrarme desvalijada de los pocos muebles que tengo. Pero me acordé de la doble puerta con doble llave que el consorcio insistió en poner en la entrada. Gracias consorcio. Charlamos unos minutos otra vez sobre su banda, en el sillón. Y me habló de ir a un evento en Dorrego y no se qué. “Me da fiaca”, le dije. Insistió. Hablamos de su segunda banda, por suerte creo que no hay una tercera. Y emprendió la retirada: “Yo ya me tengo que ir. Mañana hablamos”. En exactamente una hora había pasado Happn2. Y no me era suficiente. Le mandé un rayo a Happn1.

Publicidad

11/20/2015, 01:08 - RUGE: ⚡
11/20/2015, 01:09 - 24: ?
11/20/2015, 01:09 - 24: Jaja
11/20/2015, 01:11 - 24: En q andas??
11/20/2015, 01:13 - RUGE: Acá recién termino d leer guiones
11/20/2015, 01:13 - RUGE: Vos
11/20/2015, 01:13 - 24: mira q aplicada
11/20/2015, 01:14 - 24: Llegue de ensayar hace unos minutos
11/20/2015, 01:14 - 24: Queres q nos veamos un rato?
11/20/2015, 01:15 - RUGE: Pero tiene q ser un rato nada mas
11/20/2015, 01:15 - RUGE: Xq mañana me levanto re temprano
11/20/2015, 01:15 - 24: Dale
11/20/2015, 01:18 - 24: Salgo
11/20/2015, 01:18 - 24: En 3
11/20/2015, 01:19 - RUGE: Ok
11/20/2015, 01:22 - 24: A 2 cuadras

Lo que nos deja en:

Happn1D. Alias 24.

Vino en menos de lo que tarda un rayo en quemar la tierra si la toca. Tenía tanta necesidad de amor después de Happn2… La pasamos bien, se fue rápido.

Dos Happns en menos de 2 horas, 30 minutos.

¿Y qué? Es Happn. / Está pasando


Lea también:


7.

En busca de Happn3.
22/11/15

Buscar a Happn3 se está poniendo complicado. Abundan los “CEO and FOUNDER”, “Socio y gerente”, “Owner en”. Los publicistas, los músicos, los freelancers, los idiotas.
Están los que intentan el enganche con una foto que da aventura, deporte extremo, aire libre. Los que se inclinan por la selfie sexy (¿Cómo una selfie puede resultar sexy con el fuera de campo que supone? No hay nada más triste que imaginar las mil quinientas fotos que vinieron antes y después de la elegida, las 3.200 contorsiones y posturas, el celular recalentando, la memoria estallando). Los que simplemente van por algo más misterioso donde no se les adivine la cara.

Publicidad

Yo los amo a todos. Y al menos durante esta búsqueda descubrí un patrón, una regla y un regalo.

Patrón: Serán Happns aquellos a los que en menos de 48h. de empezar a hablar agendo con su nombre.happn. Solo agendo con nombre a aquellos Happns que me interesan. Por el momento, dos. El resto son algo así como Hppn. / Hp. / Happnnn / Hpn / Happen. O solo números. Y me los confundo. Hablan de más y se complica, quieren saber y se complica. Simplemente me aburro, dejo de contestarles y tras varios “clava vistos” / “no me dejes hablando solo” / “nos vemos?” / “estas?” los elimino. Algo debe irse para que algo nuevo entre. Así paso con X y su ropa. Se la llevó un sábado mientras yo estaba en Mar del Plata. Volví el domingo y el lunes, además del placard, todo para mí, ya tenía a Happn1 tocándome el timbre. Algo verdaderamente se destraba cuando soltamos. Ahora sí estamos en el mismo plano, ahora sí podemos ser amigos, pero no.

Regla: Si va a ser Happn será al instante. De lo contrario quedan como naufragando en mi celular con conversaciones ridículas y demasiada información en mi cabeza que hace que los confunda. A poco de charlar un rato ya no sé quién es CEO and FOUNDER, quien es freelance y quién simplemente es full time en cualquiera. Dejan de interesarme. Hola, es Happn. No un chat.

Regalo: La música. Extrañamente cada Happn me deja buena música. Más aún si se concreta. Han llegado a mi vida: “Public service broadcasting”, “The soundtrack of your life”, “The pretty things”, “Chet faker”, entre otros.

Publicidad

GRACIAS.

9.

Happn3 (Alias Barcelona) y la vida misma.
27.11.15 - 15.00hs

No puedo hacer nada que requiera de mi cabeza, más que reflexionar sobre eso. Y escribir historias, que son ciertas e incineran a la gente. Esta semana fue rara, del lunes al viernes 0 Happns. Con X cogíamos indispuesta, no indispuesta, depilada, no depilada. Con los Happns es otra historia, no me da.

Días antes de que me llegue me empiezo a sentir rara. Quiero que me cojan aquí y ahora. Ya. Pero también quiero que me quieran, que quieran todo de mí, todos, todo el tiempo y ahí la empiezo a complicar. El domingo con Happn1 fue eso. Después de coger me corría una electricidad por el cuerpo que hacía que mis brazos quisieran abrazarlo. Estuve sentada inmóvil unos minutos, con los brazos junto al cuerpo, controlando el impulso. La despedida fue rarísima, con reunión de vecinos en la puerta. La saludé a la que conocía con un beso, y a él con el mismo tipo de beso, como siempre, como desde el primer día y el segundo, cuando le corrí la cara y marqué una distancia que ahora ya no puedo retroceder.

Durante no quiero ver a nadie. Ni a mi misma. No quiero lastimar ni que me lastimen. Si quisiera besar a alguien sería a través de un papel de calcar o un tul, a través de algo que evite el contacto, estoy a kilómetros de mí y de todo.

En eso estoy cuando creo conocer a Happn3 - Barcelona. Un par de chats que encaro distinto, de manera más compleja, más rebuscada, más yo. No se aburre, se interesa. Quiere verme, almorzar. Eso es raro. Pero yo estoy rara, y me doy cuenta de que de la forma en la que estoy hace que las cosas sean así. Le cuento que hice trámites, que vino un plomero. No le cuento de los otros Happns, pero a Happn2 sí, le mando este mensaje:

Publicidad

11/27/2015, 15:22 - RUGE: van demasiados Happns, demasiado aburridos. No me sirven para escribir.

Casi estoy a punto de contarle todo, de decirle que es mejor terminar todo esto, y empezar lo que empiezan los que se aman. Los que tienen que dejar de buscar hasta cansarse y ya no reconocerse, y volver a empezar. Pero Happn2 es un rockero, un alma libre, es 37, está lleno, lleno de todo, de todo lo que lo apasiona y no hay espacio para más. Creo que es eso lo que me encanta. Alguien lleno, como estaba yo antes de todo, antes de que mi viejo revelara una nueva familia, un nuevo hijo, un montaje paralelo. Y la realidad fuera tan fuerte que la ficción ya no tuviera ningún sentido, no para mí.

Voy a ver The Future otra vez, quiero ver como una pareja se termina. Cómo se ve desde afuera mientras desde adentro todo es en slow e inexplicablemente fácil. Eso es lo que lo hace complicado, o al menos así lo hizo para mí.

Happn no está pasando. No, indispuesta y sin depilar.


Lea también:


11.

Happn y mis amigas.
02.12.15

Les conté a mis amigas. Tenía que explicarles el poco tiempo que me dejan los Happns y por qué me cuesta llegar a tiempo. He creado un monstruo, o una maquinaria sexual parecida a un tren de la alegría.

El grupo de whatsaap no para de sonar compartiendo escenas, esperas, rechazos, hallazgos, rarezas. Las solteras cambiaron los bares, el subte, la oficina, por Happn. Las que están de novio, lo miran por televisión como si fuera una novela.

Publicidad

Tiran la primera regla de amistad-happn. Si es un Happn que se concretó, es intocable para el resto. Con J. compartimos ZONAS. L. vive en Olivos pero su configuración de 500km a la redonda hace que sea omnipresente, está en todos lados. A. ya llegó al millón de amigos, pero eso antes de Happn. “Ahora está en paz”, nos dice, y yo pienso que también lo estoy, de una manera más movediza, pero en paz. F., que ya probó otras técnicas, incluso Happn, vuelve a intentarlo. Cambia su foto de perfil tres veces al día y le digo que no lo haga. “Esa está bien”.

Debería existir un banco de happns. Uno, donde la descripción personal en lugar del nombre fuera una característica, en lugar de la ocupación fuera un hashtag atributo o hashtag alerta, para mantener avisadas a las demás, y en lugar de la frase fuera una brevísima reseña sobre él y su desempeño. Algo como:

Happn.1 - 24
#ritmo
“Buen sexo, buena música. Facturas. Buscando un camino”
*Pensó que iba a haber algo más. Le di señales de que no. Ahora es mi vecino favorito. Sexo express.

Happn.2 - Rocker
#Misterio
“Vino, cogió y se fue. Hermosa virtualidad. Ahora quiere volver. ¿A lo mismo?”
*Juego la de enamorada y eso lo confunde. Se hace el malo, no sabe que va a enamorarse de mí.

Happn.3 - Barcelona
#Creativo
“La jugó de novio. Y ahora: Playing hard to get”
*Al ser su primera vez en Buenos Aires, de las mujeres sabe solo lo que le contaron, y de mí absolutamente nada. Cree que tras una noche romántica tiene que mantener distancia para que no se vuelva un compromiso.

Tendrían un corazón “de libre” los usados y por usar, y una cruz de intocable aquellos a los que por varios motivos, aunque mínimos, no se quiere compartir.

Les digo mis intocables, y me doy cuenta de que estoy enamorada de todos. De los que vinieron y los que vendrán.

De repente amo a la especie humana.