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Bea: Fue cuestión de reducir el tamaño de nuestra vida. Eso nos inspiró. En 2006 elegimos mudarnos al centro de la ciudad, Mill Valley, California, para poder caminar e ir en bicicleta a todas partes. Antes de encontrar nuestra pequeña casa, que es donde vivimos ahora, alquilamos un apartamento durante un año y vivimos solo con unos pocos objetos. Tuvimos que almacenar el resto.Inmediatamente nos dimos cuenta de los beneficios de vivir con menos. Teníamos más tiempo para hacer las cosas que son importantes para nosotros, tales como pasar tiempo con la familia y amigos y disfrutar del aire libre. Luego compramos una casa que era la mitad del tamaño de la casa anterior y nos deshicimos del 80 por ciento de nuestras pertenencias (incluyendo las que teníamos guardadas).
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Al principio, mi marido no estaba completamente convencido y pensó que la compra de materiales reutilizables y las compras a granel (sin paquetes) nos ahogarían económicamente. Pero cuando lo puse a comparar los balances bancarios de antes y después, descubrió que hemos ahorrado 40 por ciento de nuestros gastos por vivir así.¡Eso es mucho! ¿Cómo se explican esos ahorros?
¿Sabes que el 15 por ciento del precio de venta es por el precio del envase? Eso significa que cuando compras a granel, automáticamente ahorras un 15 por ciento. Pero nuestros ahorros no solamente vienen de comprar a granel. También los ahorros se han dado porque nosotros consumimos mucho menos que antes (solo compramos lo que hay que sustituir) y cuando compramos algo, compramos cosas de segunda mano.No compramos cosas de un solo uso, excepto el papel higiénico. Hay un montón de productos recurrentes en una casa normal y que ya no compramos, porque no los necesitamos o los hemos reemplazado con alternativas reutilizables: toallitas de papel, servilletas de papel, pañuelos de papel, aluminio, papel parafinado, envases de plástico, esponjas, bolsas de basura, bolsas de congelador, platos desechables, cubiertos y copas, hilo dental, cuchillos desechables, vendas, palillos, laca, laca de uñas y acetona, productos de higiene femenina, productos de limpieza, toallitas, papel de regalo, periódicos, champú, jabón, almidón, grapas, cinta, etc…
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No echamos de menos estos productos. Es exactamente lo contrario. Nosotros preferimos el uso y la estética de las soluciones que hemos adoptado y apreciamos los ahorros de dinero y de tiempo.Por ejemplo, nosotros llevamos a todos lados nuestras tazas de café, bolsas y servilletas de tela. En vez de bolsas y recipientes de plástico, para las compras tenemos jarros de vidrio y bolsas de tela. Es muy fácil evitar generar residuos porque normalmente ya tenemos con qué reemplazarlos en casa por objetos duraderos y reutilizables.También es fácil encontrar en internet cómo con materiales sencillos puedes hacer tu propio jabón, papel, crema dental y velas. Así que nosotros empezamos a experimentar de esta manera y ahora hacemos los nuestros. Los ahorros que generamos con nuestra decisión de vida nos permitieron instalar una red de aguas grises y paneles solares en el techo, que ahorran aún más… Este estilo de vida es un regalo.
El cero de "cero residuos" hace que suene aterrador y difícil de lograr, pero no es tan difícil como parece. La transición para nuestra familia ha sido fácil y natural, simplemente siguiendo estos cinco principios, las cinco erres, en este orden:1.Rechazar lo que no necesitamos.2.Reducir lo que necesitamos, como ropa o aparatos.3.Reutilizar: comprar de segunda mano y usar reutilizables en vez de cosas desechables. Esto incluye hacer las compras con tarros, botellas y bolsas de tela.
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Generar cero residuos parece inalcanzable para muchas personas porque nuestra civilización está tan basada en el consumismo que no puede imaginar vivir de otra manera. Hay muchas connotaciones negativas asociadas a la vida libre de residuos. Muchas personas tienen la tendencia a pensar que requiere más tiempo y dinero que de los que realmente requiere. Puedes desmitificar este estilo de vida dando voz a las personas que lo practican y compartiendo las historias de éxito: ¡probamos que es lo contrario a lo que muchas personas piensan!No quiero decirle a la gente cómo debe vivir su vida, pero comparto cómo vivo la mía para demostrar lo que es posible en cuanto a reducción de residuos se refiere y posiblemente para inspirar a otros. Mi mensaje no se obsesiona con el problema, sino que se centra en la solución y las grandes ventajas que este estilo de vida puede ofrecer. Mi discurso no tiene como foco principal el medio ambiente, sino las mejoras que hemos descubierto para la calidad de vida, y ese mensaje positivo ha sido mi herramienta más poderosa para convertir mi estilo de vida en un movimiento mundial.
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Como dijo Jeffrey Hollender, presidente de Seventh Generation: "El estilo de vida de "cero residuos" es la madre de las obviedades ambientales" ––citado por The Story of Stuff––. Se ha hecho evidente que los recursos de la tierra no pueden sostener el consumo de nuestra sociedad. La reducción de los residuos es importante ya que no solo es bueno para el medio ambiente (los residuos son destinados a vertederos, que liberan compuestos tóxicos en el aire y el suelo, aumentando los gases de efecto invernadero en la atmósfera), sino que también mejorará en gran medida la calidad de vida de todos.Alguien podría argumentar que unos cuantos hogares que pongan en práctica este estilo de vida no van a suponer un gran impacto a nivel mundial. ¿Qué tienes que decir a esto?
Algunas personas dicen que las acciones individuales no tienen importancia, pero yo, al contrario, creo que el cambio empieza desde los hogares. Comprar es desechar. Por eso, con cada compra que hagamos tenemos la capacidad de apoyar una práctica sostenible o una práctica insostenible. Son nuestras decisiones de compra las que manejan el mundo de la industria.Mi libro y blog han iniciado un movimiento global que está creciendo rápidamente: miles de personas han adoptado el estilo de vida, varios centenares de blogs han surgido inspirados en el mío, cada semana recibo cartas de empresarios por todo el mundo que han comenzado a crear empresas de cero basura ––especialmente tiendas en Australia, Canadá, Suiza, Bélgica, Francia, Alemania, etc.––.En octubre vas a estar participando en El Foro Mundial de Ciudades Bajas en Carbono en Medellín, ¿Qué expectativas tienes?
Mi vocación es inspirar a la gente, y al mismo tiempo destruir los imaginarios y conceptos erróneos que suelen ir vinculados a una vida libre de residuos. ¡Espero que mi participación en el Foro de Ciudades Bajas en Carbono logre estos dos objetivos!