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Este tipo pasó 25 años documentando cada día de la vida de Hitler

'El itinerario' es un libro de 2.400 páginas que revela dónde estuvo el Führer cada día de su vida, cómo llegó allá, qué hizo y con quién estuvo.

Hitler en Núremberg en 1935. Foto (recortada) de la colección Charles Russell, NARA, via)

Este artículo apareció originalmente en VICE Alemania.

El 30 de mayo Adolf Hitler cumplirá 71 años de muerto y, sin embargo, sigue capturando la atención de los alemanes. Para la gran prensa, poner a Hitler en la portada es, aún hoy, la forma más fácil de vender copias cuando no tienen más ideas. De hecho, esto es exactamente lo que periódicos como Der Spiegel hacen cada cuatro semanas. Además, año tras año siguen apareciendo numerosas biografías, libros de historia y documentales dedicados al personaje. Sólo los mejores logran revelar aspectos nuevos de la vida de Hitler y su efecto en los alemanes, pero ––hasta hace poco–– todo el material tenía algo en común: en algún punto fallaba en las fechas.

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A Harald Sandner le molestaba tanto esto, que decidió tomarse el trabajo de reconstruir cada día de la vida de Hitler. Sandner, que vive de ser vendedor y experto en soporte técnico en una empresa de logística, pasó 25 años recopilando fotos, documentos y material de archivo. Viajó por todo Europa con plata de su propio bolsillo para encontrar información.

El resultado de su empeño es Das Itinerar (El itinerario), un libro de 2.400 páginas que no sólo enumera dónde estuvo el Führer cada día de su vida, sino que también documenta los medios de transporte que utilizó para llegar a cada lugar y qué hizo en cada sitio. El libro alcanza tal nivel de detalle, que hasta muestra el número de personas presentes en sus discursos y eventos.

Llamé a Harald Sandner para que me contara cómo llega alguien a repasar cada día de la vida de Adolf Hitler y si la experiencia le dejó algo a él.

VICE: ¿Cuánto te demoraste haciendo este libro?
Harald Sandner: Unos 20 o 25 años… haciendo pausas, claro. En ese tiempo no sólo me dediqué a eso, también publiqué otros cuatro libros sobre diferentes temas. Trabajaba en Das Itinerar paralelamente y ahora por fin lo logré terminar. Cuando empiezo algo, lo termino; me alegra no haber sabido antes de comenzar el esfuerzo que requería el proyecto.

¿De dónde sacaste la idea?
Siempre me ha interesado la historia. En cierto punto, empecé a notar cuántas discrepancias había en las fechas relacionadas con la vida de Hitler. Y entre más investigaba, más errores e inconsistencias encontraba. Me imaginé que en alguna parte existía un registro completo. Pero no lo había.

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Entonces empecé a recopilar datos por mí mismo. Primero recogí información de los años 1933 a 1945. Después de la caída del Muro de Berlín, conseguí acceso a más archivos en lo que era Alemania oriental y el Bloque del Este. Así que con esa nueva información volví a trabajar sobre lo que ya había hecho.

¿Cómo lo hiciste exactamente?
Básicamente empecé creando una matriz de datos que contenía todo lo que podía conseguir. Por ejemplo, es bien sabido que Hitler estuvo en Berlin el 1 de septiembre de 1939 y que dio un discurso frente al Reichstag. Después intenté llenar los espacios vacíos: le escribía a los archivos y buscaba en lugares específicos.

No eres historiador de profesión. ¿Por qué hiciste esto?
En mi trabajo "real" también proceso datos y me toca fijarme muy bien en que los datos estén correctos. Así que entre más errores descubría, más sentía la necesidad de aclarar las cosas de una vez por todas. Me alegra que exista mi trabajo, porque ahora los historiadores tienen una referencia con la que pueden evitar cometer errores.

¿De verdad importa tanto que los datos y la línea de tiempo de Hitler estén bien?
Con gusto, te puedo dar un ejemplo. Décadas después de la guerra, circulaban rumores de que a Hitler no le gustaba Hamburgo, que era muy frío y hanseático para él. Pero luego Werner Johe escribió el libro Hitler en Hamburgo, que cambió todo. Según él, después de Berlín, Múnich y Núremberg, la ciudad del Reich que más visitaba Hitler era Hamburgo. Pero, eso tampoco era cierto. Obviamente Hitler visitaba otras ciudades con más frecuencia; Bayreuth y Weimar, por mencionar unas cuantas. Pero tampoco evitaba Hamburgo.

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¿Crees que conoces mejor a Hitler después de completar este trabajo?
Naturalmente uno se da una idea de cómo se movía el hombre. Hanna Arendt dijo una vez que la característica definitiva de una dictadura totalitaria es la ambigüedad en el centro del poder, y Hitler personificaba exactamente eso. Él no tenía una vida privada. Tomaba decisiones desde donde estuviera. No puedes fijar sus decisiones en un solo lugar.

¿Qué más descubriste sobre Hitler?
Fue interesante ver la lentitud con la que se desarrolló todo. Dio un discurso frente a 50 personas en 1920, luego fueron 100, luego 300, luego 500 y así sucesivamente. Todo el drama se desenvolvió muy lentamente, y nadie se dio cuenta de a dónde los llevaría el viaje. Esto se puede ver con claridad en mi libro.

Uno suele escuchar que Hitler era bastante inconstante cuando se trataba de su trabajo. A veces trabajaba toda la noche, pero después se desentendía y por semanas no hacía nada más que pasear ¿Eso es cierto?
En principio, sí. Durante semanas no hacía nada. Era el tipo de persona que se tarda mucho en tomar una decisión, pero una vez la toma no hay poder humano que la logra cambiar. Eso era lo fatal.

¿Dirías que estás obsesionado con Hitler?
Mi obsesión es la precisión de datos. Para mí todo se trataba de hechos, porque estoy harto de escuchar cosas que no son ciertas. Mi ciudad natal, por ejemplo, Coburgo. Más o menos en el año 2000, se decía que Hitler no había ido a la ciudad más de un par de veces. Pero en realidad, Coburgo fue la primera ciudad en hacer de Hitler un ciudadano honorario. Coburgo fue la primera ciudad nazi, con el primer alcalde nazi y el primer periódico nazi. Hasta hace poco intentaron esconder todo eso, y sólo recientemente se designó una junta de historiadores en la ciudad. Si pongo la verdad sobre la mesa, nadie va a poder discutirla. Simplemente quiero acabar con los mitos.

¿Crees que este trabajo está ganando importancia hoy en día?
Klaus von Dohnanyi dijo una vez que nosotros [los alemanes] teníamos que comprender que Goethe es nuestro Goethe, Bach es nuestro Bach y Hitler es nuestro Hitler. Sólo así podemos superarlo. Y muchas cabezas siguen infectadas. Toma al NSU [The National Socialist Underground: un grupo Neo-Nazi responsable por una serie de asesinatos racistas a comienzos de este siglo], por ejemplo. Una de sus figuras principales, Tino Brandt, trabajaba a la vuelta de la esquina de mi trabajo. No son cosas abstractas, son cosas que están frente a tu casa.

¿Qué vas a hacer después de esto?
[Risas] Con Das Itinerar ya completo como 10 libros; 11kg si los pones todos juntos. Creo que por ahora me voy a relajar.